Representación (política)

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 02:51 7 nov 2014 por Arjuno3 (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.

En política, la representación es el acto mediante el cual un representante (sea este gobernante o legislador) actúa en nombre de un representado (elector en el caso de las democracias) para la satisfacción de sus intereses. El representado no puede controlar ni exigir que el gobernante cumpla con sus responsabilidades; exclusivamente, por medio de mecanismos electorales institucionalizados podrá castigar a su partido político en las siguientes elecciones.[1]

Así, el concepto de representación política describe cómo el poder político es alienado de un gran grupo y conferido a manos de un subconjunto más pequeño de tal grupo por cierto período. La representación usualmente se refiere a democracias representativas, donde los funcionarios electos (denominados representantes) hablan en nombre de sus electores en la legislatura. En general, solo a los ciudadanos se les concede la representación en el gobierno en forma de derechos de voto; sin embargo, algunas democracias han ampliado aún más este derecho.

La representación política consiste en hacer presentes las voces, opiniones y perspectivas de los ciudadanos en el proceso de elaboración de políticas públicas. La representación política ocurre cuando los actores políticos hablan, abogan y actúan en nombre de otros en la arena política. El concepto de representación política posee dimensiones múltiples debido a que puede involucrar concepciones diferentes y conflictivas sobre cómo los representantes políticos deben representar a sus electores.[2]

Perspectivas de la representación

Propuesta de Sartori

Giovanni Sartori propone diferenciar tres perspectivas de la representación: una jurídica, otra sociológica y otra política.[3]


En cambio, la representación sociológica se refiere a la idea de identidad: el representante es aquel en el cual se ve reflejado el representado. El representante reúne ciertas características con la que se sienten identificados un determinado grupo o colectivo representado.[4]

La representación política sería una categoría sui generis de representación, en la que se presentan elementos propios de la representación jurídica, y elementos característicos de la representación sociológica.

El representante político resulta elegido por el pueblo, mediante elecciones libres y periódicas, tal y como sostiene la teoría electoral de la representación. Igualmente, la teoría de la representación como responsabilidad hace alusión al control que los representados realizan sobre el representante, de forma periódica, en las elecciones.

Para continuar la caracterización de la representación política, Sartori menciona otras teorías secundarias que hacen hincapié en aspectos como la "sintonía" entre representantes y representados (representación como idem sentire), en el consentimiento del representado con respecto a las decisiones del representante, o en la participación del representado en las decisiones del representante.

En la democracia representativa, la pérdida de confianza se materializa en las siguientes elecciones, cuando los votantes castigan a los políticos que no cumplieron con sus promesas electorales, eligiendo a otro candidato o partido político para que ocupe su lugar.[4]

Propuesta de Pitkin

Hanna Fenichel Pitkin estableció cuatro perspectivas de la representación:[2]

  1. Representación formal, incluye:
  • Autorización (los medios por los cuales un representante obtiene su cargo).
  • Responsabilidad (la habilidad de los electores de castigar a sus representantes si no actúan de acuerdo a sus deseos).
  1. Representación simbólica
  2. Representación descriptiva
  3. Representación substantiva

Representación por población

En este caso, los representantes son elegidos por un bloque equivalente de votantes en términos numéricos. Así, la representación proporcional es un sistema electoral en el que el porcentaje de votos que reciben los partidos políticos determina el número de escaños que les son asignados en las asambleas legislativas o Parlamento. Este sistema de representación se distingue del sistema de representación directa porque casi todos los partidos políticos son representados en el cuerpo legislativo, sin importar que no obtengan mayoría relativa en ningún distrito electoral. Por lo tanto, también se llama sistema de representación plena.

Este sistema no siempre es práctico por motivos históricos y políticos o incluso puramente por problemas logísticos, como por ejemplo, en regiones donde viajar es difícil y las distancias son grandes. En Estados Unidos y otras democracias, es usual que la cámara baja de un sistema bicameral sea elegida por este sistema, mientras que la cámara alta es elegida por la representación por área.

Véase también

Referencias

  1. Cotta, M. (1986). «Parlamentos y Representación». En G. Pasquino, ed. Manual de Ciencia Política. Madrid: Alianza Editorial. 
  2. a b «Political Representation». Stanford Encyclopedia of Philosophy (en inglés). Stanford University Press. 2006. Consultado el 21 de mayo de 2009. 
  3. Sartori, Giovanni (1986). «Representación». En G. Pasquino, ed. Elementos de ciencia política. Barcelona: Ariel. pp. 257 a 271. 
  4. a b Monedero, Juan Carlos (2004). «Representación». En Román Reyes, ed. Diccionario Crítico de Ciencias Sociales. Madrid: Universidad Complutense de Madrid. 

Bibliografía

Enlaces externos