Monasterio de la Ascensión de Nuestro Señor (Lerma)

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Monasterio de la Ascensión de Nuestro Señor
Localización
País España
División Lerma
Dirección Bandera de España Lerma, Burgos, España
Coordenadas 42°01′36″N 3°45′28″O / 42.026630555556, -3.7577305555556
Información religiosa
Culto Iglesia católica
Diócesis Burgos
Uso monasterio de mujeres y monasterio de mujeres
Advocación Santa Clara
Patrono Clara de Asís
Historia del edificio
Construcción 1604-1610
Datos arquitectónicos
Tipo Convento
Estilo Barroco

El Monasterio de la Ascensión de Nuestro Señor o Convento de Santa Clara de monjas clarisas, situado en la Plaza de Santa Clara de la localidad de Lerma (Provincia de Burgos, España), fue el primer convento que se construyó y su fundadora fue doña Mariana de Padilla, nuera del duque de Lerma, en el año 1604.

En su iglesia fue bautizada la infanta Margarita Francisca en 1610.

En diciembre de 2010 esta comunidad se transformó en un nuevo instituto religioso denominado Iesu Communio, en el que se confirmó como superiora general a Sor Verónica.

Arquitectura

La fachada es austera; tiene una puerta con pilastras y blasones de los Padilla, Sandoval y Rojas. La espadaña es barroca con dos huecos y volutas.

Consta de una nave con crucero y cripta para enterramiento de la comunidad. Se pueden ver en el templo cinco lienzos de Bartolomé Carducho. Detrás de la verja de clausura hay buenas obras de arte (bustos-relicario del siglo XVII).

El retablo tiene columnas lisas con capiteles corintios y un relieve central romanista con la Ascensión, flanqueado por Santa Clara y San Francisco. En el ático, un Calvario.

Vocaciones

Más de 250 monjas jóvenes, iniciadas en la vida religiosa por Sor Verónica, la mayoría con estudios universitarios y venidas de toda España.[1]

Debido al crecimiento de vocaciones en los últimos años, se quedó pequeño debido un increíble aluvión de vocaciones y ha sido imprescindible habilitar otro para dar cabida a todas las jóvenes que han llamado a su puerta, instalándose la nueva comunidad de clarisas en el santuario de San Pedro Regalado.[2]​ La discreción de su abadesa, Sor Verónica, resulta un reclamo para quienes han sentido la llamada.[3]

"... Sólo puedo decir cosas buenas, de verdad, no sé por qué hay gente que se empeña en pensar que hay algo raro. Han elegido esa vida y son felices, muy felices. Dentro se vive una fraternidad increíble, donde rebosa el cariño y el amor..."
[4]

El convento ha sido distinguido con la visita de uno de los predicadores del Papa, el fraile capuchino Raniero Cantalamessa.[5]

Referencias