José Luis de Antuñano

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José Luis de Antuñano

José Luis de Antuñano y Orrantia (Valmaseda, 24 de abril de 1815-Durango, 11 de enero de 1876) fue un político carlista español.

Biografía[editar]

Su familia, una de las más acomodadas de Vizcaya, abrazó la causa carlista desde el primer momento y permaneció siempre fiel a ella. Por eso, tras la revolución de 1868 que reanimó al partido carlista, José Luis de Antuñano contribuyó a su organización y a la propaganda de las ideas legitimistas.[1]

Establecido en Madrid, ejerció la profesión de abogado, además de administrar sus propiedades.[1]​ Fue también presidente de la Junta carlista de Madrid[2]​ y fue uno de los que con más celo organizaron el Casino carlista de la capital de España, que tuvo que ser clausurado tras sufrir un atentado a manos de la partida de la porra. Asistió asimismo a las Juntas del carlismo que se celebraron en Vevey en marzo de 1870.[1]

En las elecciones de 1871 fue elegido diputado en Cortes por el distrito de Valmaseda, tras lo cual publicó un manifiesto dando las gracias a sus electores y poniéndose a disposición de los diputados forales legítimos, que en aquel momento se hallaban presos en la cárcel de Bilbao.[1]​ Fue elegido nuevamente como diputado en las elecciones de 1872, en este caso por el distrito de Durango.[3]

Durante la tercera guerra carlista fue vocal de la Junta Carlista de Guerra de Navarra.[4]

La obra La Bandera Carlista en 1871 lo describió de la siguiente manera:

(...) vive rodeado de una familia que constituye su felicidad doméstica, y de numerosos amigos que, apreciando en lo que valen las nobles prendas de su carácter, le favorecen con la más pura y desinteresada estimacion.

Sencillo en sus costumbres, familiar en su trato, con una profunda y enérgica conviccion de las ideas que defiende, fué uno de los primeros designados para formar la Junta central católico-monárquica, y desde la instalacion de este centro. (...)

Hijo de Vizcaya, no desmiente su origen; adórnanle todas las cualidades peculiares de su raza, y no solo las morales, sino las físicas.

Es alto, grueso, fornido. Duro como el hierro que abrigan las entrañas de su país ante las iniquidades del liberalismo, es dúctil y flexible como el acero tratándose de la legitimidad y de la justicia.

Como buen vizcaino, ama la libertad, pero no la falsa, sino la verdadera.

Modesto en extremo, rehuye las ocasiones de ponerse en evidencia; pero que toque alguno á los fueros, que se cometa en su presencia alguna injusticia y hablará, y hablará con energía y elocuencia.[1]

Murió en Durango el 11 de enero de 1876.[5]

Referencias[editar]

  1. a b c d e Vizconde de la Esperanza. «D. José Luis de Antuñano, Diputado por Valmaseda (Vizcaya)». La Bandera Carlista en 1871. pp. 49-50. 
  2. «Estadística necrológica: Política». La Ilustración Española y Americana: 94. 8 de febrero de 1877. 
  3. «Antuñano Orrantia, José Luis de». Congreso de los Diputados. 
  4. «Espagne. Portraits d'actualité». Le Monde Illustré: 1. 29 de noviembre de 1873. 
  5. «Dice La Correspondencia de anoche». El Siglo Futuro: 3. 22 de enero de 1876.