Usuario:Al374814//PRACTICA 01 Al374814

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TRADUCCIÓN SIN DICCIONARIO[editar]

Texto original inglés[editar]

The studio system (which was used during a period known as the Golden Age of Hollywood) is a method of film production and distribution dominated by a small number of "major" studios in Hollywood. Although the term is still used today as a reference to the systems and output of the major studios, historically the term refers to the practice of large motion picture studios between the 1920s and 1960s of (a) producing movies primarily on their own filmmaking lots with creative personnel under often long-term contract, and (b) dominating exhibition through vertical integration, i.e., the ownership or effective control of distributors and exhibition, guaranteeing additional sales of films through manipulative booking techniques such as block booking.

The studio system was challenged under the anti-trust laws in a 1948 Supreme Court ruling which sought to separate production from the distribution and exhibition and ended such practices, thereby hastening the end of the studio system. By 1954, with television competing for audience and the last of the operational links between a major production studio and theater chain broken, the historic era of the studio system was over.

The period stretching from the introduction of sound to the beginning of the demise of the studio system, 1927–1948, is referred to by some film historians as the Golden Age of Hollywood. The Golden Age is a purely technical distinction and not to be confused with the style in film criticism known as Classical Hollywood cinema, a style of American film which developed from 1917 to 1963 and characterizes it to this day. During the so-called Golden Age, eight companies constituted the major studios that promulgated the Hollywood studio system. Of these eight, five were fully integrated conglomerates, combining ownership of a production studio, distribution division, and substantial theater chain, and contracting with performers and filmmaking personnel: Fox Film Corporation (later 20th Century Fox), Loew’s Incorporated (owner of America's largest theater circuit and parent company to Metro-Goldwyn-Mayer), Paramount Pictures, RKO Radio Pictures, and Warner Bros. Two majors—Universal Pictures and Columbia Pictures—were similarly organized, though they never owned more than small theater circuits. The eighth of the Golden Age majors, United Artists, owned a few theaters and had access to two production facilities owned by members of its controlling partnership group, but it functioned primarily as a backer-distributor, loaning money to independent producers and releasing their films.

Sound and the Big Five

The years 1927 and 1928 are generally seen as the beginning of Hollywood's Golden Age and the final major steps in establishing studio system control of the American film business. The success of 1927's The Jazz Singer, the first feature-length "talkie" (in fact, the majority of its scenes did not have live-recorded sound) gave a big boost to the then midsized Warner Bros. studio. The following year saw both the general introduction of sound throughout the industry and two more smashes for Warners: The Singing Fool, The Jazz Singer's even more profitable follow-up, and Hollywood's first "all-talking" feature, Lights of New York. Just as significant were a number of offscreen developments. Warner Bros., now flush with income, acquired the extensive Stanley theater chain in September 1928. One month later, it purchased a controlling interest in the First National production company, more prominent than Warners itself not long before. With the First National acquisition came not only a 135-acre (0.55 km2) studio and backlot but another large string of movie theaters. Warners had hit the big time.

Traducción en español[editar]

El sistema de estudios (el cual se usó durante un periodo conocido como la Edad de Oro de Hollywood) es un método de producción y distribución cinematográficas controlado por algunas productoras más importantes de Hollywood. A pesar de que este término se sigue utilizando para referirse a los sistemas de funcionamiento de los principales estudios, históricamente hacía referencia a la práctica que llevaron a cabo las grandes productoras cinematográficas entre los años 20 y los 60 de:

a) Producir películas primordialmente en sus propios sets de producción con un equipo creativo bajo un contrato a largo plazo.

b) Dominar la exhibición a través de la integración vertical, es decir, la posesión o el control efectivo de los distribuidores y de la exhibición, garantizando así ventas adicionales de películas a través de técnicas oportunistas como, por ejemplo, la reserva en bloque.

El sistema de estudios sufrió un duro golpe con la emisión del fallo por parte del Tribunal Supremo de EE.UU bajo las leyes antimonopolio de 1948, con las que que se buscó separar la producción de la distribución y exhibición y acabar con tales prácticas, acelerando de este modo el fin de los sistemas de estudios. Hacia 1954, cuando la televisión competía por conseguir la audiencia y el último de los vínculos operativos entre una de las principales producciones de estudios y la distintas salas de cine se rompió, la etapa histórica del sistema de estudios llegó a su fin.

Algunos historiadores se refieren al periodo comprendido desde la introducción del sonido hasta el inicio de la decadencia de los sistemas de estudio (1927-1948) como la Edad de Oro de Hollywood. La Edad de Oro es una distinción puramente técnica que no debe confundirse con el estilo adoptado por la crítica cinematográfica llamado Cine Clásico de Hollywood un tipo de cine americano que se desarrolló entre 1917 y 1963 y que sigue siendo característico hoy en día. Durante la llamada Edad de Oro, ocho compañías crearon las principales productoras que consolidaron el sistema de estudios de Hollywood. De estas ocho, solo cinco eran conglomerados completamente integrados que combinaban la posesión de un estudio de producción, la división de distribución y cadena de cines con la contratación de actores y personal cinematográfico: Fox Film Corporation (más tarde conocido como 20th Century Fox), Loew's Incorporated (propietaria de la mayor cadena de cines de América y matriz de Metro-Goldwyn-Mayer), Paramount Pictures, RKO Radio Pictures y Warner Bros. Otras dos grandes productoras como Universal Pictures and Columbia Pictures también se organizaron de manera similar, aunque nunca llegaron a tener más que (pequeñas cadenas de cine). El octavo de los mayores conglomerados de la Edad de Oro, United Artists, era dueño de algunas salas de cine y tenía acceso a dos servicios de producción pertenecientes a socios mayoritarios, pero su función principal era de patrocinador y distribuidor, dedicándose de esta manera a prestar dinero a independientes para después estrenar sus películas.

Los años 1927 y 1928 generalmente se consideran el comienzo de la Edad de Oro de Hollywood, así como los años de los últimos grandes avances en el proceso de establecimiento del control de los sistemas de estudio de la industria cinematográfica estadounidense.

El éxito de la película The Jazz Singer, estrenada en 1927, fue el primer largometraje “sonoro” (de hecho la mayoría de escenas no se grabaron con sonido en directo) que supuso un gran impulso para los entonces medianos estudios de Warner Bros.. Al año siguiente, en 1928, se produjo la introducción general del sonido en toda la industria, del mismo modo que tuvieron lugar otros dos éxitos más para Warner: The Singing Fool, la aún más rentable continuación de The Jazz Singer y Lights of New York, la primera película de la historia del cine hollywoodense con un 100% de diálogos sonoros. Solo algunas producciones de la gran pantalla llegaron a ser igual de significativas. Warner Bros., abrumada ahora con tantas ganancias, adquirió la amplia sala de cine Stanley en septiembre de 1928. Un mes después, compró la participación mayoritaria en la compañía de producción de películas First National, la cual poco antes de esto era más influyente que la propia Warner.  La adquisición de la entidad First National llevó consigo un estudio de filmación de algo más de medio kilómetro cuadrado y otra larga cadena de salas de cine. Los estudios Warner alcanzaron así el estrellato.