Jarcha

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Una jarcha —en árabe: خرجة‎, romanizadojarŷa, lit. '‘salida’ o ‘final’'— es una breve composición lírica que constituía la parte final de un poema en árabe llamado moaxaja, típico de la Hispania musulmana.

La jarcha más antigua parece ser de mediados del siglo XI y la más moderna de la primera mitad del XIV. Frecuentes sobre todo entre finales del siglo XI y principios del XII,[1]​ la mayoría de las jarchas están compuestas en dialecto hispanoárabe coloquial, pero una pequeña parte lo están en la lengua romance que utilizaban los andalusíes; como consecuencia de ello, constituyen los ejemplos más antiguos que se conocen de poesía en lengua romance.

Fueron escritas por poetas cultos árabes y judíos, que tomaban como modelo la lírica románica tradicional. Pudieron recogerlas del folclore popular, o bien adaptarlas a sus necesidades métricas (pues debían integrarse en la moaxaja) o bien componerlas de nueva creación, a partir de moldes tradicionales.

La moaxaja (procedente del árabe موشحة muwaššaḥa (o muwashshaha), que significa collar) es un tipo de poema culto que tuvo su momento de esplendor en Al-Ándalus entre los siglos IX y XII. Los árabes habían traído consigo un modelo lírico del siglo IV, la qasida, que constaba de largos versos emparejados monorrimos adecuados para la trasmisión oral por el maestro. Es el tipo de verso en que está escrito el Corán. La moaxaja está escrita en versos cortos, debido a influencias de la lírica popular, pero con temas y estructuras muy complejas. Aparece en la península y se le cree fruto de la mezcla de culturas existente derivada de la estrecha convivencia de culturas en la Hispania musulmana de la época de taifas, (árabe-hebreo-cristiano). Los propios árabes se referían a veces a las moaxajas como "cancioncillas al estilo de los cristianos". Fueron descubiertas y traducidas por primera vez por el hebraísta Samuel Miklos Stern. Sucesivas interpretaciones por distintos expertos a lo largo de los años siguientes nos entregan los textos disponibles hoy en día. Dada la ambigüedad de las lenguas semíticas, éstas se prestan a múltiples interpretaciones, las jarchas siguen constituyendo un motivo para el debate y la investigación especializada. Las jarchas se imbrican en la moaxaja como un estribillo de escasos versos en lengua romance, hebreo o árabe vulgar al final de las moaxaja. Otra manifestación poética de características similares, el zéjel, se diferencia por dispersar los versos por todo el poema.

Temática de las jarchas

Las jarchas mozárabes de amor son pequeños poemas populares en los que, generalmente, la voz del autor o de la autora es la de una muchacha que les habla de sus experiencias amorosas a sus hermanas o a su madre. Se cree probable que la mayoría de estos textos hayan sido escritos por hombres, aunque la temática y el contenido de los textos requería su redacción en la primera persona de la voz femenina. Sus rasgos más destacados son: la abundancia de exclamaciones, interrogaciones y repeticiones, el uso de un léxico sencillo y de muchos diminutivos, la construcción en versos de arte menor. Se considera que las jarchas, las cantigas de amigo galaico-portuguesas y los villancicos castellano son ramas de una misma tradición popular, que también tiene ramificaciones fuera de la Península: la lírica tradicional. La importancia de las jarchas radica en que ayudan a aclarar los orígenes de la literatura española, ya que prueban que en la península ibérica también existía poesía lírica antigua. Hasta el descubrimiento de Stern, la épica era considerada la raíz de la literatura española.

Ejemplos

Jarcha en mozárabe:
¡Tant' amáre, tant' amáre,
habib, tant' amáre!
Enfermaron uelios gaios,
e dolen tan male.
Traducción al castellano:
¡Tanto amar, tanto amar,
amigo, tanto amar!
Enfermaron unos ojos antes alegres
y ahora duelen tanto.
Jarcha
Vayse meu corachón de mib.
Ya Rab, ¿si me tornarád?
¡Tan mal meu doler li-l-habib!
Enfermo yed, ¿cuánd sanarád?
Traducción al castellano:
Mi corazón se va de mi.
Oh Dios, ¿acaso volverá a mí?
¡Tan fuerte mi dolor por el amigo!
Enfermo está, ¿cuando sanará?
Jarcha en mozárabe:
Garīdboš, ay yermanēllaš
kóm kontenērhé mew mālē,
sīn al-ḥabībnon bibrē´yo:
¿ad ob l'iréy demandāre?
bay-še mio qorason de mib
Yā rabbī ši še tornarad
țanmal mio doler al-habīb
Enfermo Ϋed quan šanarad
¿Qué faré mamma?
Mio al-habib eštad yana.
Traducción al castellano:
Decidme, ay hermanitas,
¿cómo contener mi mal?
Sin el amado no viviré:
¿adónde iré a buscarlo?
Mi corazón se me va de mí.
Oh Dios, ¿acaso se me tornará?
¡Tan fuerte mi dolor por el amado!
Enfermo está, ¿cuándo sanará?
¿Qué haré, madre?
Mi amado está a la puerta

Características de las jarchas

Compuestas a finales del siglo X y en el siglo XI. Tienen un gran parecido formal con las cantigas de amigo galaico-portuguesas, tiene voz lírica femenina que se lamenta por la pérdida o ausencia del amado. Las jarchas forman parte de la lírica primitiva.

El hallazgo de las jarchas prueba que en España se trataban temas comunes y que la lírica fue cantada en las diversas lenguas que en la época había en España: escritas en mozárabe o romandalusí.

Si bien la jarcha precede y origina la moaxaja, no tienen idéntica temática.

De diversa estructura, la mayoría de jarchas son cuartetas y en menor grado pareados.

La rima acostumbra a ser consonante, y se presenta de forma diversa: – a – a, abab…

Descubrimiento de las jarchas en la actualidad

Las jarchas fueron halladas en el año 1948 por el hebraísta Samuel Miklos Stern en colaboración con el ilustre arabista español Emilio García Gómez, y se han podido recuperar gracias a que poetas cultos árabes y hebreos de aquellos siglos las incorporaron a sus moaxajas. Las jarchas están escritas en lengua mozárabe con grafías del alifato árabe o alefato hebreo (literatura aljamiada).

Notas

  1. Cf. Manuel Ariza, «El romance en Al-Ándalus», cap. 8 de Rafael Cano (coord.), Historia de la lengua española, Ariel, Barcelona, 2004, págs. 207-235 (224).

Véase también

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