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Eva Miriam Hart

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Eva Miriam Hart (Ilford, Londres, Inglaterra, 31 de enero de 1905 - 14 de febrero de 1996) fue una de los últimos supervivientes del naufragio del RMS Titanic, ocurrido entre el 14 y 15 de abril de 1912.

Biografía

Vida temprana

Eva Miriam Hart fue hija de Benjamin y Esther Hart. Cuando ella tenía seis años, su padre emigró junto a su familia a Winnipeg (Manitoba), donde pretendió abrir un estanco.

A bordo del Titanic

El 10 de abril de 1912, con siete años embarcó, junto con sus padres, en el RMS Titanic como pasajera de segunda clase en Southampton (Inglaterra). Su madre empezó a tener malos presentimientos, sintiéndose incómoda en el buque.[1]​ Con dicho temor en el cuerpo, la entonces niña dormía durante el día y por la noche permanecía, despierta y vestida, en su camarote.[2]

Sin embargo, la noche del suceso, sobre las 23:40h, Esther dormía mientras el barco chocaba contra el famoso iceberg. Su padre llegó en ese momento y, después de tapar a su hija con una manta, la llevó a la cubierta del barco. Allí, Benjamin dejó a su esposa e hija en el bote número 14 y le dijo a Eva que «le diera la mano a mami y que fuera buena chica».[3]​ Fueron las últimas palabras que escuchó de su padre y la última vez que lo vio.

El RMS Carpathia las rescató y las trasladó, el 18 de abril, a Nueva York, desde donde volvieron a Inglaterra y su madre se casó de nuevo. El cuerpo de su difunto padre, de ser hallado, nunca fue identificado. Eva tuvo muchísimas pesadillas sobre el suceso y, tras la muerte de su madre 16 años más tarde, decidió enfrentarse a sus temores: regresó al mar, se encerró durante cuatro días en un camarote y sus pesadillas desaparecieron.[4]

Recuerdos del Titanic

Con siete años en el momento del suceso, Eva recordaba perfectamente años después lo sucedido. En una entrevista en 1993, 81 años más tarde del hundimiento, dijo: «vi cómo se hundía el buque [...] Nunca cerré mis ojos. No dormí en absoluto. Lo pude ver, lo escuché y nadie lo puede olvidar [...] Recuerdo los colores, los sonidos ... Todo [...] Lo peor que puedo recordar son los gritos y luego el silencio que siguió [...] Parece como, si una vez que todos se habían ido, se ahogó. Acabado. Todo el mundo estaba de pie todavía. No había nada, sólo esta muerte, terrible silencio en la noche oscura con las estrellas sobre la cabeza».

Profesión

Eva tuvo varios trabajos a lo largo de su vida: Fue una famosa cantante en Australia, una organizadora de partidos conservadores, y también trabajó como juez en Inglaterra.[5]

Crítica abierta

Fue una de las supervivientes más críticas sobre la carencia de botes salvavidas y de cualquier intento de rescate de supervivientes del transatlántico, después de su descubrimiento en 1985, 73 años más tarde. Criticó a la White Star Line por la falta de botes: «Si un barco es bombardeado, es por la guerra; si las rocas son sacudidas en una tormenta es por la naturaleza; pero, morir sólo por la carencia de botes salvavidas es ridículo».[6]​ Cuando se iniciaron las fuerzas de rescate en 1987, Eva se apresuró a señalar que el Titanic era una tumba y que debía tratarse como tal. A menudo reprochó la «insensibilidad y codicia» y etiquetó a los rescatadores como «caza fortunas, buitres, piratas y saqueadores de tumbas».[7]

Vida después

Se mantuvo activa en los relatos del Titanic durante los década de 1980. En 1982, volvió a Estados Unidos y creó, junto con otros supervivientes, el Congreso Titanic Historical Society conmemorando el 70.º aniversario del naufragio del Titanic. Participó en otras tres ocasiones (1987, 1988 y 1992) y en 1994 escribió la autobiografía La sombra del Titanic: Historia de un superviviente, donde describe sus vivencias a bordo del buque y las complicaciones que hubo durante el naufragio.

El 15 de abril de 1995, en el 83.er aniversario del desastre, tanto ella como Edith Brown, otra superviviente de segunda clase, dedicaron una placa de un jardín conmemorativo en las tierras del National Maritime Museum de Londres.[8]

Muerte

Murió el 14 de febrero de 1996 en su casa de Chadwell Heat con 91 años de edad, dejando a ocho supervivientes restantes.

Como curiosidad, Rose DeWitt Bukater, personaje que interpretó Kate Winslet en Titanic, es una combinación de algunos supervivientes del naufragio, sobre todo, Eva Miriam Hart.

Referencias

Enlaces externos