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Consuelo Giménez Escuder

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Consuelo Giménez Escuder
Información personal
Nacimiento años 1880 o 1888 Ver y modificar los datos en Wikidata
Barcelona (España) Ver y modificar los datos en Wikidata
Fallecimiento 13 de noviembre de 1905 Ver y modificar los datos en Wikidata
Barcelona (España) Ver y modificar los datos en Wikidata
Nacionalidad Española
Información profesional
Ocupación Modelo artístico Ver y modificar los datos en Wikidata

Consuelo Giménez Escuder (Barcelona, 1888 - Barcelona, 13 de noviembre de 1905), conocida como Consuelo o Consol en catalán, fue una modelo gitana española que mantuvo una estrecha relación con Isidro Nonell.[1]​ El pintor la retrató repetidamente entre 1901 y 1905, fecha en la que ella murió trágicamente con diecisiete años.

Contexto

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A mediados del año 1900, Isidro Nonell volvió de París a Barcelona por un problema amoroso. Se reencontró con Joan Ossó (1880-1947), al que había conocido en París, y este le ofreció compartir el estudio de trabajo situado en la calle Comercio. Más tarde, coincidieron con Picasso, que tenía su taller en el mismo rellano.

En el estudio compartido, vio como Ossó usaba a menudo modelos gitanas, ya que resultaban mucho más asequibles que las modelos profesionales. Nonell abandonó los paisajes, diciendo que «solo sirven para ir a merendar», e inició una época en que prácticamente solo pintaba retratos de gitanas, hasta el punto de ser conocido con el calificativo de «pintor de gitanas».[2]​ Ossó y Juli Vallmitjana, de la Colla del Safrà, hacían de guías a Nonell y Picasso por los barrios bajos y los locales más bohemios de Barcelona. En los barrios del Somorrostro y Casa Antúnez, contrataban a sus modelos. Un artículo necrológico publicado en la revista Papitu explicaba que «[el estudio] parecía muchas veces un campamento; él tenía una, dos o tres dentro, posando; las otras esperaban que salieran con los diez reales para ir a comprar».[3]

En este contexto Nonell conoció a Consuelo, de trece años, que se convirtió en una de sus modelos predilectas.

Hay sospechas de que Consuelo posaba desnuda, cosa contraria a la ética gitana, aunque Nonell hizo desnudos raramente y solo se le conocen dos posteriores. Los padres de Consuelo la enviaron a Madrid y la casaron con un gitano. Allí sufrió las palizas del marido y pidió ayuda a Nonell. En septiembre de 1903, Nonell, acompañado por el pintor y crítico de arte Sebastià Junyent, hizo un viaje a Zaragoza y Madrid. Consiguió rescatar a Consuelo y la devolvió a Barcelona para vivir con su abuela que también hacía de modelo, pintada en algunos cuadros titulados Gitana vieja y conocida como la Abuela.[4]​ El fotógrafo Francesc Serra y Dimas los retrató en una fotografía, ampliamente reproducida, hecha en 1904 en el estudio de Nonell. En un momento de pausa, Nonell con la bata de pintor está sentado ante un caballete con los pinceles y la paleta en la mano. Detrás de sí descansan en un banco las modelos gitanas, la Abuela y Consuelo. Nonell mira directamente la cámara con una actitud serena, lejos de la imagen que tenía de bohemio e inconformista.[5]

La noche del 13 de noviembre de 1905, un fuerte viento -que la prensa de la época describió como huracán- derribó un muro sobre la barraca donde vivían la Abuela y Consuelo en un descampado de la calle de Entenza, junto a la nueva cárcel Modelo.[6][4]​ Algunos diarios del día siguiente informaron que Consuelo murió por el derrumbe, y que la abuela, Josefa Escuder, de 60 años, fue trasladada al dispensario del distrito.[7][8]​ Consuelo tenía entre 16 y 17 años y Nonell quedó afectado de tal forma que Sebastià Junyent comentó el suceso en la revista Joventut: «Nonell la había hecho su modelo predilecta. Su belleza plástica nada convencional lo enamoraba. Y la quería... la quería con el amor más puro y más inmaterial, el amor del artista hacia la encarnación viviente de un sueño ideal [...] ¡Pobre Consuelo! Su destino ha sido desafortunado».[9]

Modelo

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Nonell hizo unos cincuenta retratos de gitanas entre 1901 y 1905. Utilizó diferentes modelos: la Abuela, Soledad, Amparo, Sol, Dolores, la Pelona, Paloma, Carmen. Pero la preferida fue Consuelo, nombre que utilizó explícitamente en el título de seis cuadros. Seguramente la utilizó de modelo en otros cuadros, pero la identificación no es siempre posible por la postura.

Juli Vallmitjana, que abandonó la pintura para dedicarse a la literatura, se inspiró en la relación de Nonell con Consuelo para escribir el relato «La model y'l pintor» (1906) incluido en el libro Fent memoria.[10]​ La describe de este modo: «¡Cómo resaltaban los tonos mates aterciopelados de su carne! Las ondas de sus hombros unían sus líneas con bella suavidad; los oscuros reflejados por tonos rosados ​​daban una finura de color imposible de resolver».[11]

En el semanario Papitu, Consuelo fue descrita como «alta y magra, de perfil afilado».[12]​ Según explica Sebastià Junyent en Joventut, tenía «la frente pequeña, los ojos desviados, la nariz aquilina, los labios carnosos, la barbilla pequeña [...] la piel morena y satinada, su cabello negro y lustroso».[9]​ Según el mismo Nonell, «tenía pupilas de fuego, con los ojos ataba y con la boca mataba».[4]

Técnica y estilo

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En sus retratos de gitanas, prescinde de todo elemento secundario, intensificando la sensación de angustia y soledad. Los primeros planos representados de muy cerca aumentan la tensión del cuadro. Las figuras aparecen aisladas, sin emociones, parecen dormidas.

Nonell utiliza pinceladas gruesas. El color es variado, pero incluso cuando utilizaba rojos o amarillos vivos, tenían siempre un carácter opaco y sombrío. Los fondos neutros dan énfasis a la sensación de precariedad.[5]

Después de la muerte de Consuelo, siguió pintando algunas gitanas, pero volvió a modelos de piel blanca y empezó una nueva etapa (1907-1910), en que reapareció el color y la sensualidad, y su obra consiguió el éxito de público y crítica.[13]

Referencias

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  1. Registre Civil de Barcelona: índex de defuncions de 1905. (ed.). «Family Search». Consultado el 14 d'agost 2019. 
  2. Jardí, Enric (1984). Nonell. Barcelona: Edicions Polígrafa. p. p. 84-91. ISBN 84-343-0412-0. 
  3. Jardí, 1984, p. 90
  4. a b c Ramon Navarro, Artur (25 agost 2005). «Unidos por el mundo mágico de los gitanos» (PDF). La Vanguardia (Barcelona). Consultado el 9 juliol 2010. 
  5. a b García, Begoña (2008). Nonell. Grans genis de l'art a Catalunya. València: Ciro. ISBN 978-84-96878-39-6. 
  6. El Diluvio - Edició de la tarda, any XLVII, núm. 317, pàg. 11.341 (portada), ed. (14 novembre 1905). «Arxiu de Revistes Catalanes Antigues (ARCA)». Consultado el 14 d'agost de 2019. 
  7. La Veu de Catalunya - Edició del vespre, Any XV, núm. 2332, pàg. 4, ed. (14 de novembre de 1905). «Arxiu de Revistes Catalanes Antigues (ARCA)». Consultado el 14 d'agost de 2019. 
  8. La Vanguardia - Any XXIV, núm. 11.850, pàg. 2, ed. (14 de novembre de 1905). «Hemeroteca de La Vanguardia». Consultado el 14 d'agost de 2019. 
  9. a b Fidel Giró (ed.), ed. (1905). Joventut: periódich catalanista, art, ciencies, literatura. volum 6. Barcelona. p. p. 749. 
  10. Soler Àvila, Xavier (27-30 de novembre de 2007). «Els pintors postmodernistes i la Barcelona de final del segle XIX» (PDF). X Congrés d'Història de Barcelona: Dilemes de la fi de segle, 1874-1901 (Barcelona): p. 12. Consultado el 10 juliol 2010. 
  11. Juli Vallmitjana i Colomines (1906). Fent memoria. Barcelona: Imprempta La Renaixensa. p. p. 155. 
  12. Jardí, 1984, p. 93
  13. GIRONA, MARINA LÓPEZ (29 de mayo de 2009). «Girona exhibe la obra más escondida de Isidre Nonell». elperiodico. Consultado el 19 de abril de 2022.