Al mismo tiempo recibió la noticia del nombramiento de Átalo I de Pérgamo como uno de los líderes de la Liga Etolia y sus intenciones de cruzar el Mar Egeo para dirigirse hacia Asia Menor. Filipo marchó inmediatamente hacia el sur de Grecia para enfrentarse a los acontecimientos. En Lamia se enfrentó al otro líder de la Liga Etolia, el strategos Firrias, que había recibido refuerzos formados por tropas auxiliares romanas y un pequeño contingente de Pérgamo. Filipo venció a su enemigo en Lamia y le obligó a retirarse al interior de las murallas (lugar del que estaban poco dispuesto a salir para plantar batalla campal) tras haber infligido graves pérdidas a las tropas de Firrias.