Pacto de Ostende
Ante el descontento hacia el régimen monárquico de Isabel II, los progresistas, entre los que destacan Prim y Sagasta, y la mayoría de los moderados firmaron en agosto de 1866 el Pacto de Ostende en contra de Isabel II, al cual se unieron en 1867 los demócratas, como Pi i Margall, y los unionistas, como Serrano. El fin de este pacto era derrocar a la reina, cuya escandalosa vida privada hacía considerarla "insoportable" y el establecimiento del sufragio universal. En cuanto a la forma de gobierno - monarquía o república- la decidirían las Cortes posteriormente.
Ésta fue la fase previa a la Revolución de 1868, la llamada Gloriosa, que acabó con la monarquía de Isabel II, obligada a exiliarse en Francia e inició el período denominado Sexenio Democrático que se prolongará hasta diciembre de 1874.