Usuario:Donna Hofter/Taller

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Metodología de la equivalencia en idiomas.

Introducción.

“La equivalencia básicamente se da cuando dos elementos tienen o adoptan un mismo valor. Lingüísticamente es cuando una expresión en su sentido, equivale a otra. En el caso de la comparación entre expresiones de un idioma a otro, la equivalencia, a diferencia de la traducción, se determina en el sentido de la palabra o expresión, no en la composición estructural y ni siquiera en la igualdad de términos.”

Durante muchos años, especialistas en el la función de la enseñanza de otros idiomas, (L2, L3, etc.) han buscado y profundizado en encontrar una metodología que más se acerque al aprendizaje del idioma nativo, el cual es desarrollado por personas recién nacidas, que sin conocer de la diferencia entre los idiomas y sin mucho menos, saber de fonética, estructuras gramaticales o recibir clases o información; aprenden el idioma de sus padres de forma natural, sin casi, siquiera, pensar por qué decir algo, cuando decirlo  y cómo decirlo. Los bebés llegan al mundo (Normalmente) con un sinfín de capacidades que ponen en función las habilidades y accionan perfectamente, lo que ya pasa a ser del orden holístico. Pero tocante al desarrollo de sus habilidades comunicativas, lo hacen perfecto, con el acompañamiento de sus padres, quienes determinan en el infante, el idioma, la cultura y otros componentes propios del estadio donde nacen y/o crecen. Son ellos, los dueños absolutos de la facilidad o naturalidad con la que aprenden y reproducen los sonidos de uno o más idiomas a la vez. Pero surgen preguntas al respecto. Al nacer, ¿Por qué entienden, si no hablan? ¿Cómo desarrollan los sonidos que escuchan? ¿Por qué los reproducen exactamente? ¿Por qué todo tiene un sentido para ellos? Técnicamente, ¿Qué sucede en el primer año, (Promedio) antes de iniciar hablando? No diccionarios, no profesores, no colegio, no tareas, nada más que mamá y papá, ahí, hablando y comunicándose de manera normal, no siempre dirigiéndose al nuevo ser humano. Claro, atañe a la holística, la justificación de, el proceso del desarrollo de las capacidades a través de las habilidades, que, por supuesto determinan que papá y mamá si eran sus profesores o mejor su ejecutor a seguir, su modelo, su mentor, su tutor, su guía y por ende, si había diccionario, tareas y clases todo el tiempo. Sería excelente gastar mucho más tiempo, en la observancia de las capacidades, las habilidades y los procesos de desarrollo y naturalización de todo lo que termina haciendo el nuevo ser humano, como componente vital para la adopción de uno o varios idiomas en su vida, pero, focalizaremos nuestro objeto, en la exposición de uno de los métodos más cercanos al proceso natural, en la adquisición de un segundo u otros idiomas en la vida y para la vida de los seres humanos.

La traducción ha sido de gran aporte al entendimiento de otros idiomas en el mundo, pero, en la mayoría de los casos, carece de sentido, es decir, es el cambio literal de termino por termino, que, en conjunto, es decir en frases, no tiene el poder de transmitir el sentido humano. La traducción es literal, no sensorial, es técnica, no humana. Y es ahí donde, radica la diferencia. La traducción no es mala, es más bien buena, pero es traducción y hace honor a la exactitud, al cambio, a la conversión, sin dar mucho espacio a la equivalencia, sólo a la exactitud. De tal manera que, como los idiomas son humanidades, apelan a lo sensorial, a los sentidos más que a la estructura, aunque las contiene.

Los idiomas, en general, contienen estructuras gramaticales y fonéticas, las cuales se determinan técnicamente en áreas del proceso de aprendizaje y enseñanza, especialmente de un segundo o tercer idioma, pero es precisamente el punto donde, los autores de la metodología de la equivalencia, quisieron exponer su prestigio, tiempo, experiencia y, sobre todo, la suerte de no saber si había una luz al final del túnel de la incertidumbre, para lograr lo que lograron finalmente.

No es fácil en este mundo, donde existen tantos especialistas, conocedores del tema de las lenguas y la lingüística, dedicados a las estrategias de la enseñanza y el aprendizaje de idiomas, atreverse a decir que se descubrió o se fracasó, en la búsqueda de una metodología que lograra resultados y aportes importantes, especialmente, para el aprendizaje y la enseñanza de otro u otros idiomas.

Muchas personas han iniciado su proceso de aprendizaje de un segundo idioma, de manera personal y otros de manera escolarizada, usando el diccionario, otros entendiendo las estructuras de la gramática, con alguna experiencia en el área de la fonética (Pronunciación), obteniendo resultados específicos en cada una de las tareas que abordan, especialmente si acuden a ejercicios prácticos. Pero son muy pocos con respecto a quienes, sin estudiar, incluso, muchas veces sin entender, han aprendido a comunicarse, casi que, nativamente en otro u otros idiomas, yendo más a la practica en la equivalencia, que a la adquisición del conocimiento. Tal como lo hacen los bebés o nuevos seres humanos. Cuando hablamos de, “sin estudiar” no estamos hablando de, “sin clases” porque eso es imposible. Los seres humanos, normalmente, y con algunas excepciones, desde que llegamos al mundo, nos debemos a un patrón, a una guía o forma que nos represente el modelo de cómo lo debemos hacer. Muy pocas cosas nos inventamos, especialmente cuando se trata de aprender un idioma, en el que todo está estructurado y lo que hacemos es, simplemente, reproducir su forma, sonido y uso. Son muy pocas las personas que, en cualquier idioma, se han inventado nuevas frases, de pronto, términos o palabras, o han unido otro sentido aun mismo termino, pero frases que partan de un nuevo sonido y estructura gramatical, no. Lo primero que buscamos es comunicarnos, entender y hacernos entender. De esta manera y focalizándonos estrictamente en el aprendizaje y la enseñanza de un segundo idioma, es preciso aclarar, de manera general, el proceso de la metodología de la equivalencia que arrojó resultados legibles desde los pilotos, como segunda lengua, hechos en casa, la escuela primaria, la secundaria, la universidad y en personas particulares de 14 años en adelante, hasta la tercera edad, los cuales mostraron y demostraron que a pesar de que el ejercicio en la práctica oral y escrita fue más exigente, los beneficios adquiridos en el desarrollo de las habilidades comunicativas se dieron en las cuatro habilidades básicas, puesto que quien reprodujo una expresión, la entendió y quien la escribió, la leyó. Resultados que se esperaban, pero no, a tanto nivel ni porcentaje, porque fueron contundentemente reales y de satisfacción a la necesidad de quienes se expusieron al proceso.

En Latinoamérica se ha presentado, en general y especialmente en procesos escolarizados, una metodología de “aprendizaje cognitivo”, que en la mayoría de los casos, satisface la necesidad del individuo de, entender, tener claro, no comer entero y no ir a ciegas en los procesos, focalizados en la catedra, la explicación técnica, los ejercicios con lógica y la verificación de si se entendieron los conocimientos adquiridos sobre un idioma extranjero, (Preguntas y respuestas, previas, pre-exámenes, exámenes, pruebas, etc.) generalmente comparando siempre el idioma extranjero con la lengua materna. Nuestros estudiantes, objeto del beneficio, salen en su mayoría, teniendo claro qué son verbos, auxiliares, verbos auxiliares, preposiciones, conectores y en general estados verbales que le permiten, tener la claridad de cómo formar una frase, entender un texto y de pronto una conversación, pero, infortunadamente, no sale de sus ciclos escolares comunicándose, hablando, entendiendo, escribiendo y leyendo un segundo idioma (inglés) de manera natural, sin esfuerzo y sobre todo con dominio y proficiencia. Es precisamente esa, una de las razones que, llevaron a la profundización en la búsqueda de experiencias, para poder determinar si era posible, aprender y enseñar una segunda u otra lengua, de otra forma, de otra manera, que diera resultados contundentes, talvez no en más corto tiempo, pero si con resultados en la comunicatividad; razón propia de la existencia de los lenguajes.

La investigación parte del "por qué" un estudiante, llegando a su adultez, se quedó con términos y expresiones aprendidas en preescolar y primero de primaria, que con todo lo aprendido en el resto de la primaria, la secundaria e incluso el pregrado. (Repetición) Y en muchos casos, los estudiantes recuerdan mucho más el verbo ser o estar que otros de igual importancia, recuerdan y dominan, básicamente, expresiones como saludos y preguntas, canciones, oraciones religiosas o poemas, que generalmente fueron tareas de presentación oral, adquiridas bajo el ejercicio de la memorización. Lo cual muestra el trabajo arduo de profesores que siempre han tenido dedicación y un gran esfuerzo por lograr sus mejores resultados. Incluso, se encontró, que la mayoría de los estudiantes recordaban a su profesor/a de inglés con gran cariño. Si, pero se buscaba era estudiantes que pudieran responder en inglés, las inquietudes naturales que llevaba la investigación, (Do you speak english? Where? How?) entonces se pasó al español de inmediato para mantener la conversación y sobre todo, permitir al encuestado, expresar y contar su experiencia con el aprendizaje del idioma extranjero (Inglés). La operación no llevaba focalizada la búsqueda de culpabilidades, las cuales, en su mayoría fueron de manera libre y espontánea, aceptadas por los encuestados, con expresiones tales como: “es que no fui aplicado, no me gustaba, no hacía los ejercicios, yo  soy bruto, a mí no me entra el inglés”, etc., Pero en general, todos describieron el inglés como un área de aprendizaje, una materia, una asignatura, como en la realidad lo es, y muy pocos lo reconocieron como un idioma, una humanidad, un lenguaje comunicativo, en el que se ama, se odia, se piensa, se sueña, se construye o se destruye a través de un lenguaje con sentidos. Y es que, otro estudio técnico que adelantó la fundación internacional un mundo bilingüe ABWIF, por sus siglas en inglés, (A Bilingual World International Foundation) en Colombia, arrojó que, la mayoría de los estudiantes promocionados de su ciclo escolar primario, en el área de matemáticas aprendieron más números de los que habían aprendido en casa, y con ellos a sumar, restar, dividir, multiplicar, etc. Como en la asignatura de su idioma nativo (Español) aprendieron a escribir, leer, la gramática básica, ortografía, puntuación, etc. En música aprendieron a tocar la guitarra, la dulzaina o armónica, la flauta, y a mejorar su canto entre otros. Pero el interrogante era ¿Y qué sale haciendo el estudiante en inglés? ("Can Do" de ALTE) ¿Qué habilidad comunicativa desarrolló durante sus ciclos básicos escolares? que fueran tan igualmente contundentes para la vida como las demás áreas.

Metodología de la equivalencia en la enseñanza, aprendizaje y evaluación de lenguas.

La metodología de la equivalencia se basa en cambiar (Equivaler) una expresión de un idioma a otro con su sentido exacto, respetando su origen étnico y cultural, pero más de ello, sus estructuras gramaticales y fonéticas que, por supuesto, no son iguales a las de los demás idiomas.

Ej. 1. En expresiones básicas.

En español se dice: “Buenos días”

En inglés: “Good morning”

Español: “Buenas noches”

Inglés: “Good evening”

Español: “Yo tengo veinte años”

Inglés: “I am twenty years old”

Estas expresiones se traducen y no encajan las unas con las otras, pero, en su sintaxis tienen exactamente el mismo sentido. Lo que en traducción sólo es posible lograr la literalidad, que es el primer significado que tienen las palabras y/o que respeta exactamente las palabras del modelo o la fuente original, en equivalencia se llega a una expresión que va más allá en el contenido.

Ej. 2. En expresiones más compuestas.

Español: “Me gustaría tomarme un café”

Inglés: “I would like to have a coffee”

Español: “Usted toca muy bien la guitarra”

Inglés: “You play the guitar very well”

Español: ¿Le gustó el café?

Inglés: Did you like the coffe?

Español: ¿Usted trabajó ayer?

Inglés: Did you work yesterday?

Todos en general y de manera natural, suponemos, que el idioma inglés es muy difícil. Y básicamente es porque las estructuras gramaticales y fonéticas, no coinciden, también sería absurdo pensar que debieran ser idénticas o muy parecidas, eso no sucede ni con idiomas provenientes de una misma línea, como los del latín, por ejemplo: el portugués, italiano, español, etc.

Lo que se puede entender hoy, a la luz de la teoría y metodología de la equivalencia, es que todos los idiomas son fáciles o difíciles, dependiendo el enfoque dado al enfrentarse con el mismo, es decir, el individuo entra a descubrir, discutir, investigar las estructuras que componen un idioma extranjero o su propósito es aprender a comunicarse en el mismo.

La teoría de la equivalencia, para poner en practica su  metodología, propone claramente que, a la persona, al individuo, el candidato a comunicarse en otro idioma, se le debe otorgar el derecho a su decisión, cuando es consciente de lo mismo, y cuando se refiere a niños en ciclos educativos primarios, cuando es el padre quien decide, que lo hagan en virtud de la libertad en su propósito, porque cuando se le preguntó a las personas en general, de una comunidad focalizada, si les gustaría hablar, comunicarse en inglés, por ejemplo, o que sus hijos lo hicieran, la mayoría respondió contundentemente que sí. Por razones de globalización, media, entretenimiento, cultura, educación e incluso, mejores oportunidades, lo cual es un tanto estigmatizante. Entonces, Por qué, en general, un estudiante de educación básica primaria, no sale comunicándose a su nivel correspondiente en inglés, si la mayoría; estado, docencia, padres de familia y en general una sociedad como la latinoamericana, quiere y se esfuerza porque todos logren esa destreza desarrollada. Como se dijo antes, no se busca culpables, más bien, se busca personas encargadas del oficio, que observen otra posibilidad, otro proceso, otra metodología y por supuesto, otros resultados, que redunden en el beneficio de aquellos estudiantes que realmente buscan comunicarse en inglés

Resultados.

El equipo de investigación de Abwif, dirigido por el profesor Edgar Rodriguez, autor de la metodología, en convenio con la universidad Unitrópico y otras instituciones educativas de Yopal Casanare, Colombia, Sur América., encontró que para la convocatoria a que los niños de la comunidad se inscribieran para tomar el proceso de aprendizaje del idioma inglés, llegara un número importante de padres interesados en que sus hijos lograran el mismo propósito, como adolescentes con la intensión propia de hacerlo, especialmente, porque al llegar a la educación superior, la obligatoriedad es mucho más alta. (Lo que permitía corroborar que, en efecto, las metodologías implementadas en los ciclos anteriores no fueron tan efectivas a la hora de responder a una solicitud en el idioma extranjero) Por supuesto, en la comunidad focalizada, como en la mayoría de países latinoamericanos, existen metodologías efectivas, pero infortunadamente son de exclusividad de un sector de nivel económico superior al general, los cuales no solo no permiten su implementación, sino que tampoco lo comparten, como lo propone el texto de la estandarización marco común europeo de referencia para las lenguas (CEFR).

Entonces, por primera vez se implementaron, como modelo de prueba, unas encuestas con los usuarios estudiantes, para que ellos mismos expresaran, sus necesidades, sus propósitos y lo que esperaban como resultado final o al plazo y nivel propuesto. A los estudiantes de secundaria, les pareció, que pro primera vez eran consultados sobre lo que se les iba a enseñar y sobre todo, de la manera como se les iba a enseñar. Entre las preguntas que se les hizo a los estudiantes universitarios, que voluntariamente quisieron adoptar el proceso que homologaba los niveles de su misma universidad, fueron, entre otras:

¿Le gustaría comunicarse en inglés sin pensar en cómo formar las frases?

¿Considera usted que es posible aprender a comunicarse en inglés, sin acudir a la gramática como catedra, sino utilizándola como corresponde a su forma nativa de forma oral y escrita?

¿A qué le teme del proceso para aprender realmente a hablar en inglés?

¿Estaría usted de acuerdo con las tareas correspondientes a prácticas fonéticas y escritas?

¿Qué tareas cree usted que ayudarían a no perder ni el tiempo, ni el ánimo (Decisión-objetivo) en el proceso?

¿Qué es más importante, tener licencia de conducción o saber conducir un vehículo?

¿Si aprender a nadar, se hace en el agua, dónde se aprende a hablar inglés?

En un comienzo, fue difícil para los procesados, acomodarse a los ejercicios repetitivos que de manera oral y escrita se propusieron, pero a medida que iban tomando confianza, especialmente en la pronunciación, se fueron, adaptando a un proceso que rápidamente les iba demostrando cómo se decían las expresiones, cuando se decían y para qué se decían. Lo que les hallaba sentido en cada acción. En la enseñanza de doce expresiones, de manera separada y de las formas oral y escrita, tales como:

My name is

My last name is

Would you please?

Tell us

My (Your, his, her, etc.) personal story

I was born in

I am twenty years old.

I am a student

I have ____ brothers and ___ sisters.

We are a (Big or small) family.

We live in (City)

I'm (Single or married)

I like to (Play soccer -  watch tv – write – read, etc.) in my free time.

I'm studying English because (Razon)

Do you have any questions?

Y, a la solicitud de la expresión, Would you please, tell us your personal story? respondieron las mismas expresiones de manera natural, conectada, con sentido y además con excelente pronunciación. Para ellos (Los estudiantes) era un milagro, para el profesor Edgar Rodriguez Molina, era una lógica básica, que se debía entender desde el punto emocional del procesado y no a la luz de teorías, técnicas y practicas que llegaron a fines determinantes en formación bilingüe, pero no al término de lograr felicidad en el estudiante que por primera vez, sentía que estaba aprendiendo pronunciando expresiones, haciendo talleres y tareas en inglés, pero con sentido, con ese algo que sacaba el proceso del tablero y lo determinaba en reacciones del interlocutor.

Luego se fue avanzando, según las edades, los ciclos y los niveles, profundizando en el vocabulario, las acciones (Verbos) las preguntas, las respuestas, las afirmaciones, las negaciones, etc., conduciéndoles a resultados conversacionales, de uso convencional dentro de un idioma.

Entonces, se lograron resultados esperados dentro de la lógica del profesor Rodriguez, que sostiene qué si una persona aprende a decir una expresión, cuando la escucha la entiende y cuando la escribe, la lee, fortaleciendo las áreas de comprensión de escucha y de lectura.

Y cuando se llego al corte de nivel, (Niveles del CEFR) se explicaron las características de las estructuras gramaticales, dentro de lo cual, no se gastó mucho tiempo, porque todos sin razón (Justificación) entendieron, aceptaron y dieron lógica a las estructuras del idioma meta. Lo que realmente pasa en un proceso nativo, en donde sucede exactamente lo mismo, pero sin la más mínima duda de que lo se expresa está bien dicho o no. Y para felicidad de los integrantes del equipo procesador, al ver que los estudiantes en cada nivel, en lugar de querer parar, descansar o no seguir, por lo contrario, solicitaban avanzar con la experiencia de, ahora sí, estar en el camino de un inglés alcanzable, posible y sobre todo funcional para la vida.

La medición.

La metodología de la equivalencia se mide paso a paso, contabilizando cada palabra o expresión desde un comienzo, lo que permite a desde el inicio llevar las cuentas de lo que se ha enseñado y lo que no, como cuantas veces se ha hecho una repetición oral y/o escrita, de manera que se sepa literalmente si ya se tiene en dominio o aún falta ampliar la práctica.

La fonética.

La gramática.

La calibración.

La autoevaluación.

La evaluación.

La calificación.

El error.

La certificación.

Son puntos claros, específicos y de cumplimiento en la implementación que, según su autor, se debe tener en cuanta, a la hora de implementarse esta metodología.

Conclusión.

La metodología de la equivalencia, es el proceso más cercano al que se desarrolla humanamente, para comunicarse en un idioma nativo, y que de llevarse a su implementación en cualquier institución educativa, sin importar, el ciclo, la edad o el nivel, se debe hacer bajo los parámetros propuestos por el texto del Marco de referencia de la comunidad europea, entendiéndose que el mismo, se promulgó para ser de libre uso, y para que a través suyo, se compartan esas mismas experiencias, no con el fin de poner trabas o imponer procesos o metodologías de manera dogmática, más bien, con el ánimo de compartir experiencias entre los profesionales dedicados al trabajo de la enseñanza y el aprendizaje de inglés como lengua extranjera.

La metodología de la equivalencia, ya está siendo utilizada en procesos de certificación internacional tales como INTES TEST y IELTFS, como en diferentes instituciones educativas de ciclos que van desde pre-escolar hasta la educación superior, en Colombia y Latinoamérica. El marco de referencia afirma que: “Las lenguas modernas se aprenden y se enseñan actualmente de muchas formas. Durante muchos años, el Consejo de Europa ha fomentado un enfoque basado en las necesidades comunicativas de los alumnos y en el uso de los materiales y métodos que les permitan satisfacer esas necesidades y que resulten apropiados para sus características como alumnos.” Lo que significa que la creación de los procesos de aprendizaje, de enseñanza, los materiales a utilizar, como la elaboración de pruebas y tareas para el logro de los objetivos, deben tener descriptores de procedimiento como de evaluación, focalizados en la necesidad de los usuarios estudiantes latinoamericanos, en este caso, respetando todos los aspectos étnicos, de religión, raza y capacidad económica, pero que garanticen el derecho propio del ser humano haciendo cosas humanas.

Año de creación. 2006.