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Residencia de personas mayores

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Navidad en una residencia geriátrica situada en Noruega.

Una residencia de personas mayores es un centro gerontológico en el que viven temporal o permanentemente personas mayores en la mayoría de los casos con determinado grado de dependencia. En las residencias se ofrecen servicios de desarrollo personal y atención sociosanitaria. Por ello las residencias disponen de un equipo de profesionales adecuados con formación gerontológica específica, pero formados en diferentes especialidades.

Recursos humanos

En una residencia de personas mayores el personal habitual incluye:

  • director/gerente
  • administrativos
  • médico/a especializado/a en geriatría
  • psicólogo/a con conocimientos de gerontología
  • gerocultor
  • DUE Diplomado Universitario en Enfermería con conocimientos en geriatría
  • técnico/a sociosanitario/a
  • auxiliar de enfermería
  • diplomado en fisioterapia
  • diplomado en trabajo social
  • terapeuta ocupacional o diplomado en terapia ocupacional
  • diplomado en logopedia
  • animador/a sociocultural
  • cocinero/a
  • pinche de cocina
  • personal de limpieza
  • personal de lavandería
  • personal de mantenimiento
  • conductor/a
  • jardinero/a
  • portero/a o recepcionista

Cada miembro del personal debe tener un perfil adecuado a la función que tiene asignada, así como un plan de formación continua para asegurar la idoneidad en la realización de sus funciones a lo largo de su vida laboral, la necesidad de este plan de formación continua se encuentra reflejada en la ley de dependencia.

El tamaño de la plantilla de profesionales de la residencia tiene que ser adecuado para el número de plazas que oferta la residencia.

Servicios ofrecidos

La variedad, y la intensidad en la prestación de servicios puede ser muy variable. Normalmente existen unos servicios mínimos regulados por ley que suelen incluir la manutención, estimulación de capacidades funcionales, dinamización sociocultural, atención sanitaria, ayuda a la integración social y terapia ocupacional. Además de lo anterior, se suelen ofrecer también un servicio médico, enfermería, atención psicológica lavandería, acogida y convivencia, soporte familiar, transporte y administración de fármacos. Es muy importante de cara a elegir un centro de mayores el asegurarse de que el personal está cualificado y preparado para tratar y cuidar a residentes con cualquier tipo de demencia. De cara a una digna estancia en las residencias, es fundamental que sean -o tengan previsto ser- centros acreditados como "Centros libres de sujeciones", y así se evita que el residente con deterioro cognitivo pueda ser maniatado o sujetado para contenerle y tranquilizarle; en esta línea, evitar el uso de fármacos que buscan este resultado también es algo a tener en cuenta a la hora de elegir un centro de este tipo.

Perfil del residente

La diversidad de usuarios de este tipo de centros es amplia, y existen distintas clasificaciones. Una posible clasificación en la que se diferencia el perfil de la persona residente, la duración de su estancia en el centro, y los cuidados que requerirá del personal especializado[1]

Perfiles Duración Estancia Cuidados
Convalecientes de una operación o de una enfermedad. Corta Cumplimiento terapéutico del tratamiento, vigilancia, ayuda en AVDs si precisara.
Rehabilitación (fracturas, crisis de procesos patológicos) Generalmente corta Cumplimiento terapéutico y programas de rehabilitación que corresponda en cada caso.
Terminales y estados vegetativos Incierta Cuidados paliativos con atención sanitaria y programas de intervención psicosocial
Ingresos por respiro familiar Corta Según grado de dependencia. Ayuda en AVDs.
Personas dependientes por patología crónica (con preservación de facultades mentales) Larga Ayuda en AVDs. Tratamientos de conservación y rehabilitación funcional. Programas psicosociales.
Personas con deterioro cognitivo sin graves pérdidas de capacidad funcional Larga Vigilancia y ayuda en AVDs. Programas terapéuticos de intervención psicosocial y sanitarios para conservación y rehabilitación de capacidades funcionales y mentales.
Personas con demencia y dependencia importante en AVDs. Larga Vigilancia y ayuda en AVDs. Tratamientos de conservación de capacidades funcionales y mentales.
Personas con dependencia leve, pero con problema social importante (sin familia, sin recursos,…) Indefinida Supervisión. Programas de integración social.

Motivos de ingreso

Los motivos más comunes por los que los mayores van a vivir a una residencia:[2]

  • por necesidad de compañía
  • motivos de salud (deterioro de salud, disminución de autonomía personal)
  • por no poder valerse por sí mismo/a
  • por no molestar a la familia.

A la hora de ingresar en la residencia, tiene más importancia evitar la soledad para las personas de mayor edad (85 años y más). La salud, sin embargo, es más importante entre las mujeres, sobre todo las menores de 85 años, mientras que los motivos familiares cobran importancia a mayor edad del residente. Entre las personas que están en la residencia sólo temporalmente, los motivos familiares, especialmente los de salud, cobran mayor importancia.

Véase también

Referencias

  1. Rodríguez, P., Izal, M., Cassinelo, A., Sancho, M. & Martínez, J. M. 1999, Residencias para personas mayores. Manual de orientación. Editorial Médica Panamericana. Madrid.
  2. IMSERSO 2004, Informe 2004. Las personas mayores en España.

Enlaces externos