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Usuario:Entresergi

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JOHN LOCKE (1632-1704)


I. FACTORES A CONSIDERAR

 El Racionalismo y el Empirismo son la respuesta a la profunda crisis ideológica del siglo XVII.

Ambos movimientos reflexionarán acerca de los límites y posibilidades del conocimiento humano (instrumento vapuleado por la Revolución Científica y por el fin de la unidad religiosa europea), tanto en su dimensión teórica (el problema del conocimiento) como en su dimensión práctica (la búsqueda de un fundamento para la moral y la política referido a la propia razón y, por tanto, independiente de la religión).

 Es interesante anotar que ambas respuestas están condicionadas por el marco político en el que surgieron. La Francia absolutista (representada por Luis XIV) propició una respuesta de corte dogmático (el Racionalismo), mientras que la Inglaterra parlamentaria (representada por Guillermo III de Orange) propiciará una respuesta de naturaleza más crítica (el Empirismo).


II. EL EMPIRISMO

 El Empirismo es un movimiento filosófico que, cronológicamente, se desarrolla en los siglos XVII y XVIII y, geográficamente, está situado en Europa (y, particularmente, en Gran Bretaña).

 Los pensadores empiristas más importantes son Locke (1632-1704), Berkeley (1685-1753) y Hume (1711-1776).

 Las características generales del Empirismo son las siguientes:

1. La característica fundamental del Empirismo es la convicción de que el conocimiento tiene como origen la experiencia (no es casual que el término “empirismo” provenga de la palabra griega “empeiría” que significa “experiencia”).

Es importante, a este respecto, distinguir el concepto “sentidos” del de “experiencia”: mientras “sentidos” remite a los sentidos externos (vista, oído, olfato, gusto, tacto), “experiencia” remite tanto a los sentidos externos como a los internos (consideramos sentidos internos todos aquellos que nos informan de las operaciones que se desarrollan dentro de nosotros).

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En este sentido, es importante no confundir el empirismo con el sensualismo (movimiento filosófico que reduce todo el conocimiento a la sensación).

La razón, pues, opera necesariamente con la información adquirida a través de la experiencia y, sin ésta, sus especulaciones no tienen ninguna validez.

En consecuencia, los empiristas consideran que la mente del hombre al nacer es como una hoja en blanco (es decir, es “tamquam tabula rasa”) y sólo a través de la experiencia adquirimos los conocimientos que poseemos. La experiencia es, por tanto, el fundamento de todo nuestro saber y de donde, en última instancia, se deriva.

Los filósofos empiristas, consecuentemente, se enfrentarán a los filósofos racionalistas y a su afirmación de la existencia de ideas innatas (y, por extensión, se enfrentarán también a Platón).

La influencia de Aristóteles es, desde luego, evidente.

2. El conocimiento, precisamente por tener su origen en la experiencia, está limitado por la experiencia: dado que el origen del conocimiento está en la experiencia, el hombre no podrá tener conocimientos seguros acerca de aquellas cuestiones a las cuales nuestra experiencia no pueda acceder.

Los filósofos empiristas, consecuentemente, se enfrentarán de manera frontal a los filósofos racionalistas y a su confianza ilimitada en la razón (recordemos que los racionalistas estaban convencidos de que, con un método adecuado, la razón humana no tiene que encontrar límites a sus capacidades).

No es extraño, consecuentemente, que frente al modelo matemático defendido por el Racionalismo, el Empirismo tome como modelo las ciencias empíricas (como, por ejemplo, la Física o la Química), ciencias en las cuales la experimentación juega un papel fundamental.

 Como puede verse claramente, los filósofos empiristas están enfrentados a las tesis de los filósofos racionalistas.


III. VIDA Y OBRA

 John Locke nació en Wrington (cerca de Bristol), el 29 de agosto de 1632.

 Recibió una educación familiar basada en una rígida disciplina, al tiempo que se formó en los principios liberales (su padre, abogado, era un firme defensor de la soberanía popular).

 Se dedicó durante un breve periodo de tiempo a la diplomacia, colaborando en la redacción de la Constitución de Carolina (Estados Unidos). 3

 Locke se convirtió en consejero político de Lord Shaftesbury y también en preceptor de su hijo. Los problemas de su señor con Carlos II obligaron a Locke a abandonar Inglaterra durante tres años. En ese periodo de tiempo, instalado en Francia, conocerá de cerca las tesis racionalistas.

 Locke regresará a Inglaterra, pero nuevos enfrentamientos políticos le obligan a escapar a Holanda, donde para evitar la extradición se ve obligado incluso a vivir bajo un nombre falso.

 La “Gloriosa revolución” de 1688 entroniza a Guillermo de Orange, que acepta un sistema constitucional en el que el Parlamento tiene plena participación en el funcionamiento del gobierno. Locke, considerado el principal teórico de esta revolución, regresó a Inglaterra (1689). Sus obras finalmente son publicadas.

 Murió en Essex, el 29 de octubre de 1704.

 Sus obras más importantes son el “Ensayo sobre el entendimiento humano” (1690), la “Carta sobre la tolerancia” (1689) y los “Dos tratados sobre el gobierno civil” (1690).


IV. TEORÍA DEL CONOCIMIENTO (EMPIRISMO)


a) Objetivo fundamental

 La investigación de Locke pretende determinar el origen y límites del conocimiento humano, es decir, cómo se obtiene, qué grado de verdad hay en él y hasta dónde se puede alcanzar el conocimiento del mundo.

Frente a Descartes (que buscaba el fundamento del conocimiento), Locke intenta hacer un análisis crítico de nuestro conocimiento.


b) El origen del conocimiento: la experiencia

 Siguiendo los principios empiristas, Locke afirma que la experiencia es el origen de todo el conocimiento. De esta convicción se desprenden dos afirmaciones:

1. Los sentidos nos ponen en contacto con la realidad circundante y de ese contacto surgen las ideas (las ideas en Locke, por tanto, son las imágenes o representaciones de la realidad exterior).

El conocimiento siempre los es de ideas, es decir, no conocemos la realidad directamente, sino nuestras ideas de la realidad.

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2. La mente del hombre al nacer está vacía (no hay ningún tipo de contenidos: ni ideas ni reglas morales). La mente del hombre al nacer, por tanto, es “un papel en blanco” o “un cuarto oscuro”.

Locke afirmaba que llegábamos al conocimiento por un método contrario al de la araña (que segrega su tela de la actividad de sus propias entrañas): nosotros no sacamos las ideas de nuestro interior (se niegan las ideas innatas), sino que las adquirimos desde un estado de carencia.

 ¿Cómo se explica, desde estos principios, el origen de todas nuestras ideas (incluso las más complejas)?


c) Ideas simples y complejas

 Para poder explicar el origen de todas nuestras ideas, Locke distingue dos tipos de ideas:

1. Las ideas simples:

a) Son las recibidas por la mente directamente de la experiencia, de forma enteramente pasiva (sencillamente las recibimos).

b) Son los “átomos de la percepción”, a partir de los cuales se constituyen todos los demás elementos del conocimiento.

c) Se distinguen las ideas simples de la sensación (que provienen de la experiencia externa, que percibe cualidades de los objetos sensibles a través de los sentidos) y las de la reflexión (que provienen de la experiencia interna, que consiste básicamente en el conocimiento que la mente tiene de sus propios actos y operaciones: percepción, pensamiento, memoria, voluntad, etc.).

d) Dentro de las ideas simples de la sensación Locke distingue entre las ideas de las cualidades primarias (cualidades objetivas, cuya percepción se corresponde con la realidad: extensión, movimiento, número, figura, dimensiones, etc.) y las de las cualidades secundarias (cualidades subjetivas, que no suponen una correspondencia absoluta entre la percepción y la realidad del objeto, pues nosotros, hasta cierto punto, elaboramos: colores, sabores, sonidos, olores, etc.). Según Locke, sólo las cualidades primarias existen realmente en los cuerpos.

2. Las ideas complejas:

a) Son las formadas por la mente al combinar y relacionar ideas simples, por lo que ésta adquiere un papel activo en la producción de tales ideas complejas (belleza, gratitud, universo, etc).

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b) Todas ellas, por alejadas que puedan parecer de los datos de la experiencia, derivan de la experiencia, pues son elaboradas por la mente a partir de la comparación y la combinación de ideas simples.

c) Las ideas complejas son infinitas, pero se pueden dividir en tres clases: de sustancias, de modos y de relaciones.


d) Ideas complejas de sustancias

 ¿Cómo se construyen las ideas de sustancias (ser humano, árbol, piedra, rosa, etc.)? De la rosa, por ejemplo, sólo tenemos un conjunto de ideas simples (dimensiones, olor, tacto, etc.), pero nosotros sabemos que esas cualidades no son la rosa, sino que son de la rosa. ¿Qué es entonces la rosa (pues parece que en realidad no sabemos qué es la rosa, sino tan solo cómo es)?

 Locke afirma que las ideas de sustancias se forman de la siguiente manera:

- Percibimos un conjunto de ideas simples que, habitualmente, se nos presentan unidas entre sí.

- Nos referimos al conjunto de esas ideas simples con un único nombre.

- El hecho de que determinadas cualidades se presenten habitualmente unidas lleva a la mente a suponer la existencia de un soporte (sustancia) en el que estas cualidades se agrupan y que, simultáneamente, permite que éstas existan (pues parece que esas cualidades no puedan existir de manera independiente a esa sustancia). Ese soporte se constituye en la idea de sustancia.

 Consecuentemente, no conocemos la sustancia (en otras palabras, no sabemos realmente qué es esto que denominamos rosa). No conocemos el ser (la sustancia) de las cosas, sino las cualidades sensibles del ser (pues es tan sólo aquello que nos muestra la experiencia).

Locke no considera que la idea de sustancia sea un simple producto de la imaginación (y, por tanto, no tenga existencia real). La idea de sustancia es el resultado de una inferencia, realizada a partir de la existencia de cualidades que “necesitan” un soporte en el que existir. Ese soporte permanece desconocido para nosotros (pues carecemos de experiencia de él), pero su existencia y realidad queda suficientemente probada con dicha inferencia (aunque tal idea de sustancia no sea ni clara ni distinta).


e) Ideas complejas de modos

 Son ideas complejas que se refieren a propiedades que no subsisten por sí mismas, sino que dependen de las sustancias (modos del espacio serían la distancia, la longitud o la idea de lugar).

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f) Ideas complejas de relaciones

 Son ideas complejas que surgen de poner en relación unas ideas con otras (padre, idea de antes, después, arriba, mucho, poco, etc.)

 Estas ideas no forman parte de la existencia “real” de las cosas, sino que son algo añadido, de lo que parece seguirse que las ideas de relaciones son puramente mentales: no existen en las cosas, sino que son una operación de nuestra mente.

Locke cree que las relaciones pueden a veces ser más claras que, por ejemplo, las sustancias (es más clara y precisa la relación “hermano” que la sustancia “hombre”).

 Entre todas las ideas complejas de relación, las más importantes son las de causalidad e identidad:

1. Respecto a la idea de causalidad, tanto la noción de causa como la de efecto proceden de la experiencia (es decir, de ideas recibidas por sensación o por reflexión). La idea de causalidad, sin embargo, es un producto de la mente (al ser una relación). Tiene, no obstante, un fundamento real en la capacidad que tienen las sustancias de afectar a otras, produciendo ideas en nuestra mente. La mejor prueba de tal capacidad no la encuentra Locke, sin embargo, en la experiencia externa, sino en la interna, donde podemos experimentar la capacidad de nuestra volición para comenzar, reprimir, continuar o finalizar actos de nuestra mente y/o de nuestro cuerpo.

2. Respecto a la idea de identidad, remite a la existencia de algo en el mismo espacio y tiempo, existencia que debe ser continuada en el caso de los seres orgánicos, en los que distintas células nacen y mueren constantemente, pudiendo entonces hablar del mismo ser cuando se produce una continuidad corporal. La idea de identidad, por tanto, procede totalmente de la experiencia.

¿Qué ocurre entonces con los seres orgánicos pensantes? La identidad personal queda entonces identificada con la identidad de la conciencia. Si en dos momentos distintos tuviésemos dos conciencias distintas e inconmensurables entre sí, tendríamos que hablar de dos identidades.


g) El conocimiento y la realidad

 Las ideas, como hemos visto, son contenidos mentales (aunque procedan o deriven de la experiencia). Así, el conocimiento consistirá en ciertas operaciones que realizamos con las ideas (no con las cosas), operaciones que se refieren a la capacidad que tenemos de percibir la conexión y el acuerdo o desacuerdo entre ellas. Este hecho tiene dos importantes consecuencias:

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1. El entendimiento no puede acceder a las cosas, sino sólo a sus propios contenidos mentales, las ideas. Consecuentemente, el conocimiento no podrá consistir en el acuerdo o desacuerdo entre las ideas y las cosas (como mantenía la interpretación aristotélica), sino en el acuerdo o desacuerdo de las ideas, es decir, entre los contenidos mentales a los que tiene acceso.

2. Nuestras ideas no son verdaderas o falsas hasta que la mente no se pronuncia sobre ellas, es decir, hasta que se afirma o niega algo sobre ellas (juicios o proposiciones). La idea de centauro, por tanto, no es ni verdadera ni falsa. Sólo podremos hablar de verdad o falsedad cuando afirmemos o neguemos algo acerca de un centauro.

La verdad, en consecuencia, no es una propiedad de las ideas sino de 

los juicios o proposiciones.

 Locke distinguirá tres niveles o tipos de conocimiento (que se corresponden a tres grandes ámbitos en la realidad):

1. El conocimiento sensible es el conocimiento que tenemos de los cuerpos, de las existencias individuales (es el que tenemos del Sol y demás cosas, por ejemplo, cuando están presentes a la sensación). Es un conocimiento poco fiable.

Según Locke, la existencia de los cuerpos está razonablemente fundamentada, ya que nuestras sensaciones están producidas por estos cuerpos.

2. El conocimiento demostrativo es aquel en el que el conocimiento se da mediatizado a través de pruebas, argumentos y razonamientos. Es un conocimiento fiable y nos permite conocer, por ejemplo, la existencia de Dios.

El ejemplo más claro de conocimiento demostrativo es, sin lugar a dudas, el conocimiento matemático, en el que podemos observar el progreso deductivo a partir de un pequeño número de principios que se consideraban, por aquel entonces, evidentes e indemostrables: los postulados o axiomas.

3. El conocimiento intuitivo es aquel en el que el acuerdo o desacuerdo entre las ideas se da de modo inmediato, a partir de la consideración de tales ideas y sin ningún proceso mediador. Lo que percibimos por intuición no está sometido a ningún género de duda y Locke considera que este tipo de conocimiento es el más claro y seguro que puede alcanzar la mente humana.

Como ejemplo más claro de conocimiento intuitivo nos propone Locke el conocimiento de nuestra propia existencia, que no necesita de prueba alguna ni puede ser objeto de demostración, siguiendo claramente la posición cartesiana sobre el carácter intuitivo del conocimiento del yo. Locke no se está refiriendo al conocimiento de un alma inmortal, sino sólo a una existencia pensante.

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 Las demás supuestas formas de conocimiento no pasarán de ser una mera probabilidad, o serán englobadas en el ámbito de la fe (es decir, en lo que no es conocimiento).


h) Los universales: las palabras y la verdad

 Las ideas se expresan con palabras, mediante las que, además, nos comunicamos con los otros seres humanos.

 Las palabras son signos convencionales, por lo que su significado no es natural, sino producto de una convención. Las ideas que son producidas por las cosas (ya sabemos que hay otras ideas que son meros productos mentales) las podemos considerar como signos naturales (de modo que la idea de “perro” es la misma en todos los seres humanos), pero la palabra con la que representamos esa idea, no lo es.

 Locke analiza el origen, significado y uso de los términos generales o universales (de los conceptos abstractos), de los que hacemos un uso tan constante en el lenguaje habitual y en el filosófico. Dado que todo ente es particular ¿de dónde proceden los términos universales, generales?

A través de la experiencia entramos en contacto con entidades particulares (vemos un caballo, luego otro, etc.) y a raíz de esa sucesión de ideas particulares formamos una idea general (la idea de caballo), tomando las características comunes y dejando al margen los rasgos diferenciadores entre ellos. Este proceso puede continuar, formando ideas cada vez más universales (mamífero, cuadrúpedo, vertebrado, etc.) Tal proceso nos lleva exclusivamente a captar la “esencia nominal” de las cosas, no su “esencia real” (esencia real que nos permanece totalmente desconocida).

 Así pues, la pretensión de la metafísica tradicional de que las ideas universales o abstractas nos ofrecían el conocimiento de la esencia de las cosas queda totalmente desautorizada. Conocemos exclusivamente la “esencia nominal”, ya que nuestro intento de distinguir las substancias en especies por medio de nombres no se funda en modo alguno sobre sus esencias reales.

 Esta afirmación sitúa a Locke dentro del nominalismo (corriente filosófica que niega la realidad de los universales, es decir, de los términos generales, afirmando que sólo son nombres que designan a conjuntos de individuos particulares).

El nominalismo de Locke no es radical sino moderado, pues afirma que los 

nombres / significados (esencia nominal) reflejan de algún modo ciertas realidades de las cosas (esencia real) que, en último término, tienen una referencia originalmente empírica.

 Los términos generales, según Locke, son necesarios por las siguientes razones:

3. Son útiles, pues no es posible que cada cosa particular tenga un nombre distinto. 9

4. Favorecen el progreso del conocimiento.


V. FILOSOFÍA POLÍTICA (LIBERALISMO)


 El pensamiento político de Locke influyó de forma determinante en Montesquieu, en la revolución americana y, en general, en toda la corriente liberal que durante el siglo XVIII se opuso al absolutismo.


a) El estado de naturaleza

 Locke se pregunta cuál es el la naturaleza del ser humano con anterioridad al establecimiento de normas y leyes propias de un orden social.

Ese hipotético estado de naturaleza (anterior a la sociedad y en el que, por 

tanto, no hay organización política) no es un estado de guerra de todos contra todos (Hobbes). El ser humano es esencialmente racional, y esa cualidad impone límites al estado de naturaleza:

1. Los hombres son libres e iguales, nadie tiene un derecho natural a someter a otro o a privarle de su propiedad.

2. Los individuos tienen, por naturaleza, derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad (fundamentada en el trabajo).

Estos derechos se constituyen en una ley moral natural, que puede ser descubierta por la razón. Esta ley se impone a los hombres en ausencia de todo Estado y legislación.

 Locke, por tanto, escapa tanto del pesimismo de Hobbes (que recoge la visión luterana según la cual el hombre es naturalmente malo) como del optimismo de Rouseeau (que recoge el optimismo renacentista según el cual el hombre es naturalmente bueno): en el estado natural los seres pueden violar los derechos y libertades de los demás, pero también cuentan con aquella ley moral descubierta por la razón.


b) La sociedad política: el pacto o contrato

 Aunque los hombres poseen (en el estado de naturaleza) una ley natural, no se sigue de ello que todos la respeten. Ese estado de naturaleza es frágil, pues puede verse amenazado por conflictos originados por la fuerza (lo más contrario a esa razón que caracteriza al hombre).

El estado de guerra, por tanto, es una violación, una degeneración del estado de naturaleza, mediante la imposición de la fuerza en ausencia de todo derecho, una desvalorización de lo que el estado de naturaleza debe ser. 10

 Consecuentemente, es de interés del ser humano constituir una sociedad organizada para la más efectiva preservación de sus derechos y libertades (mediante un acuerdo o pacto establecido entre ellos). El fundamento de la sociedad tiene su origen, por tanto, en la necesidad de un poder superior al individuo que garantice aquellos derechos individuales.

 La sociedad se constituye cuando sus miembros, naturalmente libres, ceden a través de un pacto parte de esa libertad personal, depositándola en el conjunto. Ciertamente, la constitución de una sociedad civil supone renunciar a ciertos derechos, pero conlleva grandes beneficios:

1. Los hombres disponen de una ley escrita (objetiva) que define la ley natural, evitando controversias sobre ella.

2. Se establece un sistema judicial que goza del reconocimiento general y evita arbitrariedades.

3. Se crea un poder capaz de castigar crímenes, y de obligar a ejecutar las sentencias.

4. Se conserva la propiedad privada.

En el origen de la sociedad civil y del gobierno nos encontramos, pues, con un pacto, con un contrato. En el pacto el hombre renuncia a sus poderes legislativos y ejecutivos en favor de la sociedad. Pero no renuncia a su libertad, aunque si la restringe. Esta dejación de poderes tiene por objeto, precisamente, el disfrutar con más seguridad de su libertad.

Locke entiende, por tanto, que una diferencia fundamental entre el estado de naturaleza y el estado social es la existencia de la mediación (es decir, la existencia de un poder arbitral reconocido por todos.

 La sociedad política no es, por tanto, radicalmente antinatural. Locke la entiende como algo útil para preservar el ejercicio pacífico de nuestros derechos naturales.

 La sociedad es un instrumento para favorecer los intereses personales. Por tanto, es el individuo y no el grupo social el elemento central: el Estado se ha constituido para garantizar los derechos de los ciudadanos, la renuncia de los hombres a su igualdad y libertad está hecha con la exclusiva intención de preservarse a sí mismo y de preservar mejor su libertad y su propiedad (el Estado tiene como función arbitrar los distintos egoísmos en juego).

La noción de “bien común” se entiende, por tanto, como la política orientada a la preservación de la libertad individual (basada, como se ha indicado, en la inviolabilidad de la propiedad privada).

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c) La propieda privada

 Dado que el hombre tiene el derecho y el deber a la propia conservación, tendrá derecho a poseer las cosas necesarias para ese fin. Por ello, para Locke, el derecho a la propiedad privada es un derecho natural.

 El derecho a la propiedad privada es fundamental para Locke, pues su defensa repercute directamente en los otros derechos, haciendo posible la igualdad (en el disfrute de las posesiones individuales) y la libertad (para acumular propiedades).

 ¿Cómo justifica el derecho a la propiedad? El ser humano se apropia de las cosas merced a su trabajo (entendido como la acción ejercida sobre la naturaleza que, transformándola, produce unas consecuencias de las que el hombre se aprovecha). El trabajo constituye, por tanto, el fundamento de su derecho a la propiedad.

 ¿Tiene este derecho algunos límites? La naturaleza funda los derechos pero también marca sus límites. En el caso de la propiedad, es la razón la que indica que este trabajo sólo es legítimo cuando se trata de satisfacer las necesidades propias, excluyendo toda acción destinada a acumular posesiones beneficiándose del trabajo de otros.

Es importante anotar que el punto de vista de Locke está sujeto al trabajo de la tierra, fuente de riqueza básica en ese momento.


d) Los poderes políticos

 Para Hobbes, el mismo acto del contrato generaba simultáneamente la sociedad civil y el Estado. Para Locke no es este, el caso, pues la relación entre el gobierno y sus súbditos queda definida como mandato, es decir, como el encargo de una tarea:

1. En un primer momento, mediante el pacto se constituye la sociedad civil.

2. En un segundo momento, el pueblo se constituye en asamblea y elige un gobierno al que confía una tarea. El gobierno, por tanto, recibe un mandato y es responsable delante del pueblo del cumplimiento de su misión.

 El poder del Estado no puede estar concentrado en los mismos representantes (como sucedía en el absolutismo). La garantía de que no se produzca abuso de poder radica en una estricta división del mismo en tres ámbitos diferenciados que deben ser detentados por personas distintas.

1. El poder legislativo (Asamblea). Es el poder supremo, pero no es un poder absoluto: tiene que responder de la confianza puesta en él y respetar la ley moral natural.

2. El poder ejecutivo vigila (gobierno del Estado y poder judicial). Es el encargado de realizar los mandatos del legislativo.

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3. El poder federativo. Es el encargado de la seguridad del Estado y de las relaciones con el exterior (estableciendo alianzas con otros estados, declarando la guerra y firmando la paz). En la práctica cree que el poder ejecutivo y el federativo se confunden, algo que considera no sólo inevitable sino también necesario.

 Locke establece finalmente la existencia de la prerrogativa, un poder basado en la confianza que los ciudadanos depositan en sus dirigentes y que se ejerce cuando hay un vacío legal (es decir, una ausencia de leyes que dicten el camino a seguir).

La prerrogativa no puede confundirse con la arbitrariedad, pues la prerrogativa no es otra cosa que el poder de hacer un bien público sin regla alguna.


e) La tiranía

 Es un abuso de las funciones de quien ocupa el poder: en lugar de perseguir el bien común, sólo busca satisfacer sus intereses particulares.

 Locke considera legítimo el uso de la fuerza frente a la tiranía. Los ciudadanos, en consecuencia, pueden derrocar ese poder que usurpa el contrato original.


f) Separación Iglesia / Estado

 Locke defiende la separación total entre Iglesia y Estado, que debe ser una institución plenamente secular que, sin embargo, debe garantizar la libertad religiosa. La creencia o no en una determinada religión es una opción libre de cada ciudadano (circunscrita a su conciencia individual).

La libertad religiosa es un elemento fundamental del liberalismo político, pues demuestra el compromiso de un gobierno con la libertad individual (pues afecta a lo más íntimo del ser humano: su conciencia).

 Locke distingue entre:

4. El desacuerdo individual con una ley establecida de manera racional. En este caso, el sujeto debe plegarse a lo que indica la ley.

5. La disidencia frente a una injusticia (ser obligado a asumir supuestas verdades religiosas). En este caso, Locke defiende la desobediencia civil.

 Locke, creyente cristiano, creía que la característica básica de su creencia religiosa era la tolerancia. Un nuevo motivo para oponerse al uso de la religión como instrumento de poder y exclusión (que, bajo la apariencia de una defensa de la fe, esconde intereses de otro tipo).

 La tolerancia, sin embargo, tiene para Locke dos límites:

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6. El ateísmo. El ateísmo es la negación de toda religiosidad. A Locke le parece fundamental la referencia a la divinidad como garantía de que las relaciones sociales puedan basarse en criterios de moralidad compartidos.

7. El catolicismo, pues reconoce la autoridad papal (un poder exterior) y actúa contra los principios que inspiran la neutralidad estatal en materia de ideas religiosas. El catolicismo es, para Locke, incompatible con la libertad y el espíritu crítico.