Gelimer
Gelimer fue rey de los vándalos entre 530 y 534. Usurpó el trono a su primo Hilderico, pero fue derrotado por los bizantinos, dirigidos por Belisario, en Cartago (Batalla de Ad Decimum el 13 de septiembre del 533) y Bulla (Numidia), siendo apresado y llevado a Constantinopla. Eso significó el fin del Reino Vándalo.
El emperador romano Justiniano I declaró pronto la guerra a los vándalos para restaurar a Hilderico, pero sobre todo para recuperar el norte de África al Imperio romano. En junio de 533, Justiniano envió una fuerza expedicionaria mandada por Belisario, el cual -procedente de Constantinopla- desembarcó en junio, llegando finalmente a África a principios de septiembre. Mientras tanto, en Cerdeña, que formaba parte del dominio vándalo, Goddas, un visigodo que Godder había enviado a recaudar impuestos, empezó a tratar con Justiniano como si fuera un soberano independiente. Gelimer, sin conocer los planes del emperador, envió un gran ejército a las órdenes de su hermano Tzazo a apaciguar la rebelión. Este fue el primer y único gran error de Gelimer, por lo que Belisario entró en Cartago casi sin hallar resistencia. Después éste asesinó a Hilderico y huyó a los montes Atlas, donde se entregó en marzo del año siguiente. El depuesto rey vándalo fue conducido a Constantinopla, donde figuró en el desfile triunfal de Belisario y luego fue presentado al emperador, ante el cual se limitó a repetir los versos del Eclesiastés: ¡Vanidad de vanidades, todo es vanidad!.[1] Poco después, Justiniano le nombró patricius, distinción que Gelimer rechazó, y le cedió unos dominios en Galacia, adonde se retiró a vivir con su familia. El lugar y la fecha de su muerte todavía permanecen indeterminados.
Notas
- ↑ NEVILLE, P., Justiniano y su época, Madrid, 1945, p. 32.
Predecesor: Hilderico 523 - 530 |
Gelimer Reyes vándalos 530 - 534 |
Sucesor: Fin del Reino Vándalo |