Alzamiento del 18 de octubre de 1891

El alzamiento del 18 de octubre de 1891 fue un intento de golpe de estado ocurrido en Paraguay durante la presidencia de Juan Gualberto González.

El alzamiento tomó por sorpresa al Gobierno Colorado. Nadie esperaba que la agitación política desembocara abruptamente en el sórdido atajo de la subversión. Hasta ese momento, la oposición ejercía la mas amplia libertad de prensa y atacaba diariamente al gobierno desde "El Independiente", "La Democracia" y "El Tiempo". Sus hombres ocupaban numerosos cargos de importancia en la administración pública y en el Congreso Nacional.^{[cita requerida]}

No tenía cerrado pues -el liberalismo- ninguno de los caminos normales de la política en cualquier país democrático. Su actitud sediciosa se descargo en el vacío, sin respaldo popular, sin bandera, sin programa, sin objetivos, impulsada únicamente por el afán de conquistar el Poder para si y torcer el rumbo institucional de la República de Paraguay.^{[cita requerida]}

Desarrollo

El domingo 18 de octubre, a las 19:00 horas, los sediciosos se apoderaron de tres tranvías tirados por caballos, y realizaron el trayecto hasta la calle el Paraguayo Independiente y 14 de Mayo, donde tenía su cuartel el Batallón Escolta Presidencial, luego sede de la Escuela Militar. Luego de matar a tiros al centinela de la esquina, atropellaron la guardia de prevención y asesinaron allí al oficial Mora, y a varios suboficiales y soldados que intentaron oponerse ya dentro del cuartel.

Mataron también al Comandante Santos Miño sub jefe de la unidad y a otros soldados, dejando herido al de gravedad al Comandante, Coronel Luis Cristaldo, quien falleció el 7 de diciembre a consecuencia de las heridas sufridas durante el atraco.

Simultáneamente, otra columna, al mando del Pedro P. Caballero atacó el cuartel de la infantería, cuyo jefe, Coronel Angel Ozuna, cayó bajo las balas de los atacantes.

En el cuartel de la escolta, un grupo de hombres resistió denodadamente el impetuoso ataque del Mayor Vera. En medio del tiroteo cayó muerto el jefe atacante, herido por error por sus propios compañeros, lo cual hizo cundir la desmoralización entre los sediciosos. También cayo herido de muerte el Diputado Juan Bautista Machain.

Antonio Taboada llegó con un grupo de refuerzo, pero evacuó el lugar al notar la vigorosa reacción de los soldados leales. Otro grupo al mando del Coronel José del Carmen Pérez (baqueano del ejército aliado durante la guerra del 70) había asaltado la casa del General Bernardino Caballero en Asunción (Cnel. Bogado) esquina Escalada (México). El General Caballero tras intenso tiroteo logro repeler la agresión criminal.

La defensa de la legalidad

La organización de la defensa no se hizo esperar. Pasados los primeros momentos de sorpresa, el jefe de policía, Coronel Juan C. Meza, desplego a sus hombres, hizo cerrar las puertas de su cuartel e instalo cantones sobre el edificio. No le fue posible abrir fuego sobre el vecino cuartel de caballería, porque ignoraba quien controlaba allí la situación.

El Ministro de Guerra y Marina, Coronel Juan B. Egusquiza, acompañado de un sargento, penetro en los cuarteles atacados por un portón que daba sobre las ruinas de la Iglesia de la Encarnación, lugar donde fue construido mucho después el Estadio Comuneros. Llego al lugar en el momento en que el Coronel Cristaldo caía gravemente herido, pero pudo reagrupar a las tropas y efectuar un exitoso contraataque.

Juan B. Rivarola, acompañado de un piquete de marineros y de varios sediciosos de la Capitanía de Puertos, huyo en el Vapor "Teniente Herreros" al servicio de la Aduana. También lograron huir Antonio Taboada, Adolfo Soler, Cecilio Báez, Pedro P. Caballero, Daniel Candia y otros.

Cerca de la medianoche se restableció la calma de la ciudad. Pero las huellas de los combates habían quedado impresas en las paredes y en el corazón de los ciudadanos. La tolerancia y el ejercicio de la democracia practicados por el gobierno habían tenido una respuesta artera e irracional. El pueblo fue perplejo testigo de este inaudito sorpresivo e injustificado desorden

Polca 18 de octubre

Esa noche, fue estrenada en los cuarteles una alegre polca, compuesta por el jefe de la banda de la policía, para rendir homenaje a los caídos en defensa del orden constitucional. Paradójicamente, esa misma polca, con el nombre "18 de octubre" pasó a convertirse con el correr del tiempo, en la canción oficial del liberalismo.

Fueron detenidos numerosos miembros del Centro Democrático. Entre ellos, Ignacio Ibarra, Manuel Irala, José Macias, José Urdapilleta, Fernando Saguier, Manuel I. Frutos, Francisco Guanes, Benigno Riquelme, Fernando Carreras, Victor y enrique Soler, Manuel Avila y muchos mas. En total, los detenidos sumaban alrededor de 150. Al día siguiente, el Poder Ejecutivo decreto el Estado de Sitio en toda la Republica, por 30 días. Además, se comenzó a destituir a numerosos funcionarios públicos que habían tomado parte del abortado golpe de estado, entre ellos Antonio Taboada, miembro del Consejo Superior de Educación y Juan B. Rivarola, Administrador General de Aduanas, miembros del comité organizador del atraco, junto con Eduardo Vera y Pedro P. Caballero, que habían traicionado su compromiso de lealtad con el gobierno del que formaban parte y al que, por otro lado, habían contribuido a entronizar.

En allanamientos sucesivos se encontraron armas, balas y dinamita, principalmente en el domicilio del señor Emilio Cabañas Saguier sobre la calle El Paraguayo Independiente, donde debía instalarse un cantón rebelde.

Los presos políticos fueron tratados con corrección y deferencia, según lo hace constar Gomes Freire Esteves, en su "Historia Contemporánea del Paraguay". El Ministro del Interior dirigió una circular a las autoridades de campaña, el 23 de octubre, en el que informaba que el movimiento sedicioso no había tenido ramificaciones en el interior y que el país se hallaba en completa calma.

El gobierno ordeno disolver la gente reunida para apoyar, en caso necesario, el gobierno constitucional. Las autoridades debían informar a la poblacion de los sucesos acaecidos.

Referencias

• “Enciclopedia Republicana”. Leandro Prieto Yegros
• “Historia contemporánea del Paraguay”. Gomes Freire Esteves