José de Jesús Reyes Blas

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José de Jesús Reyes Blas
Datos personales
Apodo(s) Frentón
Nacimiento Acapulco, Estado de Guerrero
11 de enero de 1988
País México
Nacionalidad(es) Mexicana
Altura 1.82m
Carrera deportiva
Deporte Fútbol
Club profesional
Debut deportivo 2008
(Atlas de Guadalajara)
Club Jaiba Brava del Tampico-Madero
Posición Defensa

José de Jesús Reyes Blas es un futbolista mexicano que jugega de defensa. Fue parte del plantel Campeón de la Copa Mundial de Fútbol Sub-17 de 2005. Fue puesto en la lista de transferibles por el Atlas de Guadalajara en 2009, por lo que pasó a los Loros de la Universidad de Colima junto con Eduardo García de León y Alfredo Sánchez Cruz.

Clubs

Su Historia

En la cena del 14 de septiembre del 2005, en el hotel de concentración del Tri Sub 17 en Lima, Perú, Jesús Ramírez reunió a los 20 jugadores que enfrentarían el Mundial de la categoría sólo un par de días después y les dio la noticia: Christian Flores, portero del Atlas, volaba desde México para unirse al equipo y uno de ellos iba a quedar fuera de la competencia, aunque ya estaban registrados y confirmados sus lugares en el evento.

El nombre que dio, luego de explicar su propio dolor por el hecho, fue el de José de Jesús Reyes, defensa también de los rojinegros.

"Chucho" había calculado llevar dos porteros "nominales" únicamente y "si había necesidad de un tercero" utilizaría a Carlos Vela."En los entrenamientos le gustaba meterse a la portería y lo hacía bastante bien. Tenía sus cualidades", recuerda el propio estratega. Sentía que con dos arqueros era suficiente, pero ya en el lugar del evento, le explicaron otra cosa: "se nos dijo que no era posible, que había que nominar tres jugadores como arqueros, no podían participar en otra posición. Sabíamos de ese posibilidad".

"Me dolió demasiado. La ilusión de jugar aquel Mundial se me acabó. Aquella noche fue la peor de todas", explica el propio Reyes, a seis años de distancia.

Tras la conferencia con todos sus futbolistas, "Chucho" habló con el muchacho aparte, le dijo le habría gustado no sucedieran así las cosas y trató de levantarle el ánimo, por último le invitó, con la anuencia de la FMF, a quedarse con el grupo. "Pepe" aceptó de inmediato, porque creía firmemente que "las cosas saldrían como las habíamos planeado, tenía la convicción de que saldríamos campeones del mundo".

Compartió la habitación con Edgar Andrade y Adrián Aldrete. Desayunaba, entrenaba, estaba en las charlas. Era parte del equipo. "No me relegaron. La única diferencia fue que a la hora de los partidos los acompañaba al vestidor, pero no me cambiaba; hablaba con ellos, bromeaba, los apoyaba y después me subía a la tribuna a ver y a sufrir los partidos con los auxiliares técnicos José Luis González China y Mauricio Peña (qepd); era muy triste no poder jugar".

José de Jesús Reyes fue parte, primero, de una preselección Sub 15 y estuvo bajo observación de Jesús Ramírez y su grupo, durante todo el proceso. La lesión de Edgar "Chore" Mejía a sólo unos meses del Mundial le abrió un espacio en el grupo 60 días antes de iniciar la competencia peruana. Realizó una pretemporada de una semana en Acapulco. Luego fue a una gira en Argentina y Estados Unidos, y enseguida dieron una relación de 21 jugadores, sólo restaba un filtro y un futbolista más en irse.

De ahí se encerró el conjunto un mes en Aguascalientes, pero faltaba un nombre por dar que resultó ser el de José Luis Pifani. Ya eran los 20, pero únicamente viajaban dos porteros, Sergio "Mochis" Arias y Alejandro "Chivo" Gallardo. "En ningún momento me esperé estar en esa lista. Estaba muy contento por haber viajado y esas cosas, pero no pensé estar en Perú", explica el defensa que en ese momento no se creía su suerte.

Pero el sueño de José de Jesús Reyes se rompió aquella noche en Lima; sin embargo, él decidió mantenerse ahí, ya presentía algo."Todos estábamos convencidos de lo que iba a ocurrir, no teníamos dudas al respecto".

Su separación sólo fue nominal, los chicos, el cuerpo técnico, le seguían tratando igual. Incluso acudía a las ruedas de prensa y salió, uniformado y sonriente, en todas las fotos e imágenes en conjunto que pidieron los diarios y la televisión.

Los encuentros iniciaron y las buenas noticias para todo el equipo se fueron dando. México derrotó 2-0 a Uruguay, a Australia 3-0, aunque cayó 2-1 con Turquía en el tercer duelo de la fase de grupos.

"Yo era uno más del grupo nunca, en ningún momento, me hicieron menos. Claro que eran momentos difíciles para mí en los encuentros, pero por ejemplo en el partido contra Costa Rica (que se iba perdiendo a unos minutos del final con un autogol de Edgar Andrade), yo estaba convencido de que iban a sacar el juego, 'ahorita va a caer', en ningún momento pensé otra cosa. El festejo fue grande (México se impuso 3-1 en tiempos extra)".

La Final contra Brasil fue especialmente tormentosa y alegre, contradictoria, para el chico por todo lo vivido y por lo no vivido también. "Estaba demasiado nervioso, pero sabíamos que lo podíamos hacer". Vio los tres goles, el de Carlos Vela, el de Omar Esparza y el de Ever Guzmán en la tribuna. Los celebró, pero a la hora de bajar la cancha se sintió fuera de lugar.

"Por un momento sentí que yo no era parte de aquello. Me sentí apenado, que yo no había participado. No había jugado. No iba a pasar a recoger la medalla de campeón del mundo, pero "Chucho" Ramírez me vio, se acercó y me dijo 'pasa por tú medalla. Tú eres parte de esto'". Y recogió el galardón.

"Pepe" sale en muchas de las fotos de la celebración con la sonrisa y la alegría en su máximo nivel, al igual que todos los miembros del equipo, al lado de Giovani, Vela, César Villaluz, Sergio Arias y todos los demás. Con el rostro de campeón. Al regresar a México participó en los festejos. En el desfile, en la visita a Los Pinos, en los homenajes que les hizo Atlas y el gobierno de Jalisco.

"Cuando llegamos yo no me sentía como ellos, todos jugaron, participaron. Yo sólo viajé. La gente no sabía si jugué o no jugué si estaba registrado o no. 'Chucho' se empeñó mucho en hacerme creer que yo también había sido campeón del mundo y me la creí un poco".

En la actualidad, José de Jesús Reyes juega en el Tampico Madero de la Segunda División. Es uno de los pocos futbolistas de ese Tri Sub 17 que no ha debutado en la Primera División.

A su regreso pintaba su carrera de lo mejor, jugó en la reserva de Atlas, en Académicos de la Liga de Ascenso, pero un conflicto con los rojinegros y sus entrenadores, "y un poco de indisciplina, perdí un poco la cabeza y dejé de hacer cosas", lo hicieron salir de la institución.

Primero fue al Cihuatlán, luego el equipo se transformó en los Loros de la Universidad de Colima y estuvo un par de años más ahí, para después integrarse a Dorados Mochis, todos de la Segunda División.

En el inicio de este torneo fue a Atlas y tuvo problemas para encontrar donde jugar. "No tengo contrato con ellos, pero son mis dueños, por lo del 'pacto de caballeros', no veía por donde. Hasta que me llamó el profesor Franco Zúñiga y el Tampico Madero me contrató".

Él explica rápido lo que ha ocurrido en su carrera. "En Atlas algunos entrenadores me relegaron, agarré un poquito la fiesta, perdí un tanto el piso y tonterías así de las que uno se da cuenta tarde y ni modo estoy tratando de recomponer el camino. Todavía tengo esperanza de llegar a Primera División".

A seis años de aquella tarde-noche nublada y plomiza en Lima, "Pepe" ha superado cualquier duda y por si alguien se lo pregunta: "sí, sí me siento parte de ese gran grupo y campeón Mundial".

Lo irónico, incluso paradójico, de todo es que sólo un par de años después, la regla de sólo inscribir 20 jugadores en los mundiales Sub 17 se modificó y a partir de Corea 2007, se permiten 21.