Loma de la Cruz

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Vista nocturna de la ciudad de Holguín desde la Loma de la Cruz

La Loma de la Cruz emerge a 261 metros sobre el nivel del mar en Holguín, Cuba, y constituye una visita casi obligatoria para visitantes de la ciudad y resguardo para artistas inspirados.


Lleva su nombre debido a la existencia de una cruz de madera en su cima, símbolo asegurador para muchos, vacija de promesas u original ornamento para otros. La primera cruz se colocó en 1790, y fue subida por el fraile Francisco Antonio de Alegría, prior de la comunidad franciscana de Holguín. A partir de ese momento dejó de conocérsele como "Cerro Bayado" para tomar su nombre actual.


El fray Francisco Antonio de Alegría, que subió el cerro con la cruz a cuestas, instauró allí las Romerías de Mayo, una fiesta religioso-tradicional española donde se recuerda la fecha en que Santa Elena, madre del emperador Constantino el Grande, murió en el calvario atada a una cruz de madera. A principios del siglo XX, por iniciativa de un vecino llamado Oscar Albanés (historiador y padre de la bibliotecología en Holguín), se llevaron a cabo obras de restauración en las laderas de la Loma de la Cruz, en la base y en la cima. La restauración fue realizada por el arquitecto Vicente Biosca, concluyéndose el 3 de mayo de 1950, día en que se colocó la segunda cruz, pues la primera ya estaba muy deteriorada.


Estas obras fueron financiadas por los pobladores de la entonces villa de Holguín, los cuales recurrieron a rifas, colectas, verbenas y demás ingenios. Con el tiempo sucedieron diversas actividades religiosas conocidas hoy como las fiestas de mayo, que adquirieron carácter popular, todas ellas teniendo como patrón la Loma de la Cruz de Holguín.


La tercera cruz fue colocada en los primeros años de la década del noventa, pues un rayo seco, de esos que caen solitarios, inesperados y sin tormenta, la destruyó al impactar directamente sobre ella. No faltó quien dijera que “esa cruz de madera no había sido debidamente santificada” por el obispo de la Catedral de San Isidoro de Holguín, quien se encontraba enfermo en los días cercanos al 3 de mayo de 1950, y no sintiéndose en condiciones de subir el cerro, le ofició a la cruz en la falda de la loma. Esta tercera cruz, la que vemos hoy en día, fue construida de caguairán, como la original de 1790, pues esta madera preciosa abunda mucho en los bosques de la región de Bariay, la tierra más hermosa que ojos humanos hayan visto, según el Gran Almirante Cristóbal Colón a su arribo por las costas de Holguín.

Galería de fotos[editar]

Con descansos intermedios entre los 461 escalones, los bancos incluidos a mitad del ascenso pueden parecer los más cómodos del mundo, pues resulta una subida bastante fuerte para los que no están en buena forma física. Por la parte trasera de la elevación existe una carretera por la cual se puede subir en automóvil sin mayores esfuerzos, disfrutar de la comida de los restaurantes que se encuentran en su cima, y admirar la Ciudad de Holguín desde las alturas.

El Papa Francisco en la Loma de la Cruz[editar]

El 21 de septiembre de 2015, el Papa Francisco llegó a la emblemática Loma de la Cruz para bendecir a la ciudad de Holguín, en lo que constituyó la última actividad oficial de su visita episcopal a la urbe. “Que el espíritu santo descienda sobre ustedes”, exclamó Su Santidad mirando a la ciudad frente a la gran cruz que corona la elevación, marcando un hito sin precedentes para la región.