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Usuario:Luciamariapaula/Taller

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Forestación y su impacto en la disponibilidad hídrica[editar]

Relación de la Forestación con la lluvia y el caudal pico[editar]

La presencia de cobertura vegetal en un área determinada no necesariamente implica el aumento de los caudales, debido a que influyen diferentes factores que se deben analizar.[1]​ Se denomina caudal pico o flujo pico (peak flow) al flujo máximo alcanzado luego de un periodo de precipitación y el cual es importante conocer cuando se estudian las inundaciones[2]​. Los estudios científicos indican que la forestación reduce la escorrentía durante las lluvias fuertes pero no extremas lo que beneficia en la regulación de inundaciones para que se den de forma menos intensa y frecuente[3]​. Es decir, el follaje de los árboles plantados intercepta y amortigua la lluvia que cae al suelo, además de generar una mayor transpiración. La interceptación está influenciada por diferentes factores como la especie (características morfológicas de las hojas, área foliar, ramificaciones y fuste, edad del individuo), las condiciones ambientales (viscosidad del agua, intensidad y dirección del viento, humedad, radiación solar) y el tipo e intensidad de precipitación (lluvias menudas a lluvias torrenciales)[4][5][6]​. En referencia a la especie, por ejemplo en los Eucalyptus es interesante considerar la disposición y color de sus hojas que podrían explicar la menor intercepción de lluvia por su follaje y cambios en la refracción de la luz incidente y por ende un cambio de temperatura sobre el suelo[7]​.

Algunos estudios indican que los bosques nativos logran una mayor interceptación de las lluvias en relación a plantaciones con especies exóticas[8][9]​. Pero en casos que se tengan suelos degradados las plantaciones sí podrían incrementar de manera favorable este proceso[7]​.

Por otro lado las raíces mejoran la infiltración del suelo, especialmente en suelos degradados. Al final, se obtiene una menor escorrentía superficial lo que influye en la reducción del caudal pico. A pesar de lo anterior, todavía no está muy claro si la forestación reduciría las inundaciones en condiciones de lluvias muy intensas y de larga duración[3]​.

Es importante considerar el aspecto hidrológico para la planificación y establecimiento de plantaciones en la región andina. Cada ecosistema andino y cuenca hidrográfica presenta características ambientales singulares que deben ser analizadas. Por ejemplo, los diferentes regímenes anuales de precipitaciones (mm/año) en ecosistemas andinos de climas húmedos a secos. Además, también influyen la especie, el área plantada y la densidad de árboles. De igual forma es de esperar que existan diferencias en los resultados a nivel hidrológico de plantaciones establecidas en áreas más conservadas o más degradadas que otras[10]​. No se puede generalizar casos como el de la Granja Porcón (Cajamarca) para toda la región andina. Son necesarios monitoreos a largo plazo y desde antes al establecimiento de la plantación para generar conclusiones más fundamentadas.

Relación de la Forestación con la erosión de los suelos por acción del agua[editar]

Es conocido el impacto que tiene la cobertura vegetal sobre la reducción de la erosión[1][3]​. La copa de los árboles y otras plantas evita el impacto de las gotas de lluvias directamente sobre el suelo, reduciendo su energía cinética, así mismo la hojarasca acumulada forma un “colchón” de protección. Tanto el follaje como el sistema de raíces debajo de ellas generan un impacto positivo evitando que se generen sedimentos y se produzcan diferentes tipos de erosión. El tipo de vegetación y especie en relación a su arquitectura de copa y raíces influirá en la calidad de protección brindada al suelo[11][12][13][14]​.

La cobertura del follaje que tienen las plantaciones con especies exóticas en relación a la vegetación nativa es menor, por ende la protección ante las lluvias es menor, lo que ocasiona mayores tasas de erosión. Pero, en suelos degradados y sin vegetación, las plantaciones con especies exóticas sí tendrían un impacto positivo en reducir los sedimentos que ocasionan la erosión[3]​. Especies exóticas como los Eucalyptus mejorarían las condiciones de suelo cuando se plantan en sitios degradados[7]​.

Un punto importante de estudio es el impacto que tiene la forestación en los deslizamientos de tierra[3]​. Además, en un contexto de cambio climático ciertas cuencas hidrográficas en los Andes dependiendo de sus características serán más vulnerables al impacto de eventos climáticos como inundaciones. Estudios a largo plazo son necesarios para entender de manera más clara los procesos hidrológicos que se dan en relación a la forestación y otros aspectos.

La Forestación reduce la cantidad total de agua[editar]

Contrariamente a la idea general de indica que la forestación ayuda a incrementar los niveles del abastecimiento de agua, en realidad la repoblación forestal los disminuye. Esto ha sido comprobado científicamente en climas desde los desérticos hasta tropicales [1] y es debido en gran parte al proceso de evapotranspiración. En líneas generales, cuando un área que no ha sido bosque es forestada y poblada con árboles, estos consumirán más agua que la vegetación anterior que era de menor altura disminuyendo como consecuencia el abastecimiento del agua.

Se entiende por cantidad total de agua a aquella proveniente de los ríos, quebradas y pozos, sin considerar su estacionalidad, esta cantidad depende del tipo de vegetación que se halle en el lugar ya que esta generará más o menos pérdidas por evaporación y transpiración o ganancias por interceptación de nubes. La cantidad total de agua es especialmente importante para el almacenamiento de agua, necesario para actividades que impactan a un gran número de usuarios (centrales hidroeléctricas, industrias, embalses de uso agrícola y doméstico) (ii).

Al respecto Bonnesoeur, V., et al., (2019) trabajaron en la revisión de 155 investigaciones se pudo comprobar que plantaciones de árboles recuperaron la tasa de infiltración y rendimientos de sedimentos cercanos a los de bosques nativos después de los 20 años de su plantación (iii) por lo que la antigüedad de la plantación también es una característica a tener en cuenta para poder visualizar los resultados finales de una plantación.

La forestación tiene efectos positivos pero no en cuanto al abastecimiento del agua por ello aún son necesarias investigaciones sobre los servicios hidrológicos que presta la forestación, sobre todo estudios con especies nativas (plantación o regeneración natural) para hacerlos más atractivos a los gestores de políticas ambientales. Para mejorar la eficiencia del uso hídrico en la región andina es necesario trabajar en la articulación y comunicación entre gobiernos locales y la academia, para poder difundir los descubrimientos con base científica e implementarlos en campo.

Referencias[editar]

  1. a b Llerena Pinto, Carlos (2019). «Los bosques y el agua». Revista Xilema 29 (1): 97-102. 
  2. Buytaert, W.; Iñiguez, V.; De Bievre, B. (2007). «The effects of afforestation and cultivation on water yield in the Andean páramo». Forest Ecology and Management. 251(1-2): 22-30. doi:10.1016/j.foreco.2007.06.035. 
  3. a b c d e Bonnesoeur, V.; Locatelli, B.; Ochoa-Tocachi, B. (2019). «Impactos de la Forestación en el Agua y los Suelos de los Andes: ¿Qué sabemos? Resumen de políticas». Proyecto “Infraestructura Natural para la Seguridad Hídrica” (INSH), Forest Trends. 
  4. Martínez de Azagra (1996). Hidrología Forestal: el ciclo hidrológico. Manuales y Textos Universitarios. Universidad de Valladolid, España. p. 286. 
  5. Cerrón, Jessica; del Castillo, J.; Bonnesoeur, V.; Peralvo, M.; Mathez-Stiefel, S. (2019). «Relación entre árboles, cobertura y uso de la tierra y servicios hidrológicos en los Andes Tropicales: Una síntesis del conocimiento». Occasional Paper 27 (Centro Internacional de Investigación Agroforestal, Consorcio para el Desarrollo Sostenible de la Ecorregión Andina). 
  6. Crockford, R.; Richardson, D. (2000). «Partitioning of rainfall into throughfall, stemflow and interception: effect of forest type, ground cover and climate». Hydrological Processes (14): 2903-2920. 
  7. a b c Gayoso, J.; Iroume, A. (1995). «Impacto del Manejo de Plantaciones sobre el ambiente físico». BOSQUE 16 (2): 3-12. 
  8. Ataroff, M. (2002). «Precipitación e interceptación en ecosistemas boscosos de los Andes Venezolanos». ECOTROPICOS 15 (2): 195-202. 
  9. García, C. (2007). «Regulación hídrica bajo tres coberturas vegetales en la cuenca del río San Cristóbal, Bogotá D.C». Revista Colombia Forestal 10 (20): 127-147. 
  10. Ochoa-Tocachi, B. y Zogheib, C (2019). «¿Estamos tomando decisiones basadas en evidencia para la gestión del agua?». Consultado el 02 de setiembre de 2020. 
  11. Terreros, Sara; Reynel, Carlos (2016). «Arbustos del valle del Mantaro, Dp. de Junín (Perú) y su potencial para protección de suelos». Herbario de la Facultad de Ciencias Forestales, Universidad Nacional Agraria La Molina. 
  12. Alvarado, V.; Romero, M.; Bermúdez, T.; Piedra, L. (2014). «Plantas nativas para el control de la erosión en taludes de ríos urbanos». Spanish Journal of Soil Science 4 (1): 99-111. 
  13. Morales, E. (1998). «Apuntes metodológicos para el estudio de raíces en plantaciones forestales y bosques naturales. ¿Por qué estudiar raíces en plantaciones forestales y bosques naturales?». Simposio Internacional ”Posibilidades de manejo forestal sostenible en América Tropical” (Turrialba, Costa Rica: CATIE): 80-91. 
  14. Reynel, Carlos; León, J. (1990). «Árboles y arbustos andinos para agroforestería y conservación de suelos: Especies forestales útiles para el productor agropecuario». Proyecto FAO Holanda/DGFF. Vol.1.