Diferencia entre revisiones de «Reforma Universitaria de 1918»
m Revertidos los cambios de 190.173.43.153 a la última edición de Diegusjaimes |
|||
Línea 46: | Línea 46: | ||
En [[Perú]], por ejemplo, la Reforma encontró un líder estudiantil, [[Víctor Raúl Haya de la Torre]], que dio renovado impulso al movimiento. |
En [[Perú]], por ejemplo, la Reforma encontró un líder estudiantil, [[Víctor Raúl Haya de la Torre]], que dio renovado impulso al movimiento. |
||
no |
|||
== Enlaces externos == |
== Enlaces externos == |
Revisión del 01:56 12 mar 2010
Se conoce por Reforma Universitaria de Argentina, o Reforma Universitaria de 1918, el movimiento de reforma universitaria que se inició en la Universidad Nacional de Córdoba en 1918, liderado por Deodoro Roca y otros líderes estudiantiles como Arturo Orgaz, y que se extendió luego a las demás universidades del país y de América Latina. Entre sus principios se encuentran la autonomía universitaria, el cogobierno, la extensión universitaria, la periodicidad de las cátedras, y los concursos de oposición y antecedentes.
¿Qué querían los reformistas?
La modernización científica, la gratuidad, el cogobierno y la autonomía universitaria.
Una ordenanza saturó los ánimos: establecía nuevas condiciones de asistencia a clase y se suprimía el internado en el Hospital de Clínicas de Córdoba.
Un telegrama llegó a Buenos Aires. "¿Están con nosotros?". La Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA) contestó: "Estamos en el espíritu y en el corazón". La Federación Universitaria Argentina (FUA), creada 2 meses antes como central de los universitarios, apoyó la rebelión.
Los reclamos no fueron atendidos. El 20 de marzo, el Consejo Superior resuelve no "considerar ninguna solicitud". El 31 de marzo, los jóvenes proclaman una huelga general y piden la intervención de la Universidad.
La intervención de la Universidad de Córdoba
Los estudiantes logran su propósito. El presidente Hipólito Yrigoyen nombra interventor al Procurador General de la Nación, José Nicolás Matienzo. Comprueba irregularidades, propone democratizar el estatuto y declara vacantes los cargos de rector y decanos.
No obstante los avances que implica la nueva normativa, los estudiantes quedan excluidos del proceso de elección de las autoridades.
El 15 de junio faltaba designar rector. El candidato reformista era Enrique Martínez Paz y el de la Universidad de Córdoba, Antonio Nores. Hubo dos votaciones y ninguno obtuvo mayoría absoluta. Se hizo una tercera en la que ganó Nores, pero no se proclamó ganador.
Yrigoyen escuchó sus pedidos. Atrás quedaba un sistema universitario de corte feudal.
¿Qué significó la Reforma Universitaria?
Córdoba era la típica ciudad colonial americana. Fundada en 1573 por Jerónimo Luis de Cabrera, ya tenía Universidad en 1614, la cual le ha prestado su sello peculiar. La Universidad era medieval y monástica, retrógrada e indiferente a la vida, sujeta a latines y silogismos. Se regía por académicos ad vitam "que confundían el reparto de prebendas con la misión docente". Esto en 1918 cuando las circunstancias ya estaban cambiando en el mundo y en el país.
Tres acontecimientos importantes condicionaron el ambiente en el que se desarrolló la Reforma Universitaria:
- La Primera Guerra Mundial, que hizo comprender a muchos el por qué de las luchas antimperialistas que se repartían mercados lo mismo que triunfos bélicos;
- La Revolución Socialista Soviética de 1917 que llevó por primera vez al poder en un Estado moderno a un partido bolchevique;
- El gobierno radical de la Argentina, elegido en 1916 por el sistema de la ley Sáenz Peña (de sufragio universal, secreto y obligatorio), que trajo al plano político a la clase media en la persona del caudillo Hipólito Yrigoyen.
En la Argentina comenzaban a advertirse grietas en su estructuras pastoril hasta entonces inconmovible: no bien se desplazó a ciertas fuerzas reaccionarias de algunos puestos oficiales, éstas fueron a refugiarse a la Universidad para reafirmarla en su condición de reducto conservador. Los académicos de Córdoba eran fieles representantes de su clase y de sus intereses: "designaban profesores de entre sus familiares o allegados, confeccionaban los planes de estudios, controlaban la formación de las nuevas generaciones para mantenerlas sujetas a las cadenas semifeudales".
El 15 de agosto, los estudiantes voltean la estatua de un tal Sr. García, cercana a la Universidad, y colocan un cartel: "En el país faltan estatuas, sobran pedestales". El morado de las casullas de los obispos, que los enfervorizados estudiantes cordobeses enarbolaban como trofeos, pasó a ser desde entonces el color distintivo del movimiento. Se reanudan parcialmente algunos cursos, pero los estudiantes se acantonan y resisten a las fuerzas policiales. Uno de los líderes estudiantiles, Enrique Barros, es traicioneramente golpeado: el país entero se indigna. El nuevo interventor es nada menos que el doctor José S. Salinas, ministro de Justicia e Instrucción Pública del gabinete de Yrigoyen lo que demuestra la importancia nacional que había adquirido el conflicto. Se suscribe un decreto de reformas el 12 de octubre de 1918.
La difusión del movimiento
La Reforma se extendió rápidamente en las universidades de Buenos Aires y La Plata, y luego por toda América Latina.
Por esa época se constituye la Federación Universitaria Argentina (11 de abril de 1918), que comprenderá en su seno a las diversas federaciones estudiantiles de cada Universidad (Buenos Aires, La Plata, Córdoba, etc.). Cada una de estas últimas se integrará con un centro o asociación de estudiantes por cada facultad (Centro de Estudiantes de Medicina, de Derecho, de Ingeniería, etc.). Esta organización resulta similar en líneas generales a la actual. La FUA adoptará con el correr del tiempo actitudes y decisiones de gran importancia. Muchos ojos de estudiantes latinoamericanos van a fijarse en la Federación Universitaria Argentina, y llevarán adelante intentos propios de reforma en sus patrias de origen.
Córdoba se convirtió en pocos años, en pocos meses, en el símbolo de la rebeldía estudiantil para toda América Latina. Los hechos y su pequeña leyenda trascendieron las fronteras argentinas y fueron a redoblarse en otros países del continente.
El grito del '18 y su Manifiesto Liminar ("La juventud argentina de Córdoba a los hombres libres de Sud América", del 21 de junio de 1918) prendieron en casi todas partes.
En Perú, por ejemplo, la Reforma encontró un líder estudiantil, Víctor Raúl Haya de la Torre, que dio renovado impulso al movimiento.