Diferencia entre revisiones de «Evangelización»

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'''INTRODUCCION GENERAL'''
'''INTRODUCCION GENERAL'''


vamos a reflexionar sobre la difícil participación en la misión de Evangelización de la [[Media:Iglesia]] a la [[Media:luz]] de Santo Domingo y sus implicancias para el pueblo de Dios concretizado en el [[Media:Paraguay]].
vamos a reflexionar sobre la difícil participación en la misión de Evangelización de la Iglesia a la luz de Santo Domingo y sus implicancias para el pueblo de Dios concretizado en el Paraguay.
Tenemos mucha esperanza en los agentes pastorales que están más cerca de esta grave [[Media:misión]]. Y confío que en estos tiempos estamos convencidos de que al haber aceptado ingresar en la gran [[Media:familia]] del Evangelio hemos aceptado también, por ese mismo hecho ponernos completamente a disposición del Señor con vistas a la realización de una llamada que procede de El y que nos consagra a la gran tarea emprendida por la [[Media:Iglesia]] latinoamericana:"La Nueva Evangelización".
Tenemos mucha esperanza en los agentes pastorales que están más cerca de esta grave misión. Y confío que en estos tiempos estamos convencidos de que al haber aceptado ingresar en la gran familia del Evangelio hemos aceptado también, por ese mismo hecho ponernos completamente a disposición del Señor con vistas a la realización de una llamada que procede de El y que nos consagra a la gran tarea emprendida por la Iglesia latinoamericana:"La Nueva Evangelización".
La Misión de la Evangelización, comenzó con Jesús mismo, y el cumplimiento de ésta fue su razón de ser en cuanto Cristo. Conforme a sus divinas palabras, lo mismo que él había sido enviado por el Padre, envía a sus discípulos y a toda la Iglesia, comprometiéndoles en el [[Media:movimiento]] mismo de esa misión, para que continúe el ofrecimiento de la Buena Nueva en el [[Media:corazón]] de los hombres y de cara a la edificación progresiva del Reino de Dios.
La Misión de la Evangelización, comenzó con Jesús mismo, y el cumplimiento de ésta fue su razón de ser en cuanto Cristo. Conforme a sus divinas palabras, lo mismo que él había sido enviado por el Padre, envía a sus discípulos y a toda la Iglesia, comprometiéndoles en el movimiento mismo de esa misión, para que continúe el ofrecimiento de la Buena Nueva en el corazón de los hombres y de cara a la edificación progresiva del Reino de Dios.
Aunque esta misión concierna, a toda la Iglesia y a cada uno de sus miembros, el Señor escogió a algunos para que fueran evangelizadores enteramente dedicados a esta misión y a título permanente. Es decir, la vida misma de esos enviados estará marcada con esta misión hasta el punto de que no podrán realizarla más que a expensas de sí mismos y sacrificando su vida terrestre hasta [[Media:la muerte]].
Aunque esta misión concierna, a toda la Iglesia y a cada uno de sus miembros, el Señor escogió a algunos para que fueran evangelizadores enteramente dedicados a esta misión y a título permanente. Es decir, la vida misma de esos enviados estará marcada con esta misión hasta el punto de que no podrán realizarla más que a expensas de sí mismos y sacrificando su vida terrestre hasta la muerte.


La '''Evangelización''' En la Escritura es en primer lugar, el anuncio del kerigma: "es la buena noticia de que Jesús vive, que ha resucitado". Había muerto, pero ha vencido a la [[Media:muerte]]. Jesús es el único [[Media:hombre]] que, a lo largo de la [[Media:historia]], ha conseguido él mismo, realizar esta hazaña. "Lo hemos visto", dicen las mujeres (Cf Lc 24,43), Pedro, los doce y hasta 500 personas de una vez. El último en constatarlo fue Pablo (Cf lCor 15,3-8).
La '''Evangelización''' En la Escritura es en primer lugar, el anuncio del kerigma: "es la buena noticia de que Jesús vive, que ha resucitado". Había muerto, pero ha vencido a la muerte. Jesús es el único hombre que, a lo largo de la historia, ha conseguido él mismo, realizar esta hazaña. "Lo hemos visto", dicen las mujeres (Cf Lc 24,43), Pedro, los doce y hasta 500 personas de una vez. El último en constatarlo fue Pablo (Cf lCor 15,3-8).
En el capítulo 28,16-20 de San Mateo, nos encontramos con el llamado testamento misionero de Jesús:
En el capítulo 28,16-20 de San Mateo, nos encontramos con el llamado testamento misionero de Jesús:
"A mi se me ha dado todo [[Media:poder]] en el [[Media:cielo]] y en la [[Media:tierra]] -dice Jesús a sus [[Media:discípulos]]- Id pues, a las gentes de todas las naciones y hacedlas mis discípulos, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y enseñadles a poner en práctica lo que yo he dicho. Y tened por cierto que yo estaré con vosotros todos los días hasta el final del mundo".
"A mi se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra -dice Jesús a sus discípulos- Id pues, a las gentes de todas las naciones y hacedlas mis discípulos, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y enseñadles a poner en práctica lo que yo he dicho. Y tened por cierto que yo estaré con vosotros todos los días hasta el final del mundo".
Con el anuncio del kerigma los apóstoles perseguían el [[Media:objetivo]] de ofrecer la salvación, realizada por Jesús, alcanzada mediante la fe y la conversión, confirmada por el don del Espíritu Santo y vivida en la [[Media:comunidad cristiana]], a todos los hombres de buena voluntad. Atendiendo para que el [[Media:hombre]] íntegro, y todos los hombres, experimenten la acción salvífica de Jesús.
Con el anuncio del kerigma los apóstoles perseguían el objetivo de ofrecer la salvación, realizada por Jesús, alcanzada mediante la fe y la conversión, confirmada por el don del Espíritu Santo y vivida en la comunidad cristiana, a todos los hombres de buena voluntad. Atendiendo para que el hombre íntegro, y todos los hombres, experimenten la acción salvífica de Jesús.
El [[Media:evangelizador]] es vínculo del amor de [[Media:Dios]], acompañando al evangelizado para llegar a la presencia de [[Media:Dios]], para que el mismo le declare: "Tú eres mi hijo amado en quien yo tengo todas mis complacencias" (Mt 3,17). Así el evangelizado podrá confesar que Jesucristo es en verdad el centro del designio amoroso de Dios, diciendo:
El evangelizador es vínculo del amor de Dios, acompañando al evangelizado para llegar a la presencia de Dios, para que el mismo le declare: "Tú eres mi hijo amado en quien yo tengo todas mis complacencias" (Mt 3,17). Así el evangelizado podrá confesar que Jesucristo es en verdad el centro del designio amoroso de Dios, diciendo:
" Bendito sea Dios, Padre de Nuestro Señor [[Media:Jesucristo]] que nos ha bendecido con toda clase de bienes ... para que seamos santos e [[Media:inmaculados]] en su presencia en el [[Media:amor]], eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo"( Ef. l,3-5).
" Bendito sea Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo que nos ha bendecido con toda clase de bienes ... para que seamos santos e inmaculados en su presencia en el amor, eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo"( Ef. l,3-5).


[[Image:Jakob Jordaens 002.jpg|thumb|200px|right|''Los Cuatro Evangelistas'', por [[Jakob Jordaens]].]]
[[Image:Jakob Jordaens 002.jpg|thumb|200px|right|''Los Cuatro Evangelistas'', por [[Jakob Jordaens]].]]

Revisión del 23:09 23 ago 2009

INTRODUCCION GENERAL

vamos a reflexionar sobre la difícil participación en la misión de Evangelización de la Iglesia a la luz de Santo Domingo y sus implicancias para el pueblo de Dios concretizado en el Paraguay. Tenemos mucha esperanza en los agentes pastorales que están más cerca de esta grave misión. Y confío que en estos tiempos estamos convencidos de que al haber aceptado ingresar en la gran familia del Evangelio hemos aceptado también, por ese mismo hecho ponernos completamente a disposición del Señor con vistas a la realización de una llamada que procede de El y que nos consagra a la gran tarea emprendida por la Iglesia latinoamericana:"La Nueva Evangelización". La Misión de la Evangelización, comenzó con Jesús mismo, y el cumplimiento de ésta fue su razón de ser en cuanto Cristo. Conforme a sus divinas palabras, lo mismo que él había sido enviado por el Padre, envía a sus discípulos y a toda la Iglesia, comprometiéndoles en el movimiento mismo de esa misión, para que continúe el ofrecimiento de la Buena Nueva en el corazón de los hombres y de cara a la edificación progresiva del Reino de Dios. Aunque esta misión concierna, a toda la Iglesia y a cada uno de sus miembros, el Señor escogió a algunos para que fueran evangelizadores enteramente dedicados a esta misión y a título permanente. Es decir, la vida misma de esos enviados estará marcada con esta misión hasta el punto de que no podrán realizarla más que a expensas de sí mismos y sacrificando su vida terrestre hasta la muerte.

La Evangelización En la Escritura es en primer lugar, el anuncio del kerigma: "es la buena noticia de que Jesús vive, que ha resucitado". Había muerto, pero ha vencido a la muerte. Jesús es el único hombre que, a lo largo de la historia, ha conseguido él mismo, realizar esta hazaña. "Lo hemos visto", dicen las mujeres (Cf Lc 24,43), Pedro, los doce y hasta 500 personas de una vez. El último en constatarlo fue Pablo (Cf lCor 15,3-8). En el capítulo 28,16-20 de San Mateo, nos encontramos con el llamado testamento misionero de Jesús: "A mi se me ha dado todo poder en el cielo y en la tierra -dice Jesús a sus discípulos- Id pues, a las gentes de todas las naciones y hacedlas mis discípulos, bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y enseñadles a poner en práctica lo que yo he dicho. Y tened por cierto que yo estaré con vosotros todos los días hasta el final del mundo". Con el anuncio del kerigma los apóstoles perseguían el objetivo de ofrecer la salvación, realizada por Jesús, alcanzada mediante la fe y la conversión, confirmada por el don del Espíritu Santo y vivida en la comunidad cristiana, a todos los hombres de buena voluntad. Atendiendo para que el hombre íntegro, y todos los hombres, experimenten la acción salvífica de Jesús. El evangelizador es vínculo del amor de Dios, acompañando al evangelizado para llegar a la presencia de Dios, para que el mismo le declare: "Tú eres mi hijo amado en quien yo tengo todas mis complacencias" (Mt 3,17). Así el evangelizado podrá confesar que Jesucristo es en verdad el centro del designio amoroso de Dios, diciendo: " Bendito sea Dios, Padre de Nuestro Señor Jesucristo que nos ha bendecido con toda clase de bienes ... para que seamos santos e inmaculados en su presencia en el amor, eligiéndonos de antemano para ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo"( Ef. l,3-5).

Los Cuatro Evangelistas, por Jakob Jordaens.

La evangelización es la predicación del Evangelio cristiano.

La evangelista viene del koiné ευάνγελος (eu-angelos), que significa dador de buenas noticias. La expresión en koiné para buenas noticias, ευάνγελιον (eu-angelion) es usado para referirse a los cuatro Evangelios en el Nuevo Testamento; así los Evangelistas son también los autores de los cuatro Evangelios, tradicionalmente conocidos como Mateo, Marcos, Lucas y Juan.

La intención del evangelismo es dar a conocer la salvación por medio del sacrificio de Jesús para todas las personas; otros creen que es informar acerca del la pronta venida del Reino de Dios. EL evangelismo es llevado a cabo por la obediencia de la Gran Comisión, un mandato de Jesús a sus discípulos a "ir y hacer discípulos a todas las naciones" como aparece en el Nuevo Testamento:

"Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén."
Mateo 28:18-20. (Versión Reina Valera 1960).