Usuario:Alberto OrH/Taller

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Exposición para la firma de mobiliario Artek-Pascoe Inc.

En 1946 cuando Clara Porset visitaba Nueva York, fue invitada a colaborar con una de las firmas más importantes de mobiliario, Artek-Pascoe, dicha firma se encontraba en la quiebra después de haber terminado la segunda guerra mundial. La casa Artek-Pascoe ofreció un lugar en sus instalaciones para montar una exposición de mobiliario con identidad mexicana en manos de Clara Porset, quien había vivido y formado una gran escuela de diseño en México. Mientras las miradas estaban en Europa, el diseño sufrió grandes cambios debido a la crisis mundial que se vivía y a la búsqueda de diseñar y fabricar de manera rápida y barata para levantar la situación mundial.

Fue en 1947 cuando la exposición de Clara Porset en conjunto con Artek-Pascoe fue presentada en un pequeño cuarto en la ciudad de Nueva York(1). La exposición de diseño mexicano fue distinta a las demás, ya que presentaba el estilo mexicano, pero con la esencia de Clara Porset, de nacionalidad cubana, y toda su experiencia obtenida durante su estancia en México, la exposición estaba constituida por una serie de 5 objetos con la misma identidad mexicana que Clara Porset adoptó en su visita a México, pero con el diseño contemporáneo presente en todas sus piezas.

La silla que se muestra en la imagen es un modelo de su ya conocido y famoso butaque con asiento rígido de xitle o de baqueta, pero en esta ocasión Clara optó por sustituir el asiento de xitle, por un asiento acojinado que cubría el respaldo con un tapiz de tela estampada. El modelo de la silla tuvo 4 versiones con diferentes estampados, todos con el concepto de la identidad mexicana y resaltando los colores vivos que fueron un gran acierto para darle un giro a un diseño tradicional.

La protagonista de la exposición fué la silla butaque con el acojinado y el tapiz estampado, el objeto nos presentó el diseño tradicional mexicano con rasgos de modernidad, dejando atrás el diseño “mexicano” al que todos estaban acostumbrados, la silla fue llamada por Mary Roche, editora del New York Times, como “la que realmente muestra su herencia mexicana”. La frescura que brinda en los materiales como son la madera de caoba y el color del tapiz estampado, generan una versatilidad e identidad en el diseño mexicano, las curvas del asiento y el respaldo nos dan una calidez y una invitación a sentarse cómodamente, el manejo de las curvas en las patas, demuestran continuidad y un gran soporte, Clara Porset se caracterizó siempre por usar ensambles con una gran superficie de contacto, la silla se mimetiza con el ambiente del cuarto que alberga otros muebles y objetos con el mismo concepto que propone Clara Porset.

Sin duda una gran propuesta de diseño, que toma las raíces de la cultura mexicana y plasma en su composición de manera sutil la modernidad.