Intoxicación
Una intoxicación se produce por la ingestión o por la inhalación de sustancias tóxicas. Las intoxicaciones accidentales o voluntarias debidas al consumo de medicamentos son las más frecuentes. Otros tóxicos son: productos industriales, domésticos, de jardinería, drogas, monóxido de carbono. La gravedad de la intoxicación depende de la toxicidad del producto, del modo de introducción, de la dosis ingerida y de la edad de la víctima. Es fundamental detectar los signos de riesgo vital: comprobar el estado de conciencia, la respiración y también el pulso.
Medicamentos
En el adulto, las intoxicaciones suelen deberse a la asociación de varios medicamentos, mientras que en el niño la causa principal es la sobredosis de un solo producto. Los medicamentos implicados con más frecuencia en los casos de intoxicación son: benzodiacepinas, analgésicos, antidepresivos, barbitúricos y medicamentos activos contra los trastornos cardíacos. Según el fármaco y la dosis ingerida, pueden producirse alteraciones de la conciencia, problemas cardiorrespiratorios graves, convulsiones y lesiones hepáticas y renales. Es imprescindible llamar al centro toxicológico o al servicio de urgencias.
Productos de limpieza y jardinería
- Intoxicaciones por productos de limpieza. Los niños suelen ser las principales víctimas de este tipo de intoxicaciones que, a menudo, se producen después de poner el producto toxico en un envase de uso alimentario. Todos los productos domésticos son potencialmente tóxicos. En general, son irritantes para el tubo digestivo; producen dolor abdominal y, en ocasiones, diarrea. Sin embargo, en algunos casos constituyen una amenaza grave: los cáusticos (p. ej., desatascadores, desincrustantes, decapantes, lejía), producen quemaduras en la boca y en las vías digestivas, y los espumantes pueden provocar asfixia si la espuma invade los aparatos digestivos y respiratorios. También son peligrosos los productos industriales de uso doméstico (trementina, aguarrás, amoniaco), que originan graves trastornos digestivos, cardiorrespiratorios y neurológicos. Cualquiera que sea la naturaleza del producto y la cantidad ingerida, hay que llamar inmediatamente al centro toxicológico o al servicio de urgencias. No hay que provocar nunca el vómito de la víctima ni hacerle beber agua, que ello tendría como efecto aumentar el recorrido del producto ingerido o hacerlo espumoso, con riesgo de asfixia.
- Intoxicaciones por productos de jardinería. Afectan principalmente a los niños. Los herbicidas son los más tóxicos, seguidos por los insecticidas, fungicidas (contra los hongos) y raticidas (contra los roedores). En caso de ingestión, hay que llamar inmediatamente al centro toxicológico o al servicio de urgencias.