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El término tribu aparece en la antigua [[Roma]], cuando se agremian varias bandas, clanes o conjunto de personas emparentadas (tribus) diferentes entre sí, pero que tienen la necesidad de formar una comunidad y crear instituciones para que sea posible la convivencia entre las gentes que han decidido vivir juntas y unidas, conociendo las diferencias entre ellas y entre las tribus.
El término tribu aparece en la antigua [[Roma]], cuando se agremian varias bandas, clanes o conjunto de personas emparentadas (tribus) diferentes entre sí, pero que tienen la necesidad de formar una comunidad y crear instituciones para que sea posible la convivencia entre las gentes que han decidido vivir juntas y unidas, conociendo las diferencias entre ellas y entre las tribus.


La palabra tribu ha originado del [[latín]] numerosos vocablos como:caca
La palabra tribu ha originado del [[latín]] numerosos vocablos como:
* '''Distribuir:''' dar materiales o comida entre las tribus.
* '''Distribuir:''' dar materiales o comida entre las tribus.
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* '''Tribunal y tribuno:''' para administrar la justicia y la política.
* '''Tribunal y tribuno:''' para administrar la justicia y la política.
* '''Tributo y contribución:''' aporte de los bienes económicos.
* '''Tributo y contribución:''' aporte de los bienes económicos.

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General

Tribu de tobas, cerca del río Pilcomayo, 1892

Una tribu es un conjunto de personas que proceden generalmente de una familia o de la asociación de varias familias, que habitan un poblado o aldea en un territorio geográfico definido, que están dirigidas por las personas mayores (jefes o patriarcas). Los humanos que componen una tribu suelen ser de la misma raza, creencias y costumbres. Las tribus surgen en el neolítico y tras la asociación de las primeras tribus en las ciudades surgen las civilizaciones.

Marshall recibe una definición que ampliaría este concepto: "grupo social asociado a la familia, junto con la autonomía de una nación". Un interaccionismo simbólico relevante entre los miembros y un claro lugar de socialización de los mismos, que debe perdurar por más de una generación y con parentescos y obligaciones comprobables por los observadores y documentado por ellos. Los artefactos, las tradiciones y evidencias tales como una Carta Magna, un Libro Sagrado, un Folclore, un Idioma para un territorio que fue históricamente delimitado.

El término tribu aparece en la antigua Roma, cuando se agremian varias bandas, clanes o conjunto de personas emparentadas (tribus) diferentes entre sí, pero que tienen la necesidad de formar una comunidad y crear instituciones para que sea posible la convivencia entre las gentes que han decidido vivir juntas y unidas, conociendo las diferencias entre ellas y entre las tribus.

La palabra tribu ha originado del latín numerosos vocablos como:

  • Distribuir: dar materiales o comida entre las tribus.
  • Tribunal y tribuno: para administrar la justicia y la política.
  • Tributo y contribución: aporte de los bienes económicos.

Hoy se refiere a "tribu urbana" cuando se trata de grupos con afinidades y que por sus conductas y preferencias, se identifican.

Definición crítica (en clave antropológica)

Tanto para evolucionistas como para funcionalistas (Bonte e Izard, 716), la tribu es un grupo social con una organización pre-estatal, basada en la agrupación de numerosas familias y... aquí se acaba el acuerdo. Por los evolucionistas, estamos ante uno de los cuatro estadios esenciales (Bonte e Izard, 414) (Kottak, 144) que marcan la evolución de la sociedad: banda, tribu, jefatura y estado, donde la relación con el territorio (inexistente, con respecto a las bandas y tribus, necesaria por el que hace para entender a la jefatura y al estado (Bonte e Izard, 247 y 416)) es clave por categorizar-las. El funcionalismo considera que la existencia o no de una asociación territorio/grupo social no es el hecho determinante, sino que se basa en si el orden social está fundado en un poder centralizado y existe segmentación social (jefatura y estado) o el poder es no centralizado y no existe segmentación social (banda y tribu) (Bonte e Izard, 716).

La generalización del uso del concepto “tribu” a diferentes grupos sociales de cualquier parte del mundo hace aflorar contradicciones en cualquier de las dos aproximaciones: en la Polinesia las tribus tienen una cierta segmentación social (aristocracia tribal (Bonte e Izard, 124-125)) y poder central (el jefe de la tribu asume funciones ejecutivas militares y económicas, además de las religiosas, que van más allá de las típicas de un “big man” (Bonte e Izard, 124-125; Kottak, 151)); en Nueva Zelanda las tribus (iwi), son el resultado de la agregación de grupos de descendencia cognaticios (hapu) con un territorio claramente delimitado (Bonte e Izard, 529); en la India los estudios etnográficos desarrollados entre el 1881 y el 1961 nos muestran que estamos delante de unas 50.000 subcastas agrupadas en 3000 castas que dan lugar a 427 tribus, agrupación que no responde a ninguno de los dos ejes mencionados: se presume que su origen proviene de la evolución en la división del trabajo y de la intrusión del legislador brahman, que al codificarlo lo fijó (Bonte e Izard, 365). Por otra parte, en la sociedad árabe preislámica las tribus venían determinadas por hechos religiosos (como por ejemplo compartir sacrificios (Bonte e Izard, 648)), en Siberia se basaban en uniones exogàmiques de filiación patrilineal (intercambio de mujeres (Bonte e Izard, 670)), en Japón una misma palabra (zoku (Bonte e Izard, 412)) designa tanto a familia como tribu o raza, en Alaska las tribus estaban formadas por casas (que son agrupaciones diferentes de familias, también existentes en sociedades arcaiques de Guinea o Madagascar o en la edad medieval da Europa o del Extremo Oriente (Bonte e Izard, 144 y 190)) que mantenían una fuerte autonomía económica y política... Una verdadera constelación de significados bajo un concepto demasiado potente como para que pueda ser descrito de una vez por todas, sin olvidar que la aproximación a estas realidades se ha hecho muchas veces con ojos románticos que buscan (y por lo tanto, ven) el exotismo (Bonte e Izard, 33; Kottak, 147) de aquello diferente. Otro aspecto que complica la conceptualitzación de tribu viene dado por la falta de teorías documentadas empíricamente que demuestren como las tribus evolucionan hacia las jefaturas (Bonte e Izard, 414).

Con todo, y teniendo en cuenta que ninguna antropólogo ha podido ver en estado puro ni bandas ni tribus ni jefaturas, puesto que la antropología apareció mucho después del nacimiento del Estado (Kottak, 144, 149), hay evidencias arqueológicas, relatos históricos y hechos actuales que permiten establecer una serie de hechos básicos asociables a las tribus: grupos sociales con producción no intensiva de alimentos (horticultura y pastoreo), poblados y grupos de filiación sin una estratificación social determinante (aunque, como pasa con los nuer de Sudán, cuando las tribus son muy grandes aparece otro tipo de segmentación denominado OLS: organización en linajes segmentarios, que apuntan a antepasados comunes (Kottak, 152)), un gobierno central insuficiente como para forzar el cumplimiento de sus decisiones (Kottak, 146) (Como ejemplo del impacto que en la vida social tiene el carecer de un poder central fuerte, Bronislaw Malinowski [Malinowski, 117 a 133] describe con mucho detalle en el capítulo IV (Canoas y Navegación) las extensas y prolijas negociaciones y reglamentaciones -necesarias para la organización social del trabajo en estos grupos sociales categorizables como tribus [ibídem, 29 a 39]- que esta carencia hace imprescindibles en el momento en que los Jefes de las tribus de las comunidades de Tobriand y Kitava piden construir una canoa para ellos), derecho basado en la consanguinidad y no en el contrato (Bonte e Izard, 416), y, finalmente, absoluta desigualdad de género (Kottak, 150).

Como análisis crítico final, hace falta decir que la enorme dificultad que la Antropología ha encontrado en el momento de definir “tribu” pone de relieve las carencias reales de los fundamentos empíricos de la vía antropológica de su estudio (Bonte e Izard, 716).

Bibliografía

  • Pierre Bonte, y Michel Izard, Diccionario AKAL de Etnología y Antropología, Akal, Madrid, 2008.
  • Bronislaw Malinowski, Los argonautas del Pacífico occidental, Planeta, 1986.
  • Conrad Philippe Kottak, Antropología Cultural McGraw Hill, Madrid, 2006.