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Diferencia entre revisiones de «Asesinato de Humberto Viola y su hija»

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'''Humberto Viola''' (n. 1943; m. [[1 de diciembre]] de [[1974]] en [[San Miguel de Tucumán]]), fue un [[militar]] [[argentino]] perteneciente al [[Ejército Argentino|Ejército]], que fue asesinado en [[1974]] por la organización guerrillera [[Ejército Revolucionario del Pueblo]], junto con su pequeña hija María Cristina.
'''Humberto Viola''' a Gayctor (n. 1943; m. [[1 de diciembre]] de [[1974]] en [[San Miguel de Tucumán]]), fue un [[militar]] [[argentino]] perteneciente al [[Ejército Argentino|Ejército]], que fue asesinado en [[1974]] por la organización guerrillera [[Ejército Revolucionario del Pueblo]], junto con su pequeña hija María Cristina.


== Su muerte ==
== Su muerte ==

Revisión del 00:44 25 feb 2010

Humberto Viola a Gayctor (n. 1943; m. 1 de diciembre de 1974 en San Miguel de Tucumán), fue un militar argentino perteneciente al Ejército, que fue asesinado en 1974 por la organización guerrillera Ejército Revolucionario del Pueblo, junto con su pequeña hija María Cristina.

Su muerte

El Capitán Humberto Viola estaba destacado en la provincia de Tucumán donde se desempeñaba en inteligencia bajo las órdenes del General Luciano Benjamín Menéndez.

Humberto Viola fue atacado cuando conducía su automóvil junto con su esposa María Cristina Picón y sus dos pequeñas hijas María Cristina de 3 años y María Fernanda de 5 años, en el momento de llegar a la casa de sus padres. Su hija María Cristina también fue asesinada en tanto que su hija María Fernanda resultó gravemente herida.

En el parte de guerra de la Compañía de Monte Ramón Rosa Jiménez del ERP, que ajecutó el atentado, se describen los hechos de esta manera:

A las 13.13 se acerca el objetivo. Se marca la señal y se retira el compañero. Se aproximan el auto operativo y el de apoyo separados 50 a 60 metros; queda el de apoyo semicruzado en la calle cortando el tráfico y apoyando a los compañeros. El automóvil operativo se aproxima hasta la misma altura que el objetivo – el auto y sus ocupantes - quedando medio auto adelantado. Siempre en los chequeos el sujeto descendía, en esta oportunidad la que descendió fue la esposa, quedando él al volante a la espera, seguramente para guardar el auto en el garaje. Al frenar el automóvil operativo disparan el primer escopetazo que da en el parante delantero izquierdo del parabrisas, el sujeto se agacha en ese momento y los balines dan de rebote sobre la hija de tres años que estaba atrás. El compañero de la ametralladora desciende y metiendo el arma por la ventanilla, dispara una ráfaga corta (4) tiros que dan en el sujeto que alcanza a descender, la ametralladora se traba, pero los disparos le dan a la altura de la base del pulmón izquierdo desde atrás, se adelanta mas y dispara con su pistola y remata al Capitán con un tiro en la cabeza y retoma el auto, mientras que el camarada de apoyo dispara a quemarropa con su ametralladora, hiriendo a la hija de 5 años que corre escapando hacia delante. Ejecutada la operación, la retirada se cumple correctamente. El abandono de los autos se realizó según lo planificado, lo mismo que la retirada de los compañeros.[1]

Esta versión quedó desmentida por una carta de Carlos Raúl Picón (Cuñado y Tío de las víctimas) aparecido en diciembre de 1955, titulado: «LA VERDAD SOBRE EL ASESINATO DEL MY. HUMBERTO VIOLA Y SU HIJITA CRISTINA POR TERRORISTAS DEL ERP», en el que se dice:

Nunca dispararon de frente. El primer escopetazo lo hicieron desde atrás, a no más de tres metros de distancia, prácticamente a quemarropa. La perdigonada entró de lleno por la ventanilla del asiento trasero, justamente donde estaban ubicadas las nenas. Tres postas de plomo dieron en el cráneo de María Cristina, destruyéndolo. Murió en el acto. Una posta entró por la base del cráneo de María Fernanda y se alojó, sin salida, en el lado derecho del frontal. Es decir, recorrió todo el cerebro de esa cabecita. María Fernanda, vive, sólo porque Dios así lo dispuso. Humberto recibió, en ese momento, una posta de plomo, por la espalda, en la base del pulmón. Es ahí, cuando desciende del Ami 8 y corre hacia adelante para alejarse del auto tratando de salvaguardar a sus hijas, sin saber que la horda guerrillera ya había dado cuenta de ellas. No hubo “rebotes”, el disparo fue directo, premeditado y traicionero.[2]

Los asesinos fueron denunciados y juzgados (1979), a Cadena Perpetua.

Recuerdo de la Cámara de Diputados

Al cumplirse 30 años del asesinato la Cámara de Diputados de la Nación realizó un minuto de silencio en recuerdo del asesinato del Capitán Viola y su hija María Cristina Viola.[3]

Referencias

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