Francesc de Vinatea
Francesc de Vinatea, erróneamente conocido como Guillem de Vinatea —Francisco de Vinatea o Guillermo de Vinatea en castellano— (Morella, 1273 - Valencia, 1333) fue un caballero del Reino de Valencia que ocupó el cargo de jurat en cap (primer jurado) de la ciudad capital del reino. Se opuso a la política feudalizadora de Alfonso IV de Aragón, que pretendía dotar fuertemente al infante Fernando de Aragón, hijo de su segunda mujer (Leonor, hermana de Alfonso XI de Castilla) en perjuicio del heredero (el futuro Pedro el ceremonioso). Ante las alteraciones surgidas, el rey renunció a su proyecto.[1]
También es famoso por una frase que habría dirigido (según algunas fuentes a Pedro, pero posiblemente al propio rey Alfonso), y que se considera una certera formulación del pactismo constitucional de la Corona de Aragón en cuanto a su limitación del poder de los reyes, que hacía imposible la formación de una monarquía autoritaria:
cada uno de nos somos tanto como vos, pero todos juntos mucho más que vos.[2]
Hijo de un militar a las órdenes de Jaime I, Francisco de Vinatea estudió leyes en Valencia.
Marchó a Valencia desde Morella para entregarse a la justicia. Fue juzgado y absuelto por Jaime II. Poco tiempo después regresó a Morella y transfirió el señorío de Todolella a su hija Francesqueta.
Vinatea regresó a Valencia donde se casó en segundas nupcias, esta vez con Jaumeta Castella.
En mayo de 1333 fue elegido jurado, cargo que al poco tiempo tuvo que ejercer en las circunstancias que le harían famoso.
Defensa de los Fueros de Valencia
Según la Crónica de Pedro el Ceremonioso el rey Alfonso había decidido partir el reino, algo que estaba prohibido por los Fueros del Reino de Valencia. Las distintas villas afectadas pidieron ayuda a los jurados del Cap i Casal (la capital), que eligieron a Vinatea como representante para deshacer el contrafuero.
Según la crónica, afirmó Vinatea:
"yo me aventuraré a plantear la cuestión ante el Rey y no rogaré por mi vida y si me mata el Rey, moriré por lealtad, por lo que si yo me aventuro, vosotros, los demás jurados, bien podéis acompañarme".
Y, ya ante el Rey, pronunció el siguiente discurso:
me maravillo del señor Rey y de todo su Consejo, de las donaciones que ha consentido, cuando no podía separar dichas villas del Reino de Valencia, si lo hacía Valencia no sería nada; pero ellos no consentirían dichas donaciones, las contradirían y que se maravillaba de él y de su Consejo y los llamaba traidores....
no cambiaremos de opinión, aunque me separe la cabeza del cuello, o nos mate a todos, y os prometo señor que si yo muero no escapará ninguno de éstos que están aquí, todos morirán a espada y vos señor y la reina y el Infante Don Fernando.
Tras esto, el rey increpó a la reina: "¿Estas palabras queríais oír?"; y ésta replicó: "señor, esto no lo consentiría el Rey Alfonso de Castilla, nuestro hermano, porque él los degollaría a todos"; sentenciando Alfonso:
reina, reina, nuestro pueblo es libre, y no está sojuzgado como el pueblo de Castilla, porque ellos me tienen a mí como a Señor y nosotros a ellos como buenos vasallos y compañeros.
El rey revocó la partición,[3] aunque estudios recientes señalan que Vinatea murió -¿casualmente?- unos meses después de este episodio histórico.
Reivindicación de la figura de Vinatea
Ya en el siglo XIX se reivindicaba la figura de Vinatea, en una obra de teatro de Joan Llonín Los jurados de Valencia, o sea el heroico Vinatea, estrenada en Barcelona en 1821, y en un cuadro de pintura de historia de Emilio Sala, que obtuvo la primera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1878. En 1958 Ramón Stolz incorporó una escena similar en los murales de la Sala de los Fueros del ayuntamiento de Valencia. En 1974, se estrenó una ópera sobre el mismo asunto de Matilde Salvador, con libreto de Xavier Casp.[4]
Vinatea es hoy en día una figura simbólica para los valencianos. Las Cortes de Valencia tienen unos premios con su nombre, la Alta Distinción Parlamentaria, la RACV ofrece otros también con el nombre de Vinatea, y existe una estatua de él en la Plaza del Ayuntamiento de la ciudad, colocada para sustituir a la estatua ecuestre de Franco que existía en el mismo lugar[5].
Referencias
- ↑ Enciclopedia Catalana (en catalán); [1] (en inglés).
- ↑ Gonzalo Anes Álvarez y Álvarez de Castrillón, Gonzalo (Coord.), Veinticinco años de la Constitución Española pg. 18
- ↑ Como hablan los hombres libres, por Wenley Palacios
- ↑ Enciclopedia catalana, web citada
- ↑ Artículo sobre la retirada de la estatua.