Lectoescritura en educación básica

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Enseñando a leer

La lectoescritura es el proceso por el cual un alumno aprende el proceso tanto de leer y tener la competencia de interpretar un texto como de escribir usando un alfabeto.

El proceso de aprender a leer y escribir se logra mediante un sistema que abarca desde de los primeros pasos hasta el dominio o perfeccionamiento. Esto es, no basta con alcanzar los estudios llamados las primeras letras o primeros trazos; la lecto-escritura implica un proceso en el cual se transitan las etapas más o menos diferentes en las que se producen adquisiciones que tienen que ver con el descifrado, el trazo, la compresión, interpretación composición y redacción.

La lectoescritura es esencial en la educación básica por su papel fundamental en la comunicación, el desarrollo cognitivo y el acceso al conocimiento. Aprender a leer y escribir no solo permite expresar ideas, sino que también estimula el pensamiento crítico y la capacidad de análisis. Esta habilidad brinda independencia, acceso a información y oportunidades educativas y laborales, fomentando además el desarrollo personal al exponer a los estudiantes a diferentes perspectivas y experiencias.

Desde esta perspectiva, la lectoescritura adquiere un desarrollo diferenciado en relación con los modelos tradicionales en la enseñanza de la lectura y la escritura. Debido a que estos procesos se visualizan más allá de la memorización y transcripción de letras, trasciende el significado del mundo en donde encuentran realmente sentido las letras, los procesos de lectura y escritura ocurren “en el contexto de las exploraciones del mundo: las cosas, los hechos, las ideas y las experiencias” (Goodman, 1990, p. 10)[1]

Definición[editar]

Según Charria (2013) la lectoescritura es "una interrelación comunicativa donde dos habilidades del lenguaje, leer y escribir; no pueden estar la una sin la otra, estableciendo proceso de producción ya que tanto la escritura como la lectura hacen parte de tales procesos”. (p. 78)[2]

La lectura constituye uno de los objetivos de instrucción básica, y su aprendizaje, condición de éxito o fracaso.

Montoalegre (2013) señala que: “El educando constituye el conocimiento con base en la experiencia en la interacción que lleva a cabo con el entorno, razón que conduce a afirmar que para buscar un mejoramiento de la calidad de la lectoescritura, el educador debe revisar un enfoque educativo para saber con qué teoría se pretende obtener nivel en el asunto que trata”. (p.149)[3]

Es oportuno tener en cuenta que el aprendizaje está acompañado de teorías que sujetan el proceso de enseñanza-aprendizaje, así como su proceso fisiológico y evolutivo, que son factores indispensables.[cita requerida]

Referencias[editar]

  1. «Valenciano-Canet, G. (2019). La metáfora como alternativa metodológica para investigar y reflexionar acerca de la práctica pedagógica en la enseñanza de la lectoescritura. Revista Electrónica Educare, 23(1), 1-23. https://doi.org/10.15359/ree.23-1.9». 
  2. Montoalegre, Rosalía; Forero, Luz Adriana (2013). Desarrollo de la lectoescritura: adquisición y dominio. ACTA COLOMBIANA DE PSICOLOGÍA. 
  3. Charria de Alonso, María Elvira; González Gómez, Ana (2013). Hacia una nueva pedagogía de la lectura. Bogotá: Procultura - CERLALC. p. 149.