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Sitio arqueológico Huaca Pucllana

Huaca Pucllana

El sitio arqueológico Huaca Pucllana se encuentra ubicado en el distrito de Miraflores en Lima. Probablemente, la edificación empezó a ser construida a partir del siglo III de nuestra era, y fue terminada a fines del siglo VII. En un inicio, la construcción de la pirámide estuvo a cargo de los pobladores de la cultura Lima en la etapa denominada Intermedio Temprano. En realidad, el nombre técnico de la edificación es pirámide trunca escalonada, la cual consta de siete plataformas de más de 20 metros de altura hechas de millones de adobitos (argamasa de barro) con la técnica del librero capaz de resistir los movimientos telúricos propios de la zona costera. Hasta el momento, solo cinco plataformas han sido excavadas y están en proceso de investigación. Se han encontrado restos de sacrificios humanos, mayoritariamente mujeres de la nobleza, en honor a su deidad del mar. Asimismo, se han desenterrado vasijas de cerámica con referencias al mundo marino, las cuales eran ofrendadas junto a seres humanos y restos de tiburón.

Por un tiempo, el lugar fue abandonado por la élite Lima y ocupado por los Wari, quienes usaron la parte alta de la pirámide como cementerio de la nobleza y a su vez hubo sacrificios de niños quienes acompañaban a los altos dignatarios a la otra vida. Posteriormente, con la caída del imperio Wari, serán los pobladores Ichma los que se apoderen del centro ceremonial para nuevamente usarlo como lugar de rituales funerarios y ofrendas.

En resumen, el sitio arqueológico ha pasado por tres momentos, administrado por tres culturas importantes que tomaron el control del lugar, cada una con sus propios fines y usos particulares que le dieron. Hasta ahora no se ha encontrado evidencia de ocupación incaica.

Finalmente, en tiempos actuales, la zona estuvo abandonada y se usaba como muladar e incluso servía para la práctica del motocross. A partir de 1981, se recuperó la zona arqueológica después de establecerse un convenio entre las autoridades ediles de Miraflores y el Instituto Nacional de Cultura (hoy Ministerio de Cultura).

Alrededores de Huaca Pucllana donde se levantan edificios modernos en el distrito de Miraflores

Ubicación[editar]

El complejo arqueológico Huaca Pucllana se extiende a lo largo de las calles Elías Aguirre, García Calderón, Independencia y General Borgoño, a dos kilómetros del mar en el distrito de Miraflores, en la ciudad de Lima. Aunque originalmente el sitio contaba con 18 hectáreas, en la actualidad solo consta de seis, por el proceso de construcción de urbanizaciones en los alrededores.[1]

Etapas[editar]

El sitio arqueológico Huaca Pucllana fue construido aproximadamente entre los años 200 y 700 de nuestra era. Es considerado un centro ceremonial de la cultura Lima, la cual es contemporánea a otras civilizaciones como Moche o Nazca que se desarrollaron en el periodo conocido como Intermedio Temprano o de los Grandes Maestros Artesanos. Más adelante, el complejo será utilizado como centro funerario de la élite de la cultura Wari en la etapa denominada Horizonte Medio.[2]​ Por último, la cultura Ichma ocupará el sitio y su élite se dedicará a la práctica de ciertos cortejos funerarios y ofrendas en la etapa del Intermedio Tardío, anterior a la síntesis panandina incaica.[1]

Pirámide hecha de millones de adobitos de forma paralepípeda

Arquitectura[editar]

La estructura arquitectónica de la gran pirámide de Huaca Pucllana consiste en siete plataformas con patios, zonas escalonadas, pasadizos, sistemas de recintos y rampas en zigzag que permiten alcanzar su cúspide de más de 20 metros de altura. En realidad, son edificios piramidales superpuestos como una torta de varios pisos. Cada cierto tiempo, el lugar sufría cambios en sus modelos arquitectónicos. Previo a estas transformaciones, se realizaban sacrificios humanos, banquetes, elaboración de hoyos y rompimientos de vasijas en forma de rituales, los cuales le otorgaban un sentido de sacralidad al espacio.[3]​Probablemente, estas actividades estaban relacionadas con el proceso de remodelación del sitio. Asimismo, los sacerdotes Lima usaron cantos rodados y arena gris como rellenos de las plataformas en cada remodelación.[4]​ Estos cambios arquitectónicos se realizaron en los últimos 200 años de la ocupación de la sociedad Lima, lo que posiblemente haya demandado abundante mano de obra de los lugareños hasta la llegada de la élite Wari, quienes encontraron abandonada la pirámide y establecieron un cementerio en su cima.[5]

De acuerdo con el arqueólogo Pedro Vargas Nalvarte, existen tres etapas bien diferenciadas en la construcción de la gran pirámide, después de haber hecho una clasificación según el material utilizado. Así, en la primera fase, temporalmente ubicada en Lima Medio, se levantaron tapiales. En la segunda etapa, se construyeron adobes paralepípedos cuadrangulares a fines de Lima Medio. Por último, en la última fase, se elaboraron adobes paralepípedos rectangulares con la técnica antisísmica del librero. Aquí, el sitio arqueológico alcanzó su máxima extensión.[1]

Sacrificios rituales de la élite Wari

Sacrificios rituales y ofrendas[editar]

Los arqueólogos han encontrado pequeños agujeros de 20 centímetros de profundidad en la parte alta de la gran pirámide, en los cuales se depositaban ofrendas en honor a los dioses de la cultura Lima en rituales religiosos. Así, los hallazgos arrojan restos de moluscos, vegetales y huesos de pescado, que servían como ofrendas en sus actividades rituales.[6]

En la construcción de estos grandes complejos administrativos y religiosos como Huaca Pucllana resalta las actividades rituales como complemento al trabajo corporativo. Dentro de estas, destacan el rompimiento de vasijas y la colocación de ofrendas humanas. Asimismo, la reconstrucción del ritual de hacer hoyos pequeños y luego la colocación de ofrendas dentro de ellos nos permite ampliar la información de las actividades rituales y con ello el conocimiento de las ideas religiosas sobre la cultura Lima.[4]

En unas excavaciones realizadas en 2007, se encontraron dos restos humanos en la quinta plataforma, que estaban relacionados con sacrificios. Efectivamente, estos sirvieron como relleno constructivo, vinculados a una remodelación arquitectónica. Además, los restos de estos dos individuos se usaron como base para la última construcción hecha en dicha plataforma, ubicada temporalmente en el Horizonte Medio 1B.[4]

Por tanto, las evidencias encontradas en el sitio arqueológico Huaca Pucllana y en otros lugares contemporáneos demuestran la importancia de las construcciones monumentales, las mismas que se relacionan a un sistema complejo de organización político-religiosa.

La importancia del tiburón en Huaca Pucllana[editar]

Escultura de tiburón, animal bastante utilizado como fuente de alimentación y en los rituales de la cultura Lima

En las sociedades asentadas cerca al mar, los peces son una temática recurrente en sus manifestaciones culturales como la cerámica y los textiles. Así, se han encontrado figuras de tiburones en Pucllana, Maranga y el valle de Chancay.

Entonces, en el plano de la iconografía, la figura del tiburón tuvo un carácter simbólico en Huaca Pucllana. Estos peces condrictios aparecen como dibujos en vasijas, relacionados a cambios arquitectónicos. En este sentido, en la investigación hecha por José Apolín y Pedro Vargas Nalvarte definieron cuatro tipos de contexto en el que se ve involucrado la presencia del tiburón: como ofrenda y sello, banquetes rituales, rellenos constructivos y rituales funerarios, los cuales se dieron antes o durante la remodelación de la arquitectura del sitio. Un caso ejemplificador lo constituye el hallazgo de un cántaro de gran tamaño con la figura de un tiburón sobre un piso de un recinto antes de ser enterrado, todo como parte de la remodelación.[7]

Muchos restos de tiburones han sido encontrados en banquetes rituales junto a pedazos de cerámica Lima. Se ha evidenciado un mayor consumo de carne de tiburón en los rituales por la gran cantidad de restos hallados. Asimismo, hay vestigios con la presencia del tiburón en textiles de ajuares funerarios. A su vez, estos banquetes se relacionan con la práctica de sacrificios de mujeres. Cabe aclarar que el tiburón estaría restringido a rituales donde solo un grupo selecto de personas participaban de estos. Finalmente, se puede plantear la existencia de un culto marino, en el que destaca la figura del tiburón como símbolo de la divinidad del mar.[7]

Referencias[editar]

  1. a b c Vargas Nalvarte, Pedro Carlos (11 de junio de 2014). «Secuencia constructiva de la Gran Pirámide de Huaca Pucllana en sus tiempos finales». Investigaciones Sociales 16 (28): 303-311. ISSN 1818-4758. doi:10.15381/is.v16i28.7405. Consultado el 21 de noviembre de 2022. 
  2. Ganoza Yaipén, Mirella (13 de junio de 2017). «DEFINICIÓN DE UNA NUEVA FASE CONSTRUCTIVA EN HUACA PUCLLANA». Arqueología y Sociedad (31): 363-380. ISSN 0254-8062. doi:10.15381/arqueolsoc.2016n31.e13306. Consultado el 28 de diciembre de 2022. 
  3. Flores Espinoza, Isabel; Vargas Nalvarte, Pedro; Ccencho Huamaní, José; Silvera La Torre, Hernán (31 de diciembre de 2012). «LOS PATIOS CON ESTRUCTURAS ESCALONADAS DE HUACA PUCLLANA: CARACTERIZACIÓN Y FUNCIÓN DE UNA ARQUITECTURA CEREMONIAL LIMA». Arqueología y Sociedad (25): 57-88. ISSN 0254-8062. doi:10.15381/arqueolsoc.2012n25.e12355. Consultado el 21 de noviembre de 2022. 
  4. a b c Barreto, María Inés; Ccencho H., José; Chuchón A., Hilda; Silvera L., Hernán (31 de diciembre de 2010). «SACRIFICIOS HUMANOS LIMA ASOCIADOS A LA ÚLTIMA ETAPA CONSTRUCTIVA DE HUACA PUCLLANA». Arqueología y Sociedad (22): 55-72. ISSN 0254-8062. doi:10.15381/arqueolsoc.2010n22.e12288. Consultado el 21 de noviembre de 2022. 
  5. Paz Flores, Gladys (13 de junio de 2017). «INSTRUMENTOS PARA LA VIDA, OFRENDAS PARA LA MUERTE: UN ESTUDIO DEL AJUAR FUNERARIO WARI DE HUACA PUCLLANA». Arqueología y Sociedad (31): 197-222. ISSN 0254-8062. doi:10.15381/arqueolsoc.2016n31.e13296. Consultado el 28 de diciembre de 2022. 
  6. Silvera La Torre, Hernán (11 de junio de 2014). «Buscando rastros de una actividad ritual en Huaca Pucllana». Investigaciones Sociales 16 (28): 313-332. ISSN 1818-4758. doi:10.15381/is.v16i28.7406. Consultado el 21 de noviembre de 2022. 
  7. a b Apolín, José. La Importancia del Tiburón en la Cultura Lima: un estudio de las figuras de selacios y sus restos biológicos. Consultado el 22 de noviembre de 2022. 


Línea de tiempo[editar]

La construcción de la gran pirámide de Huaca Pucllana habría empezado en el 200 d. C. y su máxima extensión se habría dado hasta el 700 de nuestra era. Esta edificación se construyó en un lapso que abarca el periodo denominado Intermedio Temprano hasta inicios del Horizonte Medio. El templo fue administrado, inicialmente, por una casta sacerdotal de la cultura Lima. Luego, será abandonado por razones aún desconocidas y la élite Wari lo aprovechará como cementerio. Más adelante, serán los Ichma quienes se apoderen del sitio para continuar con sus rituales y prácticas religiosas.

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