Historia de la francmasonería

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La Masonería operativa

Los antecedentes

Los constructores primitivos y los colectivos de constructores de la antigüedad, constituyen la base de la cual, en algún momento, surgieron interpretaciones éticas a partir de los utensilios de la construcción, el desarrollo de conocimientos científico-tecnológicos considerados reservados para la generalidad, una organización gradual con propósitos formativos, y todos los demás elementos que devinieron en lo que, con el tiempo, llegó a denominarse francmasonería.

Elementos encontrados en las ruinas de Pompeya resultan coincidentes con la simbología masónica. Leyendas de la masonería mencionan la existencia de gremios de constructores durante la Antigua Roma, en la construcción del templo de Salomón en Jerusalén y en el Antiguo Egipto.

Por otra parte, elementos doctrinarios que se encuentran en la masonería tienen una gran correspondencia con los de las culturas griega y judía antiguas.

Sin embargo, es difícil afirmar categóricamente que en todos estos países y éstas épocas existió ya la francmasonería.

Pero tampoco podemos desconocer que las pistas y elementos que se acumulan podrían dar cuenta de la gestación de una premasonería operativa, es decir de agrupaciones de constructores que, fruto de un proceso gradual de evolución y desarrollo, puedan haber constituido los antecesores de aquellos gremios de constructores medievales conocidos con el nombre de masonería operativa.

Esto se conoció como Premasoneria Operativa.

La Masonería operativa

De lo que ya no hay duda es de que las catedrales góticas construidas en Europa durante la Edad Media fueron obra de masones agrupados gremialmente en logias, lo que se ha denominado Masonería Operativa.

Estos masones (que si bien eran en general hombres, hubo casos de membresía femenina), utilizaban los instrumentos de construcción para el uso normal a que estaban destinados, les daban una interpretación simbólica de carácter esotérica, moral, ética y espiritual.

Estos gremios operativos tenían una organización gradual; manejaban conocimientos científicos y tecnológicos avanzados, que guardaban en el mayor secreto; tenían medios de reconocimiento igualmente secretos; practicaban la fraternidad, y mantenían reuniones reservadas en las logias, en las que ejercían la libertad de pensamiento y expresión.

No todos los gremios de masones operativos eran iguales, ya que el país en que vivían influía fuertemente en sus características particulares y diferenciadoras. Esto hizo que, desde la propia Edad Media, se fuese gestando un desarrollo diferente de lo que posteriormente serían los distintos ritos y costumbres masónicas de la llamada masonería especulativa.

La continuidad de la masonería operativa y las nuevas formas

Con la evolución de la sociedad, algunas logias y gremios de la masonería operativa dejaron poco a poco de ejecutar obras materiales, pero subsistieron como organizaciones fraternales, mientras otros continuaron como organizaciones de trabajadores, conservando sus usos y costumbres tradicionales, entre los que destacan sus reuniones rituales que permitían la libre especulación y la interpretación ética o moral de los utensilios de la construcción.

Estas logias de masonería operativa, más que incorporar miembros aceptados, subsistieron gracias a la transmisión del oficio, generalmente de padres a hijos, o capacitando aprendices.

En 1716, Sir Christopher Wren, arquitecto de la catedral de San Pablo en Londres (Reino Unido), era el Gran Maestro de la “Muy Antigua y Honorable Fraternidad de Masones Libres y Aceptados”; y, en 1717, la inmemorial Logia de York se constituyó en Gran Logia de toda Inglaterra.

En la misma Inglaterra, hasta mediados del siglo XX se tienen datos de la existencia de la “Venerable Sociedad de Francmasones, Albañiles de Obra Maestra, Edificadores de Muros, Pizarreros, Pavimentadores, Yeseros y Ladrilleros”, conocidos comúnmente como The Operatives.

Por su parte, en la actualidad, en Francia, tiene plena vigencia la “Union Compagnonnique des Compagnons du Tour de France des Devoirs Unis”.

El surgimiento de la Masonería especulativa y su distribución en Europa

Se ha denominado masonería especulativa a la que ya no tiene como objetivo la construcción de templos materiales, sino más bien templos ideales o espirituales, es decir, el perfeccionamiento individual y de la humanidad; para lo cual ya no son necesarios como miembros, exclusivamente obreros especializados en el arte de la construcción, sino que puede serlo cualquier persona en capacidad de utilizar su intelecto y esfuerzo para tales propósitos.

El proceso de transformación de masonería operativa en masonería especulativa, y su correspondiente desarrollo, se produce de al menos tres formas o líneas de filiación diferentes y en países y épocas distintas:

Escocia

A partir de 1314, y luego de disuelta la Orden del Temple, se produce en Escocia el ingreso de templarios en los gremios masónicos, como medio de protección frente a persecuciones. Esto hace que la masonería operativa escocesa asuma características especiales, influenciada por las concepciones caballerescas templarias, y paulatinamente, a lo largo de siglos, vaya dejando su carácter operativo y asumiendo cada vez más un carácter especulativo; hasta que, en 1737, William Sinclair de Rosslyn, descendiente de caballeros templarios, renunció al privilegio tradicional hereditario de su familia, de dirigir la masonería escocesa, para que se produjera la elección del primer Gran Maestro de la nueva Gran Logia de Escocia, de carácter enteramente especulativo, dignidad que recayó en el propio Sinclair.

Pero durante el último siglo anterior a la creación de la Gran Logia de Escocia, y concretamente durante el exilio en Francia de Carlos II de Inglaterra Estuardo (Stuart), de 1649 a 1660, se gestó la que posteriormente sería conocida como “masonería jacobita”, originada en la masonería operativo-especulativa escocesa de influencia templaria, la cual actuaba como un partido político en apoyo de la Casa de los Estuardos y de su pretensión de restauración en los tronos de Inglaterra y Escocia.

A partir de 1688 es llamada masonería jacobita, caracterizándose por ser eminentemente aristocrática y mayoritariamente católica. Pervivió debidamente estructurada hasta 1746 y apoyó la oposición a la Gran Logia de Londres en 1752. Además, dio origen a los altos grados escoceses y caballerescos, desde el discurso de Ramsay en 1736.

A partir de una serie de altos grados surgidos por influencia de la masonería jacobita, se van configurando los ritos llamados escoceses y, principalmente por la vía del Capítulo de Clermont de 1754, el Consejo de Emperadores de Oriente y Occidente de 1758, las actuaciones de Etiene Morin desde 1761, el Consejo del Rito de Perfección de Charleston de 1797 y su trasformación, en 1801, en Supremo Consejo de Grandes Inspectores Generales, grado 33º, de EE. UU., se conforma el moderno Rito Escocés Antiguo y Aceptado, manteniendo, aunque sea en forma opacada, la tradición y doctrina de la masonería escocesa. Su posición actual es deísta, con preocupación por asuntos esotéricos y filosóficos.

Dentro de esta línea de filiación surgen también otros ritos.

Cabe aclararse que los conocimientos e interpretaciones sobre la historia y tradiciones de este tipo de masonería han sufrido cambios a lo largo del tiempo. Se sostenía su origen templario, luego se lo negó y en los últimos años, sobre todo a raíz de las investigaciones en torno a la Capilla de Rosslyn, han aparecido más datos que dan cuenta de la relación templario escocesa. Otro tema de discusión es la importancia que se da a la filiación orgánica o la filiación doctrinal para determinar las vinculaciones entre distintos grados, ritos y agrupaciones. Por consiguiente, subsisten distintas opiniones sobre estos y otros asuntos relativos a la masonería escocecista.


Inglaterra

En 1823 la Gran Logia Unida de Inglaterra constituye la Emulation Lodge of Improvement, que unifica los rituales transmitidos oralmente y se imprime el Ritual de Emulación. Por este motivo, el rito practicado por la Gran Logia Unida de Inglaterra y otras obediencias y logias que lo siguen, se denomina Rito de Emulación, aunque también suele denominarse (principalmente en Estados Unidos) Rito de York.

En 1929 la Gran Logia Unida de Inglaterra emite unos principios en los que establece que sólo dará reconocimiento masónico y mantendrá relaciones formales con grandes logias que cumplan con ellos. Estos principios incluyen la no aceptación de mujeres, la prohibición de mantener discusiones de carácter religioso o político partidista y el reconocimiento del Ser Supremo. El Volumen de la Ley Sagrada, la Escuadra y el Compás deberán estar siempre presentes cuando la Gran Logia o sus logias subordinadas estén trabajando.

Francia

Entre 1726 y 1728 la masonería inglesa se establece en Francia. En 1732 se funda la primera Logia francesa en París, recibiendo patente de la Gran Logia de Londres. Muy rápidamente se crean otras Logias francesas y en 1738 se constituye la primera Gran Logia de Francia.

En 1773 la primera Gran Logia se reestructura como una federación de ritos, pasando a denominarse el Gran Oriente de Francia. En vísperas de la Revolución, aglutina a varias decenas de millares de Francmasones.

En 1877 el Gran Oriente de Francia decide retirar de su Constitución las menciones de carácter religioso considerando que estas corresponden al fuero interno de sus miembros, lo que tuvo como resultado la aceptación tanto de creyentes como de ateos entre sus miembros. Esto generó que las grandes logias del mundo, surgidas a partir de la creación de la Gran Logia de Londres, se dividan entre las que siguen la línea de la Gran Logia Unida de Inglaterra, y las que adoptaron la línea del Gran Oriente de Francia.

La masonería laica que practica el Gran Oriente de Francia y otras obediencias y logias, se caracteriza por su defensa de la libertad de conciencia, su preocupación por asuntos sociales y el debate libre en las Logias sobre cuestiones filosóficas, espirituales o políticas, siempre desde una perspectiva no partidista.

En 1894 se crea la Gran Logia de Francia, a partir del Supremo Consejo de Francia del Rito Escocés Antiguo y Aceptado existente desde 1804. Esta Gran Logia, considera elementos fundamentales de la masonería la invocación del "Gran Arquitecto del Universo" y la presencia de la Biblia.

Los masones de una y otra jurisdicción mantienen relaciones fraternales, el Gran Oriente de Francia y la Gran Logia de Francia, las dos Obediencias con más miembros en este país, forman parte conjuntamente del espacio denomiando "Masonería Francesa" constituido para la cooperación y el trabajo conjunto de las Obediencias masónicas y que pretende anteponer el criterio de fraternidad mutua al de los diferentes puntos de vista que las separan.

En 1913 se funda la Gran Logia Nacional Francesa a partir de miembros del Gran Oriente de Francia deseosos de volver a una masonería en la que el Gran Arquitecto del Universo es Dios. Esta Obediencia, reconocida por la Gran Logia Unida de Inglaterra y por la generalidad de las Logias reconocidas por ésta. La Gran Logia Nacional de Francia no forma parte del espacio "Masonería Francesa".

En 1961 el Gran Oriente de Francia y otras obediencias masónicas, emitieron el Llamamiento de Estrasburgo para que los masones “se integren en la Cadena de Unión basada en una total libertad de conciencia y en una perfecta tolerancia mutua”, para lo cual constituyeron CLIPSAS (Centro de Enlace y de Información de las Potencias masónicas firmantes del Llamamiento de Estrasburgo). En 1962 definieron lo que debe considerarse como logia masónica, según su concepción, reafirmando la libertad de conciencia y la admisión de mujeres.


Bibliografía

  • GLE. LA MASONERÍA ABRE SUS PUERTAS. Editorial ATANOR EDICIONES, 2012. ISBN 978-84-939-6175-6
  • Esteban Cortijo (Coordinador). Masoneria y Extremadura. Edita Ateneo de Cáceres y Caja de Ahorros de Extremadura], 2008. ISBN 978-84-691-4233-2