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Tercera Revolución Industrial

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La Tercera Revolución Industrial, tercera revolución científico-técnica o revolución de la inteligencia (RCT), es un concepto y una visión esbozados por Jeremy Rifkin y avalados por el Parlamento Europeo, en una declaración formal aprobada en junio de 2006.[1]​ A lo largo de la historia, las transformaciones económicas ocurren cuando convergen las nuevas tecnologías de la comunicación con los nuevos sistemas de energía. Las nuevas formas de comunicación se convierten en el medio de organización y gestión que las civilizaciones más complejas han hecho posible mediante las nuevas fuentes de energía. La conjunción de la tecnología de comunicación de Internet y las energías renovables en el siglo XXI está dando lugar a la llamada Tercera Revolución Industrial.

  1. El cambio a energía renovable 100%.
  2. La conversión de edificios en plantas de energía.[2]
  3. Las baterías recargables, el hidrógeno, y otras tecnologías de almacenamiento de energía.
  4. Tecnología smart grid o de red de distribución de energía eléctrica “inteligente”.
  5. Transporte basado en el vehículo eléctrico (vehículos todo-eléctricos, híbridos enchufables o híbridos eléctricos regulares) y de pilas de combustible, utilizando como energía de propulsión la electricidad renovable.[3]

Características de la Primera y Segunda Revoluciones Industriales

La Revolución Industrial fue inicialmente impulsada y promovida por la máquina de vapor; su introducción en la industria transformó el medio en la herramienta que desarrolló y consolidó la llamada Primera Revolución Industrial.

En la primera década del siglo XX, la energía eléctrica convergió con el motor de combustión interna, propulsada por combustibles fósiles, principalmente de derivados del petróleo, dando lugar a la llamada Segunda Revolución Industrial. La electrificación de las fábricas inició entonces la era de la producción masiva de bienes manufacturados, siendo el más importante de ellos el automóvil. Henry Ford comenzó a producir en masa el coche de motor de gasolina Modelo T, alterando la dinámica espacial y temporal de la sociedad, sin perjuicio de la falta de sostenibilidad que iba a ocasionar el transporte individual mediante motor de combustión.

Véase también

Referencias

Enlaces externos