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Manuel Martínez Gargallo

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Manuel Martínez Margallo (1902-) fue un juez y humorista español que alcanzó notoriedad tras la guerra civil española por su papel en la represión franquista, en particular como presidente del tribunal que condenó a muerte a Miguel Hernández.

Carrera literaria: "Manuel Lázaro"

Martínez Margallo alcanzó cierta fama en los años 1920 cuando, bajo el seudónimo de Manuel Lázaro, publicó narraciones humorísticas en publicaciones como Buen Humor, La voz, Cinegramas, ABC o Blanco y Negro.[1]​ Adscrito a la llamada "otra generación del 27",[2]​ junto a escritores y artistas como Edgar Neville, Miguel Mihura o Enrique Jardiel Poncela, fue además amigo íntimo de César González-Ruano y Camilo José Cela.

Mi amigo, en la actualidad magistrado, Manuel Martínez Gargallo, fue en los años de su juventud -y de la mía- un escritor humorista de talento feliz. Publicaba sus breves cuentos con preferencia en la revista Buen Humor (...) Martínez Gargallo, que firmaba sus trabajos con el pseudónimo Manuel Lázaro, era el que abordaba los temas más audaces, el que inventaba los argumentos más disparatados, el que, en suma, reía más fuerte y hacía reír a los lectores de aquella publicación.
Miguel Pérez Ferrero "Donald". ABC, 3 de septiembre de 1954

Carrera judicial, guerra civil y represión

En marzo de 1931 ingresó en la carrera judicial tras ganar la oposición a magistrado, siendo destinado a Murias de Paredes (León). De allí pasó en 1935 a Ávila, ciudad donde se encontraba al estallar la guerra civil.[1]

Movilizado por los sublevados como militar adscrito al Cuerpo Jurídico, al terminar la contienda es nombrado juez del Juzgado Especial de Prensa. Dicho organismo, encargado de perseguir y depurar a aquellos periodistas y escritores que se hubieran significado en su apoyo a la Segunda República Española, dictó un total de una treintena de penas de muerte -de las que se ejecutaron once- y varias docenas de condenas a 20 y 30 años de prisión.[3]

Condena a muerte de Miguel Hernández

Martínez Margallo presidió el tribunal que, en marzo de 1940, condenó a muerte al escritor Miguel Hernández. La pena, posteriormente conmutada por 30 años de prisión, fue refrendada por el resto de miembros del tribunal, entre los que se encontraba el secretario judicial Antonio Luis Baena Tocón. Cabe señalar que dicho consejo de guerra se saldó con la imposición de diecisiete penas de muerte, todas firmadas por Martínez Margallo.[3]

Condena a muerte de Diego San José

Otro de los procesos a su cargo tuvo como acusado al escritor y periodista Diego San José, a quien había conocido en Madrid en los años 1920 y quien había mantenido notorias diferencias literarias con César González-Ruano, amigo íntimo de Manuel Martínez Margallo.[1]​ Condenado a una pena inicial de 12 años de cárcel el 14 de agosto de 1939, Diego San José volvió a ser juzgado por el Tribunal Especial de Prensa. Su antiguo conocido, Martínez Margallo, pidió y obtuvo la pena de muerte para el acusado, a pesar de los votos particulares de dos de los cinco componentes del Tribunal. Uno de los argumentos de Martínez Margallo fue que el acusado había "redifundido Fuenteovejuna, en una serie de novelas cortas que contribuyeron no solo a prolongar la resistencia contra el Ejército Nacional, sino a engañar a los lectores de buena fe acerca de las intenciones del Movimiento Nacional iniciado el 18 de julio de 1936".[4]​ San José solo se libró del paredón gracias a la intervención de varias figuras públicas del momento, encabezadas por el fundador de la Legión José Millán-Astray,[5]​ de quien había sido biógrafo antes de la guerra civil.

Condena a muerte de Enrique Martínez Echevarría

Enrique Martínez Echevarría y Martínez Margallo se conocían bien, ya que el primero (dibujante de prestigio para el diario ABC) había ilustrado uno de sus libros. Esto no impidió que Martínez Margallo pidiese la pena de muerte para el dibujante, pena que posteriormente fue conmutada.[1]

Vida posterior

Tras ser desmovilizado a fines de 1941, fue nombrado Juez de Primera Instancia e instrucción en Orotava (Tenerife), pasando posteriormente a ser Fiscal Provincial de Tasas de Las Palmas de Gran Canaria en 1943.[6]​ Su siguiente destino, en 1964, fue el Servicio de Inspección de la Disciplina de Mercado[7]​ y en 1967 pasó a ser magistrado en Gerona,[8]​ jubilándose en 1974.

Referencias

  1. a b c d Ríos Carratalá, Juan A. (2015). «El caso Diego San José, la sombra de Miguel Hernández y el juez humorista.». Anales de la Literatura Española Contemporánea, volumen 40 N°1: 355-375. Consultado el 24 de junio de 2019. 
  2. Pelta, Raquel. «La otra Generación del 27.». 
  3. a b Sánchez Camacho, Almudena (2008). «La represión de la prensa republicana madrileña en el primer franquismo, 1939-1945». Universidad Complutense de Madrid, Tesis Doctoral. 
  4. «Auto de Procesamiento contra Diego San José,». Consejo de Guerra. 18 de agosto de 1939. 
  5. Narbona, Rafael. «Un escritor en las cárceles franquistas». Revista de Libros. 
  6. «Orden Ministerial, 29 de enero 1943». Boletín Oficial del Estado. 
  7. «Orden Ministerial, 23 de octubre de 1964». Boletín Oficial del Estado. 
  8. «Orden ministerial, 10 de abril 1967». Boletín Oficial del Estado.