Chubasco
El chubasco, también conocido como aguacero, es un tipo de precipitación cuya característica principal es la rapidez con la que aparece y con la que finaliza. La precipitación puede ser en forma líquida (lluvia), acompañada, o no, de granizo.
Causas e intensidades
Los chubascos son la consecuencia de la inestabilidad que puede existir en la atmósfera. Se trata de una forma típica de lluvia de convección. Suelen producirse en días soleados y calurosos y se deben a la formación de nubes de desarrollo vertical (cumulonimbus). La precipitación suele ser descargada durante la tarde y la noche; en el mar se forman tras el paso de un frente frío. Según el grado de inestabilidad que haya en la atmósfera, pueden ir acompañados de tormentas e incluso granizo. A veces la precipitación puede contener partículas de barro que, cuando el agua se evapora, se quedan incrustadas en los cristales u otros lugares.
Los chubascos o aguaceros tienen diferentes intensidades teniendo en cuenta que casi siempre existe una relación inversa entre intensidad y duración:
- Chubascos moderados: la precipitación es mayor que 2 y ≤ 15 mm.
- Chubascos fuertes: la precipitación es mayor que 15 y ≤ 30 mm.
- Chubascos muy fuertes: la precipitación es mayor que 30 y ≤ 60 mm.
- Chubascos torrenciales: la precipitación es > 60 mm.
Los chubascos en el folklore
En Venezuela, innumerables canciones, especialmente canciones llaneras, se dedican a fenómenos meteorológicos y los chubascos no podían faltar. Precisamente en la canción Chubasco llanero, en la voz de Neyda Perdomo, se hace referencia a este tipo de lluvia ([1])
En España, Antonio Machado se refiere a los chubascos en su conocida poesía En abril, las aguas mil:
- Son de abril las aguas mil
- sopla el viento achubascado
- y entre nublado y nublado
- hay trozos de cielo añil