Riesgos[editar]

Claro que existen riesgos, y más de una operación hecha "a ciegas" por muy profesional que sea quien la haga. Si bien es cierto que puede ser necesaria o incluso salvar vidas, hay que examinar los riegos y posibles beneficios y actuar en consecuencia.

Entre los riesgos están las perforaciones de útero, por ejemplo, y las adhesiones intrauterinas (parte del síndrome de Asherman) y daños a cuello uterino.