Relaciones entre Bélgica y España

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Relaciones España-Bélgica
Bandera de España
Bandera de Bélgica
     España
     Bélgica

Las relaciones Bélgica-España son las relaciones entre Bélgica y España. Bélgica teiene una embajada en Madrid y cuatro consulados generales en: Madrid, Barcelona, Santa Cruz de Tenerife y Alicante.[1]​ España tiene una embajada en Bruselas[2]​ y un consulado también en Bruselas.[3]​ Las relaciones entre ambos países vienen definidas principalmente por su membresía en la Unión Europea y por ser aliados en la OTAN, así como la pertenencia a numerosos Organismos Internacionales, lo que hace que sus relaciones tengan amplio desarrollo en el marco de los mismos.[4]

Historia

En 1516 Carlos V, soberano de los Países Bajos acepta la corona de Castilla y Aragón y accede a ser Carlos I de España. Las historias de España y Flandes se unían para mantener una muy estrecha relación a lo largo de los siglos.

Carlos I había nacido dieciséis años antes en la ciudad de Gante. En Bruselas se edificó el Palacio de Carlos V, hoy recuperado en un importante emplazamiento arqueológico. Numerosos comerciantes españoles ya habían viajado a Flandes con anterioridad y habían formado en Brujas una importante comunidad. De hecho en 1330 se crea un consulado especialmente para ellos, y hoy dos hoteles hacen alusión a aquellos tiempos: el Hotel Navarra y el Hotel Aragón. A los comerciantes se sumaron los soldados de Carlos I. Muchos de ellos se quedaron y actualmente quedan familias en Bélgica de clara ascendencia española: los Ayala, los Béjar, los Pérez, los Manrique...[5]

Relaciones diplomáticas

España y Bélgica mantienen relaciones diplomáticas desde el primer momento de la independencia belga en el siglo XIX. Hasta finales de la I Guerra Mundial, la representación española estaba a cargo de un “Ministro Plenipotenciario”. A partir de ese momento el marqués de Villalobar fue elevado al rango de Embajador. Las relaciones entre España y Bélgica, tradicionalmente buenas, no presentan contencioso significativo alguno.[6]​ En materia jurídica ha existido disparidad de criterios: la justicia belga se ha negado en diversas ocasiones a entregar a etarras acusados de terrorismo a la justicia española; un ejemplo es el caso de Natividad Jaúregui.[7]​ Por contra la justicia española se negó a extraditar a Léon Degrelle, condenado in absentia por colaboración con la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial.[8]

Relaciones comerciales

En el marco de las inversiones bilaterales, Bélgica ocupa el puesto número 16 en el ranking de países por posición inversora en España (Bélgica como país último de la inversión) con un stock de inversión total, sin tener en cuenta las entidades tenedoras de valores extranjeros (NO ETVE), de 2.668 M€ en 2013 (0,90% del total, últimos datos disponibles) y el puesto número 20 en la lista de países por posición inversora de España en el extranjero, con un stock de inversión total (NO ETVE) de 3.674 M€ en 2013 (1,12% del total, últimos datos disponibles).[6]

Referencias