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=== Obras de Wolff ===
=== Obras de Wolff ===
relacionadas con la ilustración:
* ''Pensamientos racionales acerca de Dios, el mundo y el alma del hombre, así como sobre todas las cosas en general (Metafísica Alemana)'' ([[1719]]; 4ª edic. [[1729]]). Hay trad. en español: edición de A. González Ruiz, Madrid, Akal, 2000. (ISBN 84-460-0965-X)
* ''Pensamientos racionales acerca de Dios, el mundo y el alma del hombre, así como sobre todas las cosas en general (Metafísica Alemana)'' ([[1719]]; 4ª edic. [[1729]]). Hay trad. en español: edición de A. González Ruiz, Madrid, Akal, 2000. (ISBN 84-460-0965-X)



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Plantilla:Ficha de filósofo

Christian Wolff (Breslau, Silesia, 24 de enero de 1679 - Halle, 9 de abril de 1754) fue un filósofo alemán que tuvo una destacada influencia en los presupuestos racionalistas de Kant. No obstante su racionalismo, está más cerca de Descartes que de Leibniz.

Biografía y obra

Hijo de un artesano, estudió Teología y Filosofía en un gimnasio luterano. Desde 1699 cursó estudios de Física y Matemáticas en Jena. En 1702 se trasladó a Leipzig, donde se doctoró en Filosofía (1703) con la tesis Philosophia practica universalis mathematica methodo conscripta. Obtuvo la cátedra de Matemáticas en la Universidad de Halle (1706), por recomendación de Leibniz. Su pensamiento y su lección Oratio de Sinarum philosophica practica (1721), sobre la filosofía de los chinos, motivó que diversos profesores de Teología y pietistas le acusaran, entre otras cosas, de ateo, por lo que fue destituido (1723) por orden de Federico Guillermo I de Prusia, quien temía que las ideas expuestas por Wolff sirvieran de excusa a los soldados para desertar. La acusación de ateísmo era infundada; en su obra posterior Theologia naturalis (2 vol., Leipzig 1736-37), defiende la idea de un ser necesario, creador y providente, y concibe a Dios como un ser perfectísimo y realísimo. Sin embargo, no deja de ser significativo que su pensamiento diera ocasión para aquella acusación y que teólogos protestantes vieran pronto en su racionalismo una tendencia a deformar y mal interpretar la religión y el cristianismo.

Desterrado de Prusia y prohibidas sus obras en 1723, fue acogido por el landgrave de Hesse-Kassel y enseñó hasta 1740 en la Universidad de Marburgo, uno de los principales centros intelectuales del protestantismo. Llamado en 1740 por Federico II de Prusia, volvió a Halle, de cuya Universidad fue nombrado canciller en 1743. Dos años más tarde obtuvo el título de barón. Wolff permaneció en Halle hasta su muerte. Su abundante obra (entre 1703 y 1753 publicó 67 títulos en 23 vol.), en alemán y latín, está siendo nuevamente editada, desde 1962, por H. W. Arndt y J.F. Cole respectivamente, bajo los títulos: Gesammelte deutsche Schriften y Gesammelte lateinische Schriften.

Pensamiento

El trabajo fundamental de Wolff fue la divulgación e interpretación de la filosofía de Leibniz, aunque se aparte de la idea de la mónada y sustituya la armonía preestablecida por la teoría de Spinoza de la correspondencia entre orden del pensamiento y de la realidad. Las controversias entre católicos y protestantes, por un lado, y por otro, sobre todo, Leibniz y Descartes le inspiraron su método filosófico; es decir, quería que fuese el mismo que el de las Matemáticas. Con ello queda Wolff inscrito en el más agudo racionalismo; bienintencionado y poco original, con poderosa capacidad de sistematización, se limitó a difundirlo en sus clases y manuales, con más profundidad que el llamado movimiento de la Ilustración en el s. XVIII.

En el prólogo a la 2 ed. de la Crítica de la razón pura ( 1787), Kant considera a Wolff «el mayor de todos los filósofos dogmáticos». Ciertamente, Wolff convirtió el disperso racionalismo leibniziano en un racionalismo sistemático-dogmático. En sus Pensamientos racionales sobre Dios, el mundo y el alma de los hombres, y sobre todas las cosas en general (Leipzig 1719) intenta armonizar la metafísica con la fe cristiana, pero cosificando y simplificando conceptos, por lo que fue objeto de la crítica de Kant. Es de notar que Kant conoció la Filosofía y Metafísica más a través de Leibniz y Wolff, entonces predominantes en la enseñanza alemana, que a través de los filósofos más realistas (como Tomás de Aquino). Wolff pensaba que en su obra recogía lo que denominaba «filosofía perenne», cuando en realidad se apartaba de ella, de la filosofía realista del ser, para volcarse en un racionalismo que Kant tenía bastante razón en criticar, si bien no supo tampoco superarlo. Pretendía Wolff una certeza racional absoluta, para lo cual trataba de reducir a racional y necesario lo irracional y contingente, y suprime límites entre los principios de razón suficiente y contradicción. Para Wolff, todo lo real es racional, y todo lo racional es real (Philosophia prima sive Ontologia, Leipzig 1729); con ello abría paso al idealismo y al monismo consiguiente; y así, autores posteriores, inspirados en la línea Spinoza, Leibniz, Wolff, incidirían en el s. XIX en un declarado idealismo, que se resuelve en panteísmo o en materialismo.

Su moral es igualmente racionalista (Philosophia moralis sive Ethica, 5 vol., Halle 1750-53). En Ius naturae (8 vol., Leipzig 1740-48) desarrolla su teoría del Derecho natural, en la línea racionalista de Pufendorf y entronca también con el iusnaturalismo. Establece la correlación entre derecho y deber. Considera que el hombre tiene deberes hacia sí mismo, hacia la sociedad y hacia Dios. Uno de los principales deberes del hombre es perfeccionarse y conseguir la felicidad. Del mismo modo, también debe el hombre promover la perfección y la felicidad de sus semejantes. Pero en todo ello, su racionalismo no le permite comprender bien las relaciones y diferencias entre entendimiento y voluntad, entre libertad y responsabilidad, entre esencia y acto de ser. Su idea del Estado paternalista influyó en el despotismo ilustrado. También se advierte la huella de Wolff en el Contrato social (1762) de Rousseau. En cuanto a la división de las ciencias según Wolff De trascendencia para la lengua alemana fue el uso científico que de ella hizo Wolff, contribuyendo a fijar la terminología filosófica germánica. El que Wolff llamase «filosofía perenne» a su pensamiento contribuyó a que, engañados por ese nombre, muchos neoescolásticos del s. XIX se dejasen influir por él, lastrando en parte el realismo más propio de la tradición escolástica, y llevándoles a ciertas polémicas especulativas poco útiles, que comenzaron a superarse en el siglo XX. A Wolff se debe, p. ej. (con sus obras Psychologia empirica, Leipzig 1732 y Psichologia rationalis, ib. 1734 ), el que haya perdurado por mucho tiempo el equívoco nombre de «Psicología racional» como distinta de la «empírica», para lo que debe llamarse más bien «Psicología filosófica», que es también, y no puede dejar de serlo, empírica.

Bibliografía

Obras de Wolff

  • Pensamientos racionales acerca de Dios, el mundo y el alma del hombre, así como sobre todas las cosas en general (Metafísica Alemana) (1719; 4ª edic. 1729). Hay trad. en español: edición de A. González Ruiz, Madrid, Akal, 2000. (ISBN 84-460-0965-X)

Sobre Wolff

  • G. BILLER, Wolff nach Kant. Eine Bibliographie. Mit einem Vorwort von Jean École, Hildesheim, Georg Olms Verlag, 2004, p. XIX, 251
  • M. CAMPO, Cristiano Wolff e il razionalismo precritico, 2 vol., Milán, 1939
  • Mª Luisa P. CAVANA, Chr. Wolff (1679-1754). Ediciones del Orto, 1995. (ISBN 84-7923-078-9)
  • G. FRAILE, Historia de la Filosofía, III, 1966, pp. 971-986
  • É. GILSON y T. LANGAN, Christian Wolff, en Filosofla moderna, Buenos Aires-Barcelona, 1967. pp. 192-202 y 542-550
  • E. KOMAR, La virtud de la prudencia en la ética de Christian Wolff, Sapientia, 1962, pp. 89-111
  • B. MAGNINO, Iluminismo y cristianismo, III, Barcelona 1963, pp. 50-62
  • N. MERKER, Wolff e la metodología del razionalismo, Rivista critica di Storia della Filosofía, 1967, pp. 271-293
  • F. RUELLO, Christian Wolff et la Scolastique, Traditio, 1963, pp. 411-425
  • F. VALJAVEC, Historia de la Ilustración en Occidente, Madrid 1964
  • S. VANNI ROVIGHI, L'ontologismo critico di Wolff, Milán, 1941
  • M. WUNDT, Christian Wolff und die deutsche Aufklärung, en Das Deutsche in der deutschen Philosophie, Stuttgart, 1941
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