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Uso de las Redes Sociales como Estrategias de Aprendizaje[editar]

Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) han revolucionado no solo la forma en la que nos comunicamos y relacionamos en nuestra vida social y laboral, sino que también han permeado el mundo de la educación, en el que desde hace algún tiempo se incorporan elementos digitales, lo que ha dado lugar al concepto de Educación 3.0.

Esta evolución está vinculada a la propia evolución de la Web, cuyo enfoque se ha ido modificando desde el simple acceso y encuentro de información, Web 1.0, pasando por el compartir, participar y colaborar, característico de la Web 2.0, hasta llegar al actual concepto de co-creación del contenido, un elemento esencial de la Web 3.0.

Este avance hacia un entorno en el que se participa, se comunica y se colabora en el aprendizaje ha hecho surgir un mayor interés por el uso educativo de estas herramientas citadas anteriormente.[1]​ De este modo, la Educación 3.0 aúna todos los recursos y las ventajas que ofrece la tecnolgía y la Web 2.0 y 3.0 para beneficiarse de ellos en aras de una mejora en la educación que fomente un modelo más interactivo, participativo y creativo. Tanto alumnos como profesores se benefician de este cambio de modelo educativo. En este modelo se utiliza lo que se conoce como Tecnología educativa.

Para los nativos digitales, aquellas generaciones nacidas ya con las nuevas tecnologías y que han crecido en un contexto en el que estas tecnologías son parte de su vida cotidiana, la mayor parte de sus actividades relacionadas con la comunicación entre iguales y la gestión del conocimiento están relacionadas con las tecnologías. Este hecho ha propiciado que se empezara a hablar ya no solo de TIC sino también de Tecnologías del aprendizaje y el conocimiento, conocidas como TAC, que no solo integran las tecnologías en el aula, sino que intentan que estas sean un recurso para el aprendizaje y un elemento educativo innovador. Con la Ley Orgánica de Educación (España) de 2006 y más tarde con la Ley orgánica para la mejora de la calidad educativa de 2013, la situación educativa ha ido cambiando. Este cambio ha propiciado un giro desde un concepto de aprender con la tecnología a uno de aprender a través de ella, en el que la tecnología es la facilitadora del aprendizaje, la que hace que se desarrollen competencias más que conocimientos.[2]

En internet existen numerosas redes sociales así como elementos que permiten crearlas. Algunas de estas plataformas ofrecen opciones de privacidad y comunicación más específicas para entornos educativos, no sólo formales, sino también no formales, que las hacen especialmente útiles para su uso en la educación.

De Haro ofrece una defición de red social bastante aceptada, en la que se destaca que es una estructura social representable mediante nodos conectados por aristas. Los nodos serían los individuos y las aristas serían sus relaciones.[1]

La definición de red social educativa es similar. Cabero ofrece una definición bastante aceptada en el mundo educativo, en la que explica que una red social educativa es un multientorno que permite la discusión de distintos tipos de problemas en espacios interactivos y flexibles de aprendizaje.[1]​ Es un espacio en la red en el que confluyen un grupo de personas, con un elemento común, en el que pueden comunicarse y participar de actividades colectivas. En este sentido, el concepto de educativa hace que nos fijemos en ciertos aspectos que matizan los elementos presentes en cualquier otra red social.

Además, es importante recordar que el aula y el centro escolar son, de por sí, un punto de socialización y encuentro entre la comunidad educativa (profesores, alumnos y padres/madres/tutores). Este colectivo comparte unos intereses comunes y esta es una de las características más importantes de las redes sociales, por lo que su uso en la educación se presenta como algo natural. Esta capacidad para que diferentes individuos se comuniquen en red es una de las mayores oportunidades que ofrecen las redes sociales educativas.[3]

Además, podemos incluir la capacidad que presentan las redes sociales educativas de compartir distintos materiales con los estudiantes, o incluso entre los estudiantes mismos.

A partír de aquí, se pueden aumentar los usos de las redes sociales educativas, más allá de elementos de comunicación e información, hasta llegar a usos de participación, colaboración y gestión que nos ayuden a conseguir los objetivos didácticos marcados para la tarea, asignatura o centro. [3]

Usos educativos de las Redes Sociales[editar]

Es esencial reflexionar sobre el objetivo de introducir las Redes Sociales en el aula. Parece evidente que el primero es crear una comunidad de aprendizaje en la que haya diferentes puntos de comunicación (docente-discente, discente-discente, docente-docente, docente-padre/madre/tutor, centro-comunidad educativa) basado en un modelo de aprendizaje colaborativo, cooperativo e interdisciplinar. [3]

Finalizada la creación de la comunidad de aprendizaje, se puede utilizar la red social educativa de infinididad de formas, dependiendo de los objetivos específicos que se marquen en cada caso, de lo creativos que sean los docentes y los alumnos, de lo motivados que estén para usarlas y de la propia práctica cotidiana que hagan de las redes sociales en general y de la eucativa en particular.

Es conveniente, en este punto, mencionar una serie de posibilidades que ofrece el uso de las redes sociales educativas. [1]

  • Crean una inteligencia colectiva y favorecen la co-construcción del conocimiento.
  • Amplian los límites del proceso de enseñanza-aprendizaje y suponen cambios en la gestión del mismo.
  • Promueven la comunicación y permiten y colaboran en la socialización del grupo.
  • Implican una visión compartida del conocimiento.
  • Ofrecen la centralización de todas las actividades docentes, incrementando así la facilidad y la rapidez de la comunicación entre los miembros de la comunidad.
  • Promueven y facilitan la coordinación entre docentes.
  • Favorecen la creación de grupos de trabajo y de actividades socializadoras, con lo que se mejora la creación de aprendizaje activo y significativo.
  • Permiten al alumno obtener información sobre tu trabajo en la red disminuyendo el tiempo de retroalimentación.
  • Su incorporación no es un impedimento para el alumno, que ya está familiarizado con ellas en su uso cotidiano fuera del aula.
  • Promueven el pensamiento crítico en los alumnos, ya que deben analizar y sintetizar la información que reciben para reconstruirla en sus propias opiniones, ajustándose a los requisitos específicos de cada red social.
  • Ayudan a mejorar la identidad cibernética de los alumnos y a concienciarlos sobre los problemas asociados a la privacidad y el uso de las redes sociales en general.

Sin embargo, también es necesario analizar una serie de factores negativos asociados a la inclusión de las Redes Sociales Educativas[1]​.

  • Pueden surgir problemas de privacidad.
  • Incorporar las Redes Sociales Educativas supone que los docentes dediquen tiempo extra en su formación en ellas, así como en crear actividades que motiven a los alumnos y no sean simplemente un elemento lúdico que pueda llegar a distraerlos de la verdadera función didáctica planteada.
  • Los padres, madres y tutores de los alumnos (en etapas de educación infantil, primaria y secundaria o formación profesional, cuando los alumnos son menores de edad) puede que carezcan de la formación y los conocimientos necesarios sobre las mismas para acceder a su uso y por tanto sean reacios a la introducción de las mismas en el aula.
  • Pueden suponer un riesgo de acoso cibernético, como el grooming.

Por todos los aspectos citados anteriormente, el uso de las redes sociales en educación debe realizarse con cuidado y con la existencia de un consenso entre todos los agentes de la comunidad educativa, alumnos, docentes, padres/madres/tutores y centro educativo.

Por otro lado, las redes sociales son tan versátiles que ofrecen infinidad de posibilidades de utilización, dependiendo del enfoque que el docente quiera darle. De Haro [4]​ menciona los usos más habituales que se hacen de ellas en el ámbito educativo.

  • Como red de asignaturas, donde se crea una red para cada asignatura en la que se puedan preguntar dudas, realizar trabajos, etc. Estas redes suelen ser poco numerosas y tienden a no aprovechar el potencial total de las redes sociales.
  • Como redes de centros de educativos y grupos para crear comunidades internas. Estas redes son muy positivas y ayudan a crear un sentimiento de pertenencia a la comunidad educativa.
  • Como grupos de consulta de dudas y de actividad académica de una asignatura. Son sitios privados en los que los alumnos se comunican entre sí y con el profesor de dicha asignatura. Formarían parte de una red social mayor, en la que se integra el grupo.
  • Como tablón de anuncios de una asignatura. Se encuadra dentro de una red social y se forma un grupo en el que se coloca la información sobre tareas, actividades, etc., que deben realizar los alumnos.
  • Como grupos de alumnos. Se crean los grupos dentro de la red social para que realicen trabajos. Resultan interesantes puesto que fomentan que los alumnos creen sus grupos, interaccionen entre ellos, usen los foros de discusión, los mensajes y el resto de herramientas con las que cuenta la red social para organizar el trabajo y dejar información.
  • Como tutorización de trabajos. Fomentan la comunicación entre el grupo de alumnos y el profesor, aumentando la cantidad y la rapidez de la retroalimentación entre ellos.

Según datos de Eurostat, en la UE28 un 97% de la población de entre 16 y 29 años ha usado Internet en los últimos 12 meses; en España el dato se corresponde con el de la UE. En la población de entre 35 y 44 años, el dato es del 94% en la UE y del 96% en España. Las cifras van disminuyendo progresivamente según aumentamos el grupo de edad, hasta el 14% en España para la población de 75 años o más. Sin embargo, estas cifras demuestran el gran calado que Internet, y las aplicaciones que este ha propiciado, tienen en la sociedad actual.[5]

Según el Estudio Anual de Redes Sociales, un 86% de la población que utiliza Internet usa redes sociales. El estudio también muestra que Facebook sigue siendo la red social más utilizada en España, seguida por WhatsApp, Youtube, Twitter e Instagram y se especifica que su uso principal sigue siendo “social”, es decir, enviar mensajes, ver qué hacen los contactos, ver vídeos o escuchar música. Sin embargo, un 39% de los usuarios, mayoritariamente mujeres, las utiliza para adquirir conocimientos, y un 31% de los usuarios de entre 16 y 41 años citan el uso de las Redes Sociales para fines profesionales o de estudio.[6]

Si observamos estos datos, podemos analizar el uso educativo que pueden tener estas redes sociales más utilizadas por los usuarios.[7]

Usos educativos de Facebook[8][editar]

Esta red permite la creación de grupos cerrados que se pueden delimitar al grupo de la clase y que pueder ser administrados y moderados por el profesor. También los centros pueden tener grupos de Facebook a los que los alumnos, padres y madres y docentes pueden pertenecer.

En estos grupos se puede compartir información, calendarios y recursos, que son accesibles para los miembros del mismo.

Además, se pueden plantear encuestas, actividades y debates en los mismos para que los alumnos participen y puedan obtener una retroalimentación directa del profesor[7]​.

Como ejemplo podemos poner esta experiencia de trabajo social y cooperación al desarrollo.

Usos educativos de Twitter[editar]

Uno de los usos más aceptados de Twitter en la educación es el de sintentizar la información, ya sea en los 140 caracteres que permite o en una foto con un mensaje breve.

Además, se puede utilizar para fomentar estrategias de pensamiento crítico y cribado de la información con tareas de detección de noticias falsas o bulos. [7]

Un ejemplo lo podemos encontrar en el CEIP la MEditerrànea, de Oropesa del Mar, en Castellón, en el que usan twitter en el aula con alumnos de nuevo ingreso que aún no dominan el idioma y con aquellos que tienen dificultades de aprendizaje. Se abordan básicamente contenidos relacionados con la asignatura de Llengua Valenciana.[3]

De Haro tiene una wiki creada en la que relaciona aquellas cuentas de twitter de centros educativos.

Usos educativos de Youtube[editar]

Por sus características, Youtube es una plataforma idonea para empezar a promover el uso de las redes sociales en el ámbito educativo. No comporta límites de edad para el acceso y las posibilidades que ofrece son amplísimas, desde la creación de un canal en el que subir contenidos audivisuales, hasta la creación de vídeos por parte de los alumnos para después subirlos. [7]

Existen numerosos ejemplos de canales de youtube en los que profesores suben sus contenidos, pero el de David Calle es uno de los mejores valorados por los usuarios.

Además, existen numerosas listas en las que se ofrecen canales para aprender de todo.

Usos educativos de Instagram[editar]

Instagram es en la actualidad la red social favorita de los adolescentes. Además de esto, permite su uso educativo para llevar a cabo distintas actividades en el aula, desde subir imágenes que sinteticen ideas o conceptos, pasando por la creación de álbumes, hasta llegar a las stories, vídeos o compilaciones de imágenes en vídeo para contar algo.

Este uso de Instagram además favorece el uso de los smartphones y las tabletas en el entorno educativo, algo que motiva más aún a los alumnos. [7]

Como ejemplos de uso de instagram en clase, podemos citar las experiencias de Rosa Liarte en el IES Cartima de Cártama, Málaga, en el que utiliza las redes sociales en sus diversas clases de Ciencias Sociales.

Impacto de las Redes Sociales en Educación[editar]

La aplicación de las Redes Sociales en Eduación ha supuesto un impacto inmenso en diversas áreas y tanto en docentes como en alumnos y sus familias.

Cuando hablamos de la incorporación de las Redes Sociales a la Educación, debemos tener en cuenta una serie de consideraciones iniciales, que nos ayudarán a elegir la red social que mejor se adapte a nuestras necesidades pedagógicas.

La primera decisión que se debe tomar es qué planteamiento didáctico se quiere desarrollar y no qué tipo de tecnología usar. En este sentido, el uso de las TIC y en este caso de las redes sociales debe ir unida a su integración diáctica efectiva y coherente. Se debe hacer un planteamiento didáctico innovador en el que se integren las TIC, no adaptar estas a los antiguos planteamientos.

El siguiente paso será pensar en qué tipo de red social se quiere utilizar. Para ello es recomendable leer las condiciones de uso de cada una de ellas y conocer las aplicaciones y limitaciones con las que cuenta cada una. Para ello se pueden consultar las guías que publica el Incibe.

Se debe tener en cuenta que el uso de las redes sociales en el aula supone un elemento de motivación para los alumnos puesto que forman parte de su vida cotidiana. Además, se deben generar los espacios adecuados para compartir la información de manera efectiva.

Por otro lado, los docentes deben contar con la formación en la parte tecnológica necesaria para poder gestionar de forma efectiva el uso de las redes sociales en el aula, además de la formación pedagógica para que su uso tenga un sentido didáctico. El aspecto de la formación del profesorado es esencial, debido al alto índice de cambio que sufren las tecnologías y la velocidad de los mismos.

Además, con la incorporación de las tecnologías en el aula, y en especial de las redes sociales, se producen cambios en los roles, tanto del profesor como del alumnos.

El docente tiene un papel fundamental en la transformación educativa a través de las redes sociales, puesto que pasa a formar parte del proceso de co-creación y co-construción de los conocimientos. El profesor pasa de ser el transmisor del conocimiento a ser un guía, un orientador, en el aprendizaje de los alumnos, ya que el contenido de lo que se quiere aprender se encuentra en la red. El docente debe ser consciente de esta cambio de rol para poder llevar a cabo su labor de manera stisfactoria. [9][10][11]

Admás, los docentes también deben realizar una labor pedagógica con el resto de componente de la comunidad educativa, más allá de los alumnos y acompañar a los diversos agentes en el proceso de inclusión de las redes sociales en el aula.

El estudiante también sufre un cambio de rol con la incorporación de las tecnologías, específicamente de las redes sociales, al aula. Pasa de ser un receptor de conocimientos a tener un papel activo en su propio aprendizaje. Pasa a ser el eje central del proceso, puesto que necesita desarrollar conocimientos relacionados al acceso a la información y contar con competencias tecnológicas que le permitan la creación, uso y producción de más información.

Ha de desarrollar habilidades para encontrar, asimilar, interpretar de forma crítica y producir informacióny adaptarlas a sus estilos de aprendizaje. [9][10]

A modo de resumen, podemos ofrecer la siguiente tabla sobre los roles del estudiante y del docente.[9]

Rol del Alumno Rol del Profesor
Toma de decisiones de manera activa. Guía los procesos de aprendizaje
Autogestiona su formación. Impulsa las situaciones educativas.
Gestiona la información. Apoya la organización del trabajo.
Usa las herramientas tecnológicas de forma intensa. Mediador en la transferencia de conocimiento.
Explora los mecanismos de comunicación disponibles. Apoyo estratégico de los alumnos.

Referencias[editar]

  1. a b c d e Cabero Almenara, Julio; Barroso Osuna, Julio; Llorente Cejudo, María del Carmen; Yanes Cabrera, Cristina (16 de noviembre de 2016). «Redes sociales y Tecnologías de la Información y la Comunicación en Educación: aprendizaje colaborativo, diferencias de género, edad y preferencias». Revista de Educación a Distancia 0 (51). ISSN 1578-7680. Consultado el 3 de abril de 2018. 
  2. Fernández Ulloa, Teresa (7 de enero de 2014). «Aprendizaje colaborativo y uso de las redes sociales en educación primaria». Didáctica. Lengua y Literatura 25. doi:10.5209/rev_DIDA.2013.v25.42240. Consultado el 3 de abril de 2018. 
  3. a b c d Roig-Vila, Rosabel (1 de enero de 2012). Redes sociales educativas. Propuestas para la intervención en el aula.. Consultado el 2 de abril de 2018. 
  4. Naval Durán, Concepción. Educar para la comunicación y la cooperación social. ISBN 9788461442348. OCLC 745366039. 
  5. «Eurostat». 
  6. «Estudio Anual de Redes Sociales». 
  7. a b c d e «Educación 3.0: Usos de las redes sociales en el aula». Blog de Andalucía es Digital. 4 de septiembre de 2017. Consultado el 3 de abril de 2018. 
  8. «3.9. Usando Facebook en el aula – Redes Sociales en la Enseñanza». blogs.upm.es. Consultado el 3 de abril de 2018. 
  9. a b c Pérez Alcalá, María Del Socorro; Ortiz Ortiz, María Gloria; Flores Briseño, María Mirna (May 2015). «Redes sociales en Educación y propuestas metodológicas para su estudio». Ciencia, docencia y tecnología (50): 188-206. ISSN 1851-1716. Consultado el 3 de abril de 2018. 
  10. a b Islas Torres, Claudia; Carranza Alcántar, María del Rocío (2011). «Uso de las redes sociales como estrategias de aprendizaje. ¿Transformación educativa?». Apertura 3 (2). ISSN 1665-6180. Consultado el 3 de abril de 2018. 
  11. Castañeda Quintero, Linda (2010). Aprendizaje con redes sociales : Tejidos educativos para los nuevos entornos. MAD. ISBN 9788467636192. OCLC 688375135.