Jaromir Hladík
Jaromir Hladík (década de 1890, Praga - 29 de marzo de 1939, Praga) es un personaje ficticio del cuento "El milagro secreto" (1943) de Jorge Luis Borges, dentro de su antología Ficciones. En la historia, Hladík fue un escritor checo de la generación de Franz Kafka, que permaneció en el casi total anonimato toda su vida.
Detenido por la Gestapo el 19 de marzo de 1939, no pudo levantar ni uno sólo de los cargos de los que se le acusaba: su apellido materno era Jaroslavski, su sangre era judía, su estudio sobre el místico Jakob Böhme era judaizante, su firma dilataba el censo final de una protesta contra el Anschluss. Destinada su ejecución para el 29 de marzo, Hladík rogó a Dios un año de vida para concluir su obra maestra. Este año le fue secretamente concedido, y Hladík escribió mentalmente su drama. Una vez concluida su obra, murió fusilado, perdiéndose para siempre esta obra magna. Recientemente, Eduard Raban trata de reconstruir esta obra.
Obra menor y traducciones
Hay constancia imprecisa de un estudio judaizante sobre Boehme, Abnesra y de Flood.
Vindicación de la eternidad: obra enciclopédica en dos volúmenes. El primer volumen historia las diversas eternidades que han ideado los hombres, desde el inmóvil Ser de Parménides hasta el pasado modificable de Hinton; el segundo niega (con Francis Bradley) que todos los hechos del universo integran una serie temporal.
En 1928 tradujo Sepher Yezirah para la editorial Hermann Barsdorf.
En una 1924 se incluyó una serie suya de poemas expresionistas en una antología, y no hubo antología posterior que no los heredara.
Los Enemigos
Entre sus obras menores, destaca su gran drama Los Enemigos. Como se ha dicho, este drama desapareció con la muerte de Hladík, y sólo se tiene constancia de algunos rasgos orientativos que comentó o dejó escritos antes de morir.
Este drama observaba las unidades de tiempo, de lugar y de acción; transcurría en Hradcany; en la biblioteca del barón de Roemerstadt, en una de las últimas tardes del siglo XIX. A lo largo de la obra, Roemerstadt recibe una serie de inoportunas visitas, que pese a halagarlo, se descubren poco a poco (primero para el lector, luego para el propio Roemerstadt) como sus secretos enemigos. En sus diálogos, aluden a su novia, Julia de Weidenau, y a un tal Jaroslav Kubin, que alguna vez la importunó con su amor. Éste, ahora, se ha enloquecido y cree ser Roemerstadt...En las sucesivas escenas, los peligros y problemas aumentan para Roemerstadt. Al final del segundo acto, Roemerstadt se ve obligado a matar a uno de los visitantes. En el tercer acto, crece el surrealismo y la incoherencia en la obra. Reaparecen personajes que ya parecían descartados de la trama. Reaparece, por un momento, el personaje asesinado por Roemerstadt. Aparece el primer interlocutor y repite las palabras que pronunció en la primera escena del primer acto. Roemerstadt le habla sin asombro; el espectador entiende que Roemerstadt es el miserable Jaroslav Kubin. El drama no ha ocurrido: es el delirio circular que interminablemente vive y revive Kubin.
Con estas indicaciones, Eduard Raban trata de restaurar y recuperar la obra, devolviéndole su lugar como obra magna de la literatura universal. Sus primeros intentos se pueden leer en "Ser el enemigo"[1].