Eudaemonio
Eudaemonio, eudaimon, o eudemon (griego: εὐδαίμων /eu̯'dai̯moːn/) en la mitología griega era un tipo de Demon (demonio) o genio (deidad), que a su vez era una especie de espíritu[1]; el cual era considerado como un espíritu bueno o un ángel, mientras que el mal era el cacodaemon su espíritu contrario.[2]
Etimología
[editar]La palabra eudáimōn en griego significa tener un espíritu de ayuda, y consecuentemente, estar felices. Está compuesta de las palabras εὖ eu, que significa "bien" o "bueno" y δαίμων dáimōn, que significa "divinidad, espíritu, poder divino, destino, o dios."[2][3][4] también daimon es el derivado griego para el término demonio, en ese caso "demonio" significa "repleto de conocimiento".[4][5] En ciertas ocasiones eudaimon es incorrectamente considerado con su significado literal "espíritu bueno".[2]
Por otra parte Eudaimon es también un antiguo nombre propio, particularmente era el nombre griego de un sacerdote de Zeus y padre de Elio Aristides, un notorio retórico del siglo II d. C.[6]
Características
[editar]Dentro de los Eudaemons de la mitología griega se incluían a héroes deificados. Ellos eran considerados espíritus intermediarios entre los dioses y los hombres. Los Eudaemons, al ser "demonios" buenos, eran entendidos como espíritus guardianes, que otorgaban protección y orientación a aquellos que vigilaban.[4][5]
Como consejero, el eudaemon susurraba consejos y opiniones al oído. A dicha persona se le consideraba afortunada. Se decía que, Sócrates durante su vida, tuvo un daemon que siempre le advirtió sobre las amenazas y el mal juicio, pero nunca dirigió sus acciones. De acuerdo a Sócrates, su daemon era más preciso que las formas de adivinación respetadas en la época como lectura de las entrañas o observando el vuelo de aves.[4][5]
Un demonio bueno adorado era Agathodaimon en cuyo honor, la primera libación al dios Dionisio fue dedicada.[7]
Otras definiciones
[editar]El filósofo Aristóteles creía que una persona feliz era aquel que es un eudaemon, pero aun así, de una manera literal, posee un buen demonio o uno afortunado. Heráclito creía que el carácter de una persona era su daemon guardián.[7]
De vez en cuando, un buen daemon también puede presentarse a las almas de los difuntos. Por ejemplo, la heroína Alcestis en 438 a. C. en la tragedia ateniense por la Euripides griega, se mostró como un "demonio bendecido" posteriormente a su muerte.[7]
De acuerdo al psicólogo Carl Jung no hay un eudaemon o bien un cacodaemon sino solo un demonio que es un espíritu único e independiente, ni bueno ni malo que puede vivir dentro de cualquier persona.[5]
En los enfoques místicos, el eudaemon a veces es definido como un símbolo del "yo superior", o de la persona en el "cuerpo causal." de igual manera, es un símbolo de inteligencia en el "plano budista" y planos esotéricos superiores, que asiste a la evolución y es relacionado con los pensamientos y emociones más elevadas.[5]
Véase también
[editar]- Eudaemons
- Eudaimonía
- Eudemonología
- Lares Familiares
- Penates
- Ángel del hombro
- Deidad tutelar
- Gohō dōji
- Dharmapala
Notas
[editar]Referencias
[editar]- Cooksey, Thomas L. (2010). Plato's 'symposium': a reader's guide. Continuum. ISBN 0826444172.
- Merriam-Webster; Encyclopedia Britannica, ed. (1995). Merriam-Webster's Encyclopedia of Literature. Merriam-Webster. ISBN 0877790426.
- Russell, Michael; Wheeler, James T. (1865). A Connection of Sacred and Profane History from the death of Joshua to the decline of the kingdoms of Israel and Judah. Londres: William Tegg. OCLC 7051604.
- Prior, William J. (1990). Virtue and knowledge: an introduction to ancient Greek ethics. Routledge. ISBN 0415024706.
- Wilhelm, Robert (2002). Return to Soul: An invitation to view the soul. iUniverse. ISBN 0595221491.
- Guiley, Rosemary Ellen (2008). The Encyclopedia of Witches, Witchcraft and Wicca. Facts on File. ISBN 0816071039.
- Smith, William (1844). Dictionary of greek and roman biography and mythology. 1, Abaeus-Dysponteus. Londres: Taylor and Walton John Murray. OCLC 492553013.