Usuario:Camyla16/Taller

EL DESEMPLEO JUVENIL EN MUJERES EN EL PERÚ

El desempleo, es la carencia de trabajo en un estado que limita a los individuos a acceder a una banda de oportunidades para su desarrollo social, personal y económico.​ Se caracteriza principalmente en personas que buscan recursos laborales pero que no consiguen uno. El desempleo juvenil, es uno de los problemas sociales más importantes que enfrentan diariamente los jóvenes en el mundo actual globalizado​. A diferencia del desempleo en general, este afecta específicamente a jóvenes entre las edades de 14 años a 24 años, lo que trae repercusiones a mediano o largo plazo. En el Perú esta problemática se ha agraviado después del año 2020 hasta la actualidad, donde el país y el mundo experimento una época de confinamiento sanitario global por el COVID - 19, que trajo consigo la falta de oportunidades de capacitación laboral, la deserción escolar, la limitación al acceso de tecnologías, él alza de tasas de pobreza, el trabajo informal y explotación laboral, entre otros. Que deterioraron las oportunidades de desarrollo para jóvenes en materia de acceder a un trabajo digno.

Estadísticas Pre - pandemia y actualidad

El desempleo en el Perú mostraba una disminución comprendiendo los años desde el 2007 hasta el 2019, pasando de un 4,7% a un 3,9%. En el año 2019, ya se atravesaba un número promedio de desempleo juvenil teniendo como referente un 3,9%, sin embargo, en pandemia del 2020 este número aumento a cinco puntos porcentuales en la mitad del año llegando a 7,4% los cuales terminaron alcanzando el 13,1% en lo que finalizo el año. Esto afectó altamente a jóvenes sobre todo en las edades conspiradas de 14 – 24 años, además de ser los más perjudicados aquellos que geográficamente vivían en zonas urbanas teniendo como índice de desempleo un 16,6%.

Además, esta causal del 2020 introdujo una problemática desfavorable que es la explotación laboral, llegando a haber más del 50% de jóvenes entre los 20 – 24 años que obtuvieron un ingreso mensual inferior a una remuneración vital correspondiente por ley. Sin embargo, lo que resalto también fue el trabajo informal en jóvenes que llegó a un índice del 81,4%, incluyendo a jóvenes con educación superior que no fue una condición excluyente para superar el 60% de informalidad del total de los que no tienen estudios de formación superior. Esto se debió a que el índice de pobreza juvenil aumento alarmantemente 9,9 puntos porcentuales llegando a un número superior del 30,1%. Además, que la pobreza monetaria en niñas, niños y adolescentes peruanos aumentaría hasta la cantidad de 39,9% finalizando 2020 como consecuencia directa de la pandemia (UNICEF,2020). Por ello mismo, repercutió de manera profunda a familias con integrantes en su mayoría de edades juveniles, lo que nos les permitió poder seguir estudios ni capacitaciones laborales formales, impulsándolos avocarse por necesidad a trabajos con baja paga remunerativa, pero con dineral precario para cubrir como mínimo la ingesta diaria alimentaria o canasta mínima familiar.

En el 2021, debido a la incorporación nuevamente post – pandemia y debido a la masividad de la vacunación contra el COVID – 19, el desempleo pude reducirse en un índice de 6,1 puntos porcentuales dándose un logro “favorable” a favor de las juventudes, sin embargo, la tasa de pobreza monetaria afectó al 25,9% de la población del país, que solo redujo 4,2 puntos porcentuales a comparación del 2020. Si bien hubo un avance considerable sobre la problemática global, este no pudo tener las acotaciones necesarias como se esperaba después de volver parcialmente a la normalidad dejando el confinamiento sanitario.

En el 2022, la población desempleada paso a tener un total de 847 800 jóvenes en situación de precariedad laboral, marcando un aumento del 19,5% a comparación del 2007. Por otro lado, si comparamos esta cifra con la del año 2021 esta tuvo una leve disminución favorable del 9,1% que genera una recuperación lenta después de pandemia, sin embargo, no podemos decir lo mismo para las zonas rurales que experimentaron un deterioro de esta con un índice del 2,0% porcentual, dejando claramente la diferencia de falta de oportunidades y formación que experimentan los jóvenes de acuerdo a su ubicación geográfica.

Todas estas variaciones se reflejarían latentemente aun más en el segundo trimestre del año 2023, donde desfavorablemente se tuvo una ascensión al 1,1% a comparación del segundo trimestre del año 2022. Estas estadísticas son un eje crucial para percibir esta problemática de manera bien compleja y de repercusiones en dos o más direcciones, ya que, por su misma naturalidad es doblemente estructural. Lo que se percibe para el año 2024, de manera actual es que esta tasa de desempleo en juventudes disminuya encarecidamente a un 3,7% lo que significaría una reducción de un punto porcentual con respecto al año 2022 (4,7%).

Finalmente, se ha podido apreciar que a lo largo de estos años la tasa de desempleo juvenil experimentó unas variaciones significativas, desde su nivel mínimo del 2019 (3,9%) hasta el más alto en el 2020 (7,4%), afectando particularmente a los jóvenes entre las edades de 14 a 24 años (19,9%). Y como estas mismas cifras van acomodándose de manera propia teniendo una disminución en el año 2021 (5,7%), pero de igual forma sintiéndose preocupante por encontrase por encima del nivel pre - pandemia (2019).

Causas Principales

Pobreza o Pobreza Extrema

Parrafo

Deserción Escolar

Parrafo

Ubicación Geográfica

Parrafo

Discriminación o Exclusión

Parrafo

Perspectiva de las Mujeres

Parrafo

Embarazo adolescentes

Parrafo

Carencia de Educación Sexual Integral (ESI) en los colegios

Parrafo

Roles de género

Parrafo

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Referencias

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