Falsacionismo

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El falsacionismo, refutacionismo o principio de falsabilidad es una corriente epistemológica fundada por el filósofo austriaco Karl Popper (1902-1994). Para Popper, contrastar una teoría significa intentar refutarla mediante un contraejemplo. Si no es posible refutarla, dicha teoría queda corroborada, pudiendo ser aceptada provisionalmente, pero nunca verificada. Dentro del falsacionismo metodológico, se pueden diferenciar el falsacionismo ingenuo inicial de Popper, el falsacionismo sofisticado de la obra tardía de Popper y la metodología de los programas de investigación de Imre Lakatos.

El problema de la inducción nace del hecho de que no se puede afirmar algo universal a partir de los datos particulares que ofrece la experiencia. Por muchos millones de cuervos negros que se vean, no será posible afirmar que «todos los cuervos son negros». En cambio, basta encontrar un solo cuervo que no sea negro para poder afirmar: «No todos los cuervos son negros». Por esa razón Popper introduce el falsacionismo como criterio de demarcación científica.[1]

Popper en realidad rechaza el verificacionismo como método de validación de teorías. Su tesis central es que no puede haber enunciados científicos últimos, es decir, enunciados que no puedan ser contrastados o refutados a partir de la experiencia. La experiencia sigue siendo el método distintivo que caracteriza a la ciencia empírica y la distingue de otros sistemas teóricos.

Para Popper ni existen puntos de partida incuestionables ni la racionalidad científica los requiere. El asunto de la verdad es, pues, cuestión del método de buscarla y del método de reconocer la falsedad. Aunque la ciencia es inductiva en primera instancia, el aspecto más importante es la parte deductiva. La ciencia se caracteriza por ser racional, y la racionalidad reside en el proceso por el cual sometemos a crítica y reemplazamos, o no, nuestras creencias. Frente al problema de la inducción Popper propone una serie de reglas metodológicas que nos permiten decidir cuándo debemos rechazar una hipótesis.[2]

Popper propone un método científico de conjetura por el cual se deducen las consecuencias observables y se ponen a prueba. Si falla la consecuencia, la hipótesis queda refutada y debe entonces rechazarse. En caso contrario, si todo es comprobado, se repite el proceso considerando otras consecuencias deducibles. Cuando una hipótesis ha sobrevivido a diversos intentos de refutación se dice que está corroborada, pero esto no nos permite afirmar que ha quedado confirmada definitivamente, sino sólo provisionalmente, por la evidencia empírica.

El método falsacionista

Para los falsacionistas el científico es un artista en tanto que debe proponer audazmente una teoría que luego será sometida a rigurosos experimentos y observaciones. El avance en la ciencia está en falsar sucesivas teorías para así, sabiendo lo que no es, poder acercarse cada vez más a lo que es.

Las hipótesis que proponen los falsacionistas deben ser falsables, es decir, pueden ponerse a prueba y ser desmentidas por los hechos o por un experimento adverso. Para cumplir con esta condición, las hipótesis deben ser lo más generales posible y lo más claras y precisas posible. Una hipótesis falsable no sería «mañana tal vez llueva», ya que en ningún caso se puede falsar («mañana tal vez no llueva»).[3]

Una hipótesis falsable sería «el planeta Mercurio gira en una órbita». Una hipótesis más general (y por lo tanto más falsable) sería «todos los planetas giran en una órbita». Y una hipótesis más precisa (y por lo tanto también más falsable) sería «todos los planetas giran en una órbita elíptica».[4]

Los falsacionistas siempre prefieren las hipótesis o teorías que sean más falsables, es decir más susceptibles de ser demostrada su falsedad, mientras que no hayan sido ya falsadas. Así la ciencia progresaría a base de ensayo y error.

Una teoría será considerada falsable cuando se pueda dividir de manera precisa sus enunciados de base —referidos a acontecimientos observables— en dos subclases no vacías: la de todos los enunciados de base con los cuales está en contradicción —que enuncian lo que ella excluye o prohíbe—, sus falsadores potenciales, y la de todos los enunciados con los cuales no está en contradicción —los que enuncian lo que ella permite—.[5]​ ventajas del falsacionismo -busca el progreso de la ciencia, más que demostrar la verdad. -usa la deducción para establecer las conclusiones. -reconoce que los hechos y las teorías son falibles.

Notas

  1. Letralia.com («No todos los cuervos son negros», de Miguel A. Schmucke P.).
  2. Hiru.com («El racionalismo crítico»).
  3. Mail×mail.com (tipos de enunciados).
  4. Madrimasd.org (ejemplos de enunciados falsables).
  5. Popper, K., "Logik der Forschung" (1934), tr. V. Sánchez de Zavala, "La Lógica de la Investigación Científica", Tecnos, Madrid, 1967.

Véase también

Enlaces externos

  • Liceus.com (artículo acerca del falsacionismo, de Raquel del Coso).