Usuario:Molucas/Taller

De Wikipedia, la enciclopedia libre

IGNACIO DE VEGAS

Florencio Heradio González Martínez, religioso capuchino conocido como Ignacio de Vegas (O.F.M. Cap.), nació en el pueblo Vegas del Condado, provincia de León, el día 19 de septiembre de 1904 y falleció en Madrid el 25 de agosto de 2002.


Biografía

Su larga vida de franciscano-capuchino se ha enmarcado en un objetivo central: La divulgación de la Palabra de Dios.

Inició sus estudios de Filosofía y Teología en el seminario local, llamando a las puertas de la Orden de Hermanos Menores Capuchinos, donde ingresó en 1929. El P. Ignacio fue uno de los primeros alumnos que acogió el Seminario Seráfico capuchino de El Pardo (Madrid), fundado en 1910. Realiza su profesión temporal el 1 de septiembre de 1930 y el 7 de junio de 1933 sus votos perpetuos, siendo ordenado sacerdote el 17 de marzo de 1934. En Madrid le sorprende la guerra civil en sus primeros años de ministerio sacerdotal y pasa a Portugal con un grupo de 10 jóvenes candidatos. Era junio de 1936.


Los primeros pasos del Movimiento Bíblico: Portugal

   A partir de 1578, la Orden capuchina se extendió rápidamente por el territorio español, de tal manera que en el siglo XVII florecían seis grandes Provincias. Sin embargo, Portugal, a pesar de llegar a formar un solo Estado con España (1580-1640), durante la época en la que los capuchinos alcanzaban su máxima expansión y a pesar de haber fallecido en Lisboa San Lorenzo de Brindis (1619), será la única nación católica donde no iban a surgir Provincias de capuchinos. La causa pudo deberse tal vez a que existieran ya en ese tiempo seis grandes Provincias de franciscanos observantes con más de 170 conventos.

   En 1647 los capuchinos de la Provincia de Bretaña obtuvieron licencia para fundar en Lisboa una casa para atender las misiones establecidas en territorios ultramarinos dependientes de Portugal. Estuvieron allí misioneros españoles, italianos y  de otras nacionalidades por espacio de 186 años (1648-1834). No se conoce tampoco la causa por la que ni franceses ni italianos recibieron en sus respectivos conventos a ningún candidato portugués, a excepción de fray Francisco María de Guimarâes, quien tuvo la desgracia de pasar casi toda su vida religiosa encarcelado por un injusto mandato del Marqués de Pombal.

   Tras la supresión de las Órdenes religiosas en Portugal, en 1934, no se dará una tentativa de fundación hasta 1872, cuando en España se inicia la restauración de las Provincias capuchinas.

   En 1926 se permite el retorno a las Órdenes religiosas que habían sido expulsadas en 1910 así como la implantación de otras nuevas. El general de los capuchinos, Virgilio de Vastagna, apremió a los provinciales españoles de Andalucía y Castilla para que abrieran casas en Portugal. En 1934, los andaluces fundarán una casa en Serpa y otra en Beja; los castellanos lo harán en Ponte de Lima y Barcelos y, posteriormente, ya en 1937 en Porto. El Comisariato General de Portugal pasara a ser Comisariato Provincial en 1957. Por fin, el 29 de junio de 1969 se constituirá canónicamente en Provincia [1].

   En 1910 se había establecido en El Pardo la Escuela Seráfica. Cuando se implanta la República, el 14 de abril de 1931, los conventos de la Provincia de Castilla se mantienen sin daños a excepción de La Coruña, cuya casa y capilla fueron incendiadas por las turbas.

   Ese año y los siguientes son de vida angustiosa y precaria. Previendo sucesos difíciles, se acondicionó en la población portuguesa de Barcelos una casa para la preparación de seminaristas. Más tarde, se haría lo mismo con Ponte de Lima (1936) y Oporto (1937).

   En 1936, con el comienzo de la guerra civil en España, el P. Ignacio de Vegas es destinado a Portugal. Allí trabajará durante 30 años consecutivos y fundará el Movimiento Bíblico, la revista “Bíblica y la Difusora Bíblica”. Su lema será: “Menos palabras de los hombres y más Palabra de Dios”. Ya no regresará a España hasta 1966. Dos años antes fundará la “Difusora Bíblica” en Madrid y en 1967 lanza este Movimiento Bíblico a Venezuela y a la mayoría de los países de América,


La Difusora Bíblica


    En febrero de 1955, el P. Ignacio de Vegas logra fundar en Beja la editorial “Difusora Bíblica” y la revista “Bíblica”, publicándose en julio de ese año el primer número de la revista. El Movimiento Bíblico promoverá la realización de Cursos Bíblicos por todo Portugal, con la participación de millares de personas. En el tercer Capítulo Provincial, en 1975, los capuchinos portugueses declararán el apostolado bíblico como opción preferencial de la Orden en su país.

Portugal y México van a ser las “bases” de acción del P. Ignacio en el extranjero. El P. Ignacio habla y escribe bien el portugués. La evangelización de Brasil y de las colonias portuguesas estuvieron siempre en su mente. Las islas Azores, Madeira y Brasil fueron puntos neurálgicos en su apostolado.

   En  1954 [1], inicia una correspondencia abundante con el Provincial, P. Cornelio de San Felices, que también había sido de los primeros capuchinos castellanos fundadores de la Provincia portuguesa.

La “Difusora Bíblica” ha sido un gran triunfo del Movimiento apostólico del P. Ignacio. Se inicia este Movimiento de la Biblia en la ciudad de portuguesa de Beja en 1955 con la revista “Bíblica”. El director iba a ser el P. Gabriel de Castrodaire; en calidad de colaborador y administrador actuaría el P. Ignacio.

   A los pocos meses la revista ya cuenta con 7.000 suscriptores. A los tres años ya contaba con 17.000 lectores. Con esa revista se publicaron en separata:

-         Los Evangelios Concordados, las Cartas de San Pablo y otras varias partes del N.T.

-         El libro “Cursillos Bíblicos”

-         Un mapa bíblico

-         La Sagrada Escritura, traducida de los Originales.

Todas estas ediciones se iban a difundir pronto por Brasil, Angola y Mozambique, aprovechando la difusión de la lengua portuguesa en esos países colonizados por la nación lusitana. El P. Ignacio de Vegas siempre tuvo al P. Carlos de Villapadierna y al P. Manuel Teixeira, ambos formados en el Instituto Bíblico de Roma, como sus más estrechos colaboradores.

Tras la creación de la “Difusora Bíblica”, el P. Ignacio comienza una actividad incansable. Durante 6 años, recorrerá 1 ó 2 veces la mayoría de las parroquias de Portugal para facilitar material. Iba en un vehículo con carteles alusivos a la Sagrada Escritura. Los ejemplares de Evangelios que distribuyó en ese tiempo se cifran en 1.500 al día.

Las ideas bíblicas siguen surgiendo. Anunció en Portugal la edición de un “Misal Bíblico” para domingos y fiestas, con la Semana Santa (100.000 ejemplares en dos meses), y la creación en León de una “Difusora Bíblica” semejante a la que ya funcionaba en Lisboa.


[1]  Archivo Provincial, Carta del P. Ignacio al Provincial, P. Cornelio de San Felices, 16 de marzo de 1954.


[1]   Cfr. A. González Caballero, Los capuchinos en la Península Ibérica, 400 años de historia, (1578-1978) , Sevilla 1985, 113-114.