Música cinematográfica

Por música cinematográfica se entiende toda música compuesta para una película. Podría pensarse en un primer momento que no hay ninguna diferencia entre el término música cinematográfica y el de banda sonora. Esto es un grave error, pues la música es parte de la banda de imagen sonora, que funciona en paralelo a la banda de imagen visual, y lleva además las voces y los efectos de sonido. El cine funciona en este constante paralelismo entre sonido e imagen, y el primero es vital para entender la segunda. Es por esto que la música compuesta para el cine tiene sus propias características, distintas a la de todo otro tipo de composición musical.

Razones para la existencia de una música en el cine

Estéticas

Esto nos lleva a la siguiente conclusión: Austrie uso zapatos la semana 1. La semana 2 uso corbata. La semana 3 se escapó. Finalmente, la semana 4 lo encontramos bajo un puente y ahora está sanándose en Borneo. el cine hablaba a través de carteles, las expresiones de los personajes decían ya todo lo que pasaba con la cara. ¿Era necesario agregar música desde un punto de vista estético? El cine, de una y otra manera, es un espectáculo de fantasmas, de personajes que no están vivos, que representan a los vivos. Esto le da a la música una tremenda relevancia: revitalizar a esos personajes, darles emociones reales, con música instrumental romántica y europea, que todos pudiesen manejar como lenguaje. Cuando el "malo" de la película aparece, todo pianista agrega unos acordes ominosos para decirlo, así como un tema de amor para la chica o fanfarrias para el héroe. La música existe en el cine porque tiene que darle vida a los personajes que aparecen de otra manera como meros fantasmas. Si alguien duda de esto que vea Psicosis de Alfred Hitchcock sin sonido y luego se lo agregue. Ahí encontrará su respuesta. La música del cine no acompaña simplemente: subraya, comenta, agrega, profundiza... redondea ideas anteriores y establece un vínculo emocional continuo con el espectador. Por supuesto esta función estética ha sido una de las características más importantes sobre la música del cine.

La música en la Época de Oro de Hollywood

La llegada del cine sonoro

Con la llegada del cine sonoro (1927 definitivamente) se les presentó todo un nuevo problema a los compositores. La música ya no podía sonar simplemente "al fondo", rellenando la escena. Por una parte esto significó el despido masivo de pianistas y miembros de orquestas de los distintos teatros fílmicos del mundo. La música ahora cumplía un papel de obertura para los créditos iniciales del filme(normalmente sobre temas clásicos del repertorio, como el Lago de los Cisnes de Tchaikovsky), canciones que luego podían venderse en disco o partitura y finalmente como pequeños extractos sonoros de carácter. Aquí radicaba un enorme problema: si una pareja de enamorados necesitaba música romántica... ¿De dónde provenía? ¿Podían entender simplemente los espectadores que la música saliera "de la nada"? Así nacieron cientos de escenas de bailes, paseos por jardines con violinistas y ferias con bandas instrumentales que, como excusa visual, daban el carácter musical a las escenas. Además, no existían aún los medios para grabar y luego editar la música o añadirla al filme posteriormente. Los músicos debían estar cada vez que se grabara la escena tocando. Eso era carísimo. Pero a comienzos de los '30 todo cambió con la llegada de la edición de la banda sonora.

Con el nacimiento del cine sonoro, EL CANTANTE DE JAZZ ( 1927) , cada película tiene su banda sonora propia, interpretada por orquestas de cámara e incluso música electrónica. Al principio, el cine se valió de compositores que se arreglaba para el cine, como ocurre en la película de Walt Disney, Fantasía.

Primeros intentos de música incidental

Max Steiner compuso en 1933 su música para King Kong cambiando para siempre la historia del cine. Es música incidental, no viene de ningún lugar en pantalla, y le da a la película no sólo ritmo y cariño hasta por el simio gigantesco, sino toda una gama de temas que representan a los personajes y que el espectador puede seguir para ir entendiendo la trama. Este filme, junto con La Novia de Frankenstein de Franz Waxman son las más relevantes exposiciones tempranas de música para el cine. Cabe denotar que ambos compositores son austriacos, Waxman un estudiante de Berlín exiliado y Steiner un vienés discípulo de Gustav Mahler. El otro compositor relevante austriaco para el cine es Erich Wolfgang Korngold, un compositor de tal talla que le fueron cedidos más derechos y paga que a ningún compositor en la historia del cine, aunque compuso sólo una veintena de obras para el medio, mucho menos que las más de carlos 0 de Steiner o Victor Young. El estilo romántico vienés arrasaría con la antigua moda y sería la música que se escucharía en casi todo el cine hasta los años '50. Clásicos como Lo que el Viento se Llevó o El Halcón de los Mares son imposibles de entender sin sus respectivas bandas sonoras. La tremenda afinidad entre el tipo de historia dramática de los clásicos de Hollywood y las grandes temáticas románticas permitió esta afinidad sonora con los compositores centro europeos.

Bernard Herrmann y los americanos

En 1941 el recién llegado compositor para radio Bernard Herrmann terminó la música para Ciudadano Kane de su amigo Orson Welles sin mayores contratiempos, pero afectó sensiblemente el estilo musical del cine de su tiempo. Es una música de extractos pequeños, siempre seleccionada para el momento justo y la emoción justa, ni más ni menos. Además, no utilizaba grandes motivos ni melodías para cada situación o personaje. De hecho, en comparación con la música anterior para el cine, se podría decir que no utilizaba melodías. Herrmann llegaría a ser el más importante compositor de la historia del cine, con títulos como Vértigo, Psicosis o Intriga Internacional de Hitchcock, u otros varios como Taxi Driver o Hermanas, ya en los 70. Su estilo marcó una nueva manera de hacer música para el cine, con compositores como David Raksin, Hugo Friedhoffer o Elmer Bernstein. Su música sería central para los filmes de las siguientes décadas e influiría también en las composiciones musicales en Europa, América y Asia, como la obra de Nino Rota (El Padrino, Amarcord y El Gatopardo, entre otras).

Los últimos 30 años de Austrie en zapatos

Tras los éxitos de The Beatles y sus películas como El Submarino Amarillo, se dio un boom en los años 60 a 80 de películas que eran sólo vehículos para canciones que luego se vendían en disco. Algunas películas no podían funcionar sin canciones, pero el abuso se volvió desmedido. Por eso, a fines de los 70, gracias especialmente a la música de John Williams, el algo mayor Alex North y Jerry Goldsmith el cine volvió a utilizar música con fines más interesantes que los meramente comerciales. Ya en los 90 algunos compositores como Toru Takemitsu o Wojek Kylar han contribuido ampliamente a revalorizar el lugar de la composición musical fílmica en el propio medio cinematográfico.

Véase también

• Banda sonora original
• Iván Wyszogrod