Musonio Rufo

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Fragmento de papiro de Musonio Rufo.

Cayo Musonio Rufo fue un filósofo estoico romano que vivió en el siglo I. Enseñó filosofía en Roma durante el reinado de Nerón, causa por la que fue condenado al exilio en el año 65, pudiendo volver a Roma bajo Galba. Han sobrevivido una colección de extractos de sus escritos.

Vida

Nació en Volsinii (Etruria) alrededor de 20 ó 30,[1]​ hijo de un equites romano llamado Musonio Capito. Ya era famoso en Roma en tiempos de Nerón, donde enseñaba filosofía estoica. Siguió al exilio a su amigo Cayo Rubelio Plauto cuando este fue desterrado por Nerón en el año 60,[2]​ retornando después de la muerte de Plauto en el 62, pero como consecuencia de sus enseñanzas, llegó a ser objeto de animadversión en la corte, siendo exiliado de nuevo en el año 65, ahora a la isla de Gyaros, en las Cícladas, por un falso cargo de participación en la conspiración de Cayo Calpurnio Pisón.[3]

Retornó con Galba en 68. Cuando Marco Antonio Primo, general de Vespasiano estaba marchando sobre Roma en 69, se unió a los embajadores que fueron enviados por Vitelio al general victorioso, y se mezcló entre los soldados de este, predicando sobre los peligros de la guerra y las bendiciones de la paz, hasta que le hicieron callar.[4]

Con Vespasiano fue capaz de acusar y obtener la condena de Publio Egnatio Celer, filósofo estoico que había testificado en la condena de Bara Sorano,[5]​ y había sido recompensado por ello por Nerón.

Fue quizá por este tiempo cuando Musonio enseñó a Epícteto, su más famoso alumno. Según Dión Casio, Musonio insinuó a Vespasiano la conveniencia de desterrar a los filósofos de Roma, en razón de su arrogancia y autosuficiencia.[6]​ Según la misma fuente, todos los filósofos sufrieron exilio en el 71, salvo Musonio Rufo, pero esto no está confirmado por otras fuentes, salvo casos puntuales, como Demetrio el cínico y Helvidio Prisco. Finalmente también fue exiliado alrededor del 75, pudiendo volver sólo a la muerte de Vespasiano, en el 79. Después de esto, nada se sabe de su vida, salvo que murió antes de 101, cuando Plinio el Joven se refiere a él como si ya no viviera.[7]

Filosofía

Su filosofía, en la mayoría idéntica a la de su pupilo Epícteto, está marcada por una fuerte tendencia pragmática. Aunque no despreció la lógica y la física, se centró en la ética. Mantuvo que la virtud es el único objetivo real del hombre, siendo esta virtud no teórica, sino práctica, e idéntica a la filosofía, en el verdadero sentido de la palabra. La persona realmente buena es también verdaderamente filosófica.

Musonio expresó también un punto de vista sobre el papel de la mujer en la filosofía, argumentando que, ya que la capacidad de hombres y mujeres para comprender la virtud es la misma, ambos deberían ser igualmente adiestrados en la filosofía.[8]

Referencias

  1. Suda,Musonius
  2. Tácito,Annales XIV,59
  3. Tácito,Annales,XV,71.Dión Casio,LXII.Filóstrato,Vit Apoll,VII,16
  4. Tácito,Historias,III,81
  5. Tácito,Historias,IV,10,40
  6. Dión Casio,LXVI,13
  7. Plinio,Epístolas III,11
  8. Diotima,Philosophers on the Role of Women

Bibliografía

Enlaces externos