De gustibus non est disputandum

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De gustibus non est disputandum es un adagio en latín algo difundido en nuestros días que significa sobre gustos no se disputa[1][2]​ y su equivalente en español sería «sobre gustos no hay nada escrito» o «para gustos hay colores». La frase intenta subrayar la subjetividad de los gustos personales y la poca utilidad de las discusiones sobre gustos o preferencias personales.

Al contrario de lo que se pueda pensar, la frase no tiene origen en la Roma clásica (solía ser atribuida a Cicerón), pues en esa época est sería un pleonasmo, por lo que se considera que la frase debió surgir durante la Edad Media o podría tratarse de un ejemplo de latín macarrónico.[cita requerida] La frase en latín clásico sería de gustibus non disputandum.

Resonancias en la cultura popular[editar]

Literatura[editar]

  • El octavo capítulo del primer volumen de Vida y opiniones del caballero Tristram Shandy, de Laurence Sterne, abre con esta frase. El narrador, Tristram, comenta que no se pueden juzgar los Hobby-Horses de los hombres, por más desagradables que sean, aunque hacia el final, manifiesta una excepción, respecto a los que parecen destinados a grandes cosas y pierden el tiempo con sus manías.[3]

Referencias[editar]

  1. «De gustibus non est disputandum. The New Dictionary of Cultural Literacy, Third Edition. 2002». Archivado desde el original el 1 de marzo de 2009. Consultado el 23 de mayo de 2009. 
  2. de gustibus non est disputandum - Definition from the Merriam-Webster Online Dictionary
  3. Vida y opiniones del caballero Tristram Shandy. Laurence Sterne. Trad. José Antonio López de Letona y Ed. Fernando Toda. Ediciones Cátedra, 1996.

Véase también[editar]