Huida a Pella

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La huida a Pella es mencionada por los padres de la iglesia del siglo IV, Eusebio de Cesarea y Epifanio de Salamina, quienes citan una tradición según la cual, antes de la destrucción de Jerusalén en el año 70 d. C., los cristianos de Jerusalén habían sido advertidos milagrosamente de huir a Pella en la región de la Decápolis, al otro lado del río Jordán. La huida a Pella probablemente no incluyó a los ebionitas.[1][2]

La autenticidad de esta tradición ha sido una cuestión muy debatida desde 1951, cuando S. G. F. Brandon en su obra The Fall of Jerusalem and the Christian Church aportó varios argumentos opuestos, mencionando que los cristianos judíos se habrían aliado a sus compatriotas, los zelotes. Según este autor, Jesucristo fue un actor político nacionalista-revolucionario influido por los Zelotes, y el actual cristianismo surgió como una religión universalista por mano de Pablo de Tarso después de la destrucción de la comunidad cristiana judía.[3]

La supuesta alianza cristiano-zelote apenas se ha tomado en serio, pero la historicidad de la huida a Pella ha sido controvertida desde entonces.[3]

Fuentes[editar]

El pueblo de la Iglesia en Jerusalén recibió el mandato de cambiar de ciudad antes de la guerra y de vivir en una de las ciudades de Perea llamada Pella, por un oráculo transmitido por revelación a los notables de la comunidad. Así pues, a ella viajaron los que creyeron en Cristo desde Jerusalén, de modo que cuando los hombres santos habían abandonado por completo la capital real de los judíos y toda la tierra de Judea [...].

– Eusebio de Cesarea, Historia de la Iglesia 3, 5, 3

Esta herejía de los nazoranos existe en Berea, en las cercanías de Celesiria; en la Decápolis, en la región de Pella; y en Basanitis, en el denominado Kokaba (Chochabe en hebreo). A partir de ahí, comenzó después del éxodo de Jerusalén, cuando todos los discípulos se fueron a vivir a Pella porque Cristo les había dicho que abandonaran Jerusalén y se fueran, ya que sufriría un asedio. Debido a este consejo, vivieron en Perea después de haberse mudado a ese lugar, como dije.

– Epifanio de Salamina, Panarion 29, 7, 7-8.

Porque después de que todos los que creían en Cristo habían venido a vivir a Perea, en una ciudad de la Decápolis llamada Pella, de la cual está escrito en el Evangelio que está situada en las cercanías de la región de Batanaea y Basanitis, la predicación de Ebion se originó aquí después de que se mudaron a este lugar y vivieron allí.

– Epifanio de Salamina, Panarion 30, 2, 7.

Entonces, Aquila, mientras estaba en Jerusalén, también vio a los discípulos de los discípulos de los apóstoles prosperando en la fe y obrando grandes señales, sanidades y otros milagros. Porque eran los que habían regresado de la ciudad de Pella a Jerusalén y vivían allí y enseñaban. Para cuando la ciudad estaba a punto de ser tomada y destruida por los romanos, un ángel de Dios reveló de antemano a todos los discípulos que debían retirarse de la ciudad, ya que iba a ser completamente destruida. Vivieron como emigrantes en Pella, la ciudad mencionada anteriormente en Transjordania. Y se dice que esta ciudad es de la Decápolis.

– Epifanio de Salamina, Sobre pesos y medidas 15.

Referencias[editar]

  1. Uhlhorn, G. «Ebionites». En Schaff, Philip, ed. A Religious Encyclopaedia or Dictionary of Biblical, Historical, Doctrinal, and Practical Theology II (3ª edición). pp. 684-685. 
  2. Cullmann, O. «Ebioniten». Religion in Geschichte und Gegenwart II. p. 7435. 
  3. a b van Houwelingen, P. H. R. (2003). «Fleeing forward: The departure of Christians from Jerusalem to Pella». Westminster Theological Journal 65: 181-200. Archivado desde el original el 3 de abril de 2015. 

Bibliografía[editar]