Diferencia entre revisiones de «Rebautismo»

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''Diccionario general de teología'', 1846, Abate Bergier
''Diccionario general de teología'', 1846, Abate Bergier


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Revisión del 19:57 23 mar 2010

Se llaman rebaptizantes a los cristianos que quisieron repetir el bautismo en los que ya estaban válidamente bautizados.

En el siglo III, Firmiliano, obispo de Cesárea en Capadocia y algunos obispos de Asia y San Cipriano al frente de muchos obispos de África declararon que era preciso rebautizar a todos los que recibieron el bautismo por mano de los herejes. Se fundaban en que el que no tiene el Espíritu Santo no puede darle, falsa máxima de la cual se seguiría que el que está en pecado mortal no puede administrar válidamente sacramento alguno y que la eficacia de este sagrado rito depende del mérito personal del ministro. Alegaban también en su favor la tradición de sus Iglesias: es constante que esta tradición no pasa del siglo II en África, ni del obispo Agripino que había precedido a San Cipriano y había ocupado su silla muchos años. S. Cipriano, Epist. 73, ad Juvayan.

El papa San Esteban resistió primero a los asiáticos y después a los africanos con la firmeza y decoro que corresponde a un jefe de la Iglesia. Les opuso una tradición más auténtica y constante que la suya diciéndoles: nada innovemos: atengámonos a la tradición. Aún amenazó a unos y a otros con separarlos de la comunión pero se disputa sobre si efectivamente los excomulgó. Hasta entonces la práctica de la Iglesia era tener por válido el bautismo administrado por los herejes a no ser que alterasen la fórmula que habia prescrito Jesucristo. Así se decidió en el siglo IV en el concilio de Arlés y en el de Nicea. Claro está, pues, que Firmiliano y San Cipriano se equivocaron en el fondo de la cuestión porque la Iglesia universal reprobó su opinión en este punto.

Referencias

Diccionario general de teología, 1846, Abate Bergier