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Tumba 7 de Monte Albán

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Cráneo recubierto de turquesa. Monte Albán V. Cultura mixteca. Forma parte de la colección del Museo Regional de Oaxaca, en el ex-Convento de Santo Domingo de Guzmán.

La Tumba 7 es una construcción funeraria de Monte Albán, zona arqueológica localizada en la cima de un cerro que domina los Valles Centrales de Oaxaca (Oaxaca, México). Se trata de un enterramiento célebre porque en su interior se encontró la mayor cantidad de objetos mesoamericanos hasta la fecha. Aunque Monte Albán fue una ciudad fundada por los zapotecos, fue abandonada por este pueblo hacia el siglo IX de nuestra era, y reutilizado más tarde, como cementerio de las élites mixteco-zapotecas que dominaron Los Valles durante el Posclásico Temprano.

El Tesoro de la Tumba 7

La Tumba 7 fue descubierta por Alfonso Caso Andrade el 9 de enero de 1932. Aunque los zapotecos eran conocidos por sus costumbres funerarias que incluían el enterramiento de importantes personajes acompañados de ricas ofrendas de cerámica y objetos preciosos, el repertorio de objetos hallados por Caso en Monte Albán era de índole distinta. Numerosos eran los objetos de oro que se encontraron en el lugar, incluido algunos famosos pectorales de oro trabajados en técnica de filigrana, que son también piezas muy conocidas de la orfebrería mesoamericana precolombina. Entre estos se encuentran los pectorales del Dios de la Muerte y del Dios del Sol.

El estilo de estos objetos y otros asociados —cráneos esculpidos en cristal de roca, tallas en hueso, máscaras de turquesa, cerámica— era bastante distinto de las características de los objetos zapotecos. Muy tempranamente Caso y sus colaboradores —entre los que se encontraban Jorge Ruffier Acosta e Ignacio Bernal y García Pimentel— asociaron los descubrimientos de la Tumba 7 a la cultura mixteca, en contra de las hipótesis adelantadas fuera de México, según las cuales, los objetos que formaban parte de la ofrenda tenían una influencia maya primitiva.[1]

A contrapelo de esta versión, y de acuerdo a investigadores de University of California, San Diego (UCSD), es muy probable que Alfonso Caso no haya sido el responsable de un descubrimiento arqueológico colosal, como fue el descubrimiento de la Tumba 7, sino un colaborador involuntario de los políticos oaxaqueños. En "XipeTotec Que Llora", video descubierto por Saúl Hernández-Vargas en la Geisel Library de UCSD [2]​ , Conrado Martínez sugiere que el hallazgo fue un montaje político directamente relacionado al desastre ocurrido en 1931, gracias al terremoto que destruyó la ciudad de Oaxaca.

Notas

  1. Thomas Atole, del Brithish Museum, citado en Robles García.
  2. Saúl Hernández-Vargas. «Xipe Totec Que Llora, atribuido a Conrado Martínez (1931), arquitecto y reformista californiano.». Archivado desde el original el 22 de junio de 2018. Consultado el 2 de julio de 2018. 

Referencias

Bibliografía