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RAFAEL MONTAÑO – BIOGRAFÍA El 14 de agosto de 1926, nace en Macarapana, parroquia perteneciente al municipio Bermúdez del Estado Sucre, Luis Rafael Montaño Marcano, último descendiente (4 hermanos) del matrimonio formado por Rafael Montaño Vásquez y Petra Marcano de Montaño. Su niñez transcurrió entre labores de campo, los juegos de trompo, papagayos y otros. Sin embargo, siempre le llamó la atención el canto, el cual realizaba con la gente del pueblo siempre que había una oportunidad.

Durante su juventud se dedicó a la sastrería en compañía de su hermano Leopoldo. Mas tarde se convirtió en maestro de escuela, ascendiendo más tarde a los cargos de preceptor y director de educación del antiguo distrito Bermúdez. Pero la música siempre se mantuvo presente y acaba por cautivarlo, dando inicio a su carrera como cantante.

Los primeros pasos de su vida artística los da el 08 de abril de 1951 cuando, siendo locutor de la recién inaugurada Radio Carúpano (antigua emisora propiedad de Luis José Arreaza Almenar), intervino como intérprete de temas folclóricos. Posteriormente, el 15 de junio de 1955, se deja escuchar a nivel nacional a través de los micrófonos de la caraqueñísima Radio Continente y de la Radiodifusora Nacional de Venezuela.

No pasa mucho tiempo cuando Juan Vicente Torrealba se interesa por él y le propone el ingreso a su conjunto “Los Torrealberos”, con quienes realizó giras por casi 3 años e impuso, como aire musical alterno a otras manifestaciones folclóricas, “El Golpe” a la vez que populariza con ellos, piezas tales como “Muchacha de ojazos negros”, “El cigarrón”, “Solo con las estrellas”, entre otras. Después llegarían interminables éxitos. Son inolvidables sus presentaciones televisivas en “El Show de las Doce”, programa meridiano que conducía con singular acierto, el recordado y popular Victor Saume y, “El Show de Renny”, dirigido por su extraordinario anfitrión Renny Ottolina, en Radio Caracas Televisión. También se presentó en otros programas de alta factura y calidad por Televisa. Fue locutor de consagrados productos comerciales con amplio espectro entre la población venezolana, en la década de los 60’s: Manteca los Tres Cochinitos, Ace, Fortuna, Kaki Palo Grande, entre otros, constituyéndose en comerciales de generosa difusión. Expandiendo su campo en el mundo artístico, Rafael Montaño actuó como solista haciendo la voz de Florentino, junto al Maestro Antonio Lauro en el papel del diablo, en la Cantata Criolla, en la obra inspirada por el talento creador del maestro calabocero Antonio Estévez. Esta obra integra el poema sinfónico del mismo nombre, cuya autoría corresponde al barinés Alberto Arvelo Torrealba. La obra fue ejecutada por la Orquesta Sinfónica de Venezuela en el escenario del Teatro Municipal de Caracas. Posteriormente, para los años 1962 y 1964, Rafael Montaño recorre 20 estados de Norteamérica interpretando el Florentino de la Cantata Criolla junto al Orfeón Universitario de la Universidad Central de Venezuela, dirigido por el maestro Vinicio Adames, realizando presentaciones en 18 universidades, Organización Naciones Unidas (ONU), Organización de Estados Americanos (OEA), Rockefeller Center, Radio City Music Hall, The Memorial Hospital y Catedral de San Patricio en la ciudad de York.

Ha llevado la música venezolana a países como: México, Puerto Rico, Colombia, Argentina, Estados Unidos, República Dominicana, Curazao, Aruba, Colombia y Brasil. México le vio y aplaudió en 1973 de nuevo con Juan Vicente Torrealba. Su voz retumba en el claustro de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en Ciudad de México. Además, se presenta en Xochimilco, Tasco y Veracruz.

Casado con Gertrudis Velásquez (Doña Tula), procreó cuatro hijos: Roberto Rafael, Renny José (+), Mayra Trinidad y Luis Alberto.

Para los años 70’s su hijo Renny Montaño pasa a formar parte del conjunto de Rafael Montaño, para luego acompañarlo como fundador y creador del Grupo Araya. Renny fallece en enero de 1998, dejando una profunda huella como músico consagrado y ejecutante de la mandolina y produciendo un inmenso vacío en Rafael Montaño por la ausencia total de él como excelente hijo y músico que fue.

Entre 1978 y 1993 se ejercitó en las funciones de Asistente de Relaciones Públicas, Jefe de Personal, Supervisor Jefe del Departamento del Vicepresidente-Rectorado de la Universidad Experimental Politécnica (UNEXPO) de Puerto Ordaz, Estado Bolívar.

Por más de cinco décadas, Rafael Montaño Marcano, ha transitado por todos los caminos de Venezuela, dejando escuchar en su sonora voz los aires musicales del país. Con el correr del tiempo se transformó en el más sobresaliente de los intérpretes de la música folclórica venezolana durante la segunda mitad del siglo XX.

Su personalidad artística jamás ha estado divorciada de la posición que, desde su temprana juventud, adoptó frente a la vida. Rafael Montaño Marcano es un triunfador, seguro de sí mismo, siempre ha hecho gala de una autoestima envidiable que le ha colocado por encima de quienes, con gesto y portes arrogantes, pretendieron, en su tránsito vivencial, imponerle criterios sancionadores. Genuino en todas sus manifestaciones, cada acción suya le reafirma como un ser dado al servicio. Es un patrimonio de la dignidad, ya que, consecuente con los principios que profesa, como maestro de escuela fue tesonero al transmitir, a sus pupilos, ejemplos de vida austera, existencia familiar acorde con los valores que recibiera de sus padres.

Es, asimismo, un experto y consagrado comunicador social. Fue en esta actividad donde comenzó a descollar como juglar, engalanando con su voz y su personalísimo estilo, las más sentidas melodías del folclore venezolano. Jotas, décimas, malagueñas, polos y galerones, encontraron expresión en la voz de Rafael Montaño. Su registro de voz se acopló perfectamente al compás lento del melancólico galerón, así como también a la triste melodía de la jota, en temas relacionados con los quehaceres del mar y del amor.

Su discografía es extensísima. Muchos temas expresados en su voz son únicos: “Mar y llano”, “Caraqueñita”, “Solo con las Estrellas”, “Galerón margariteño”, “Ramoncito en cimarrona”, “Aguacerito llanero”, “La lágrima”, entre los más populares, conjugan un patrimonio humano y cultural que deberá ser evaluado por las generaciones del presente y del porvenir.

Su actividad profesional no escapa a su preocupación social. Funda y actúa desde los años 50 como directivo del Sindicato de Radio, Televisión, Cine, Teatro y afines del Distrito Federal y Estado Miranda. Asimismo, acompaña a Alfredo Sadel en la constitución de la Asociación Venezolana de Artistas de la Escena (AVADE), en 1957. En toda su extensa vida profesional Rafael Montaño ha hecho de la radio un medio para dar a conocer los valores de la nacionalidad. “Festival Criollo” y “Brindis a Venezuela”, se constituyeron en ventanas para que se asomaran los nuevos valores de la cantata nacional. Estos programas fueron inspirados en la fecunda labor solidaria como fundador y presidente del Gremio de Folcloristas de Venezuela, quién conjuntamente con Juvenal Sarmiento y Victor Vera Morales, dieron existencia a este proyecto; primero a través de Radio Rumbos y, luego por los canales de Rafiodifusora Venezuela.

Rafael Montaño ha sido concejal y director de cultura del distrito Caroní en el Estado Bolívar y, produjo, dirigió y transmitió por Radio Carúpano, el programa “Rafael Montaño y sus invitados”.

Consagrado al arte es un ícono de valores que ha sido reconocido nacional e internacionalmente, mediante placas, diplomas, homenajes y condecoraciones, entre las que se destacan: Orden al Mérito al Trabajo, en Primera Clase. Orden Francisco Bermúdez, Primera, Segunda y Tercera Clase, Guaicaipuro de Oro, otorgado en cinco (5) oportunidades. Carreta de Plata, Cali, Colombia. Florentino de Oro. Mara de Oro. Maracay de Oro, otorgado en dos (2) oportunidades. “La voz Dominicana”. Plato de Plata. Canaima de Oro. Orden Honor al Mérito “Don Ricardo Montilla” otorgada por el Ejecutivo del Estado Guárico, Venezuela. Orden “Samán de Aragua”, Clase única, Estado Aragua. Fue declarado Patrimonio Cultural Viviente del Estado Sucre. Diplomas y placas de reconocimiento otorgadas por Universidades e instituciones sociales.

En su madurez absoluta, cabe destacar que Rafael Montaño, a la edad de 89 años, realizó su producción más reciente, grabando un nuevo CD con 13 canciones ejecutadas magistralmente. Durante su vida ha recibido por parte de sus conciudadanos e instituciones representativas, homenajes que constituyen reconocimiento a su labor pedagógica y a valores que representa como ciudadano ejemplar e ícono de la familia artística venezolana en el siglo XX.

                                 HONOR A QUIEN HONOR MERECE