Discusión:Quiulladanza

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falta poner la leyenda la cual es la siguiente[editar]

LA QUIULLADANZA Narra la leyenda que, a mediados del siglo pasado, vivía en San Pedro de Cajas, un agricultor muy hábil de nombre Vidal Asencio, conocido como “Ashensho”, muy devoto de la Virgen María, a quien solía rezar, cantar y bailar. Cierto domingo, pasadas las fiestas navideñas, Vidal estaba sentado junto al altar de la Virgen María y observaba apenado, la escasa congregación de filigreses, por lo que, cuando le asaltó una idea, juntó sus manos y rezó con mucha fe a la Virgen María, prometiéndole hacer en el pueblo una fiesta en su honor para congregar a todo el pueblo. Entonces, sacó una hoja donde a modo de acta, escribió y firmó su compromiso, recibiendo la bendición del cura y de todos los presentes. Su esposa, de nombre Tomasa Oscanoa, al enterarse de la promesa, sumamente contrariada, recordó a Vidal lo precaria de su situación, ya que, pese a que tenían una vaca, de cuya leche podían hacer ponche, yogurt y quesos, apenas contaban con unas cuantas papas, algunas cabezas de cebolla y unos cuantos gramos de trigo; con lo que les sería imposible hacer frente a los gastos de comida, orquesta y demás. Rápidamente pasaron los meses, y Tomasa ya ni dormía por la preocupación de todos los gastos que les ocasionaría la fiesta prometida. Vidal, por su parte, teniendo claro que la siembra era lo más imprescindible para asegurar una buena cosecha, y consecuentemente un buen ingreso económico, se prestó algo de dinero y un día, se levantó muy temprano para contratar peones, pero éstos jamás acudieron; por lo que él solo, tomó sus herramientas, cargó las semillas y se dirigió hacia Purhuaracra, donde su abuelo le había heredado un chacra. Después de una larga caminata, llegó a su terreno donde para su asombro, vio a una quiulla (gaviota) que daba órdenes a centenares de ellas para que, de manera sincronizada formen sobre el extenso terreno, agujeros uniformes y rectilíneos, donde echaban las semillas; en tanto otras los tapaban y llevaban abono. “Ashensho” comprendió de que se trataba de un milagro, y persignándose, lleno de fe, se sumó al trabajo, esta vez bajo el mando de la quiulla. Así, el terreno en poco tiempo se cubrió de un manto verde matizado con flores, alcanzando a dar prósperos frutos, permitiendo el ingreso económico suficiente a la pareja de esposos. Ya estando a vísperas de la navidad, un larguísimo cortejo inició su avance desde la iglesia hasta Charac, encabezado por Tomasa, que iba del brazo de “Ashensho”, quien, con ojos llenos de devoción, llevaba orgulloso, la banda de mayordomo sobre su pecho. Detrás de ellos, un grupo de niños disfrazados, bailaban al son de pinkullos, quenas, quenachos, violines y tinyas; haciendo coreografías semejantes a los movimientos de las gaviotas; avanzando y retrocediendo al ritmo de villancicos, realizando giros completos sobre la punta de los pies, simulando estirar y cruzar las alas, con giros armoniosos y balanceo rítmico del cuerpo e imitando el canto de las gaviotas (Quiulladanza). Las autoridades y todo el pueblo se sumaron a la fiesta, considerada por ellos como un milagro para San Pedro de Cajas y festejaron con júbilo en honor a la Virgen María, instaurándose así una nueva costumbre desde el 23 al 26 de diciembre. 190.108.81.43 (discusión) 18:25 2 sep 2023 (UTC)[responder]