Esta ciudad sagrada se estableció en torno a un retoño del “árbol de la iluminación” –la higuera de Buda– traído desde la India en el siglo III a.C. por Sanghamitta, fundadora de una orden de monjas budistas. Anuradhapura fue la capital política y religiosa de Sri Lanka por espacio de trece siglos, hasta su destrucción y abandono a raíz de una invasión sobrevenida el año 993. Oculto bajo la espesura de la jungla durante mucho tiempo, el espléndido sitio de la ciudad, con sus palacios, monasterios y monumentos, es de nuevo accesible. (UNESCO/BPI)[1]
Segunda capital de Sri Lanka después de la destrucción de Anuradhapura en el año 993, la ciudad de Polonnaruwa posee una serie de monumentos brahmánicos edificados por la dinastía de los cholas, así los vestigios monumentales de la fabulosa ciudad-jardín creada en el siglo XII por Parakramabahu el Grande. (UNESCO/BPI)[2]
En la cumbre y las abruptas laderas de la “Roca del León” –un peñasco granítico de 370 metros de altura desde el que se domina toda la jungla circundante– se hallan las ruinas de la ciudad en la que el rey parricida Kassapa I (477–495) asentó su capital. Al sitio se accede por una serie de galerías y escaleras que salen de las fauces de un colosal león construido con ladrillos y yeso. (UNESCO/BPI)[3]
Situada al sudoeste de Sri Lanka, esta reserva es la última zona viable del primigenio bosque tropical húmedo del país. Más del 60% de sus árboles son endémicos y muchos de ellos pertenecen a especies poco comunes. Las especies endémicas de aves son particularmente numerosas. Además, la reserva alberga más del 50% de las especies endémicas de mamíferos y mariposas de Sri Lanka, así como muchas clases de insectos, reptiles y anfíbios poco comunes. (UNESCO/BPI)[4]
Conocida comúnmente por el nombre de Senkadagalapura, esta ciudad sagrada del budismo fue la última capital de los reyes sinhalas. Gracias al mecenazgo de estos monarcas, la cultura cingalesa floreció durante más de 25 siglos, hasta la ocupación de Sri Lanka por los británicos en 1815. En Kandy está emplazado el Templo del Diente de Buda, célebre lugar de peregrinación. (UNESCO/BPI)[5]
Fundada por los portugueses en el siglo XVI, Galle alcanzó su apogeo en el siglo XVIII, antes de la llegada de los británicos. Es el mejor ejemplo de ciudad fortificada construida por los europeos en el Asia Meridional y Sudoriental, en la que se puede apreciar la interacción de la arquitectura europea y las tradiciones arquitectónicas y artísticas del sur de Asia. (UNESCO/BPI)[6]
Importante lugar de peregrinación desde hace 2.200 años, este monasterio rupestre forma con sus cinco santuarios el conjunto más grande y mejor conservado de templos-caverna de Sri Lanka. Son especialmente notables sus 157 estatuas y las pinturas murales budistas que cubren una superficie de 2.100 m². (UNESCO/BPI)[7]
Las mesetas de Sri Lanka se sitúan en la parte central y meridional de la isla. El sitio comprende el área protegida del Pico Wilderness, el parque nacional de las Llanuras de Horton y el Bosque de Conservación de Knuckles. Estos bosques montañosos, situados a alturas de hasta 2.500 metros sobre el nivel del mar, albergan una flora y fauna de una variedad extraordinaria, incluyendo varias especies amenazadas, como el langur de cara roja occidental (Semnopithecus vetulus nestor), el loris delgado de las llanuras de Horton (Loris tardigradus nyctoceboides) y el leopardo de Sri Lanka. Se considera a esta región un hotspot o punto caliente de diversidad biológica. (UNESCO/BPI)[8]
La inscripción en esta lista es la primera etapa para cualquier futura candidatura. Sri Lanka, cuya lista indicativa fue revisada por última vez el 29 de abril de 2010,[9] ha presentado los siguientes sitios:
Seruwila Mangala Raja Maha Vihara
Bien cultural
Propuesto en 2006
De Seruwila a Sri Pada, vieja ruta de peregrinaje por el río Mahaweli en Sri Lanka