Jornadas de Julio

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Jornadas de Julio

Manifestantes durante las Jornadas de Julio en Petrogrado
Localización
País Rusia
Lugar Petrogrado
Datos generales
Tipo rebelión
Ámbito Revolución rusa
Suceso Manifestaciones antigubernamentales
Organizador Anarco-comunistas y bolcheviques
Asistencia Decenas de miles
Participantes Obreros, soldados y marinos
Histórico
Fecha 3 de juliojul./ 16 de julio de 1917greg. - 6 de juliojul./ 19 de julio de 1917greg.

Las Jornadas de Julio de 1917 fue el nombre que recibieron las protestas armadas respaldadas por los anarcocomunistas y los bolcheviques, finalmente fracasadas, que trataron de derrocar al Gobierno Provisional Ruso y traspasar el poder a los sóviets (consejos) en julio de ese año.

El aplastamiento del intento de golpe de Estado supuso un debilitamiento temporal del partido de Lenin que, sin embargo, resurgió con fuerza a finales de verano y quedó rehabilitado durante el golpe de Kornílov a comienzos de septiembre. El Consejo de Petrogrado, cúspide del sistema de consejos del país instaurado durante la Revolución de Febrero y controlado por los socialistas moderados, se negó a tomar el poder como exigían los manifestantes, contribuyendo decisivamente al fracaso de la intentona.[1]

Antecedentes

Ofensiva militar y descontento entre la guarnición

Ante la inminencia de la nueva Ofensiva Kérenski, que se consideraba reforzaría a las fuerzas burguesas del Gobierno Provisional Ruso y que los soldados de la guarnición temían porque supondría su envío al frente, las organizaciones del Partido Bolchevique sopesaron la posibilidad de llevar a cabo manifestaciones armadas contra el Gobierno, exigiendo el traspaso del poder político a los consejos y el inmediato comienzo de negociaciones de paz.[2]​ Como sucedió en diversas ocasiones en 1917, el comité central se dividió en dos sobre la conveniencia de convocar las marchas, con una fracción favorable encabezada por Lenin y una opuesta que incluía a Grigori Zinoviev y Lev Kamenev (6 de juniojul./ 19 de junio de 1917greg.).[2]

Por otra parte, aumentaba la tensión entre los anarco-comunistas, instalados en villa Durnovo, en el norteño distrito de Víborg, y el Gobierno.[3]​ El 5 de juniojul./ 18 de junio de 1917greg., habían tomado las oficinas de un diario derechista, del que habían sido expulsados y que había llevado al ministro de Justicia, Pereverzev, a exigir el abandono de su sede.[3]​ Los anarco-comunistas solicitaron el apoyo de los trabajadores y 28 fábricas fueron a la huelga, registrándose manifestaciones armadas a su favor en varios distritos obreros.[3]​ El Consejo hubo de mediar para rebajar la tensión.[3]

Convocatoria de manifestación armada y anulación

La inquietud de la guarnición ante su posible traslado al frente y la intención de bolcheviques y anarco-comunistas de aprovechar el descontento para acabar con el Gobierno se plasmaron en rumores que el 9 de juniojul./ 22 de junio de 1917greg. llegaron al Consejo de la ciudad y al Gobierno, que envió patrullas militares a las calles.[4]​ El día anterior, el Congreso de los Consejos había aprobado por amplia mayoría apoyar al Gobierno de Georgi Lvov.[4]​ Al día siguiente, el Congreso discutió el llamamiento de los bolcheviques, a través de una proclama escrita por Stalin, a manifestarse, mientras el Consejo de la ciudad enviaba delegados a las fábricas y los cuarteles para contrarrestar la proclama y evitar la manifestación.[5]

Reunión política en la gran fábrica Putilov, que respaldó mayoritariamente la manifestación armada contra el Gobierno Provisional Ruso.

Ante la actitud hostil del Consejo, la delegación bolchevique en el mismo convenció a Lenin para volver a votar sobre la conveniencia de mantener la convocatoria de reunión.[6]​ La delegación temía ser expulsada del Consejo y quedar aislada políticamente.[6]​ Debido a la ausencia de delegados de la Organización Militar y del comité local, más favorables a la convocatoria, la duda de Lenin, y el cambio de voto de Zinoviev, el llamamiento fue cancelado y se enviaron rápidamente delegados para comunicar el cambio de postura.[6]

Postura del Consejo

A pesar de haber desconvocado la manifestación, las figuras más favorables a la colaboración con el Gobierno, como Irakli Tsereteli, Nikolái Avksentiev o Aleksandr Kérenski defendieron en el Consejo la necesidad de desarmar a los bolcheviques, postura que se encontró con la oposición de parte del Consejo y fue finalmente rechazada.[7]​ La propuesta, más moderada, de Fedor Dan de condenar la acción de los bolcheviques y prohibir futuras manifestaciones que no contasen con el permiso del Consejo, recibió el respaldo mayoritario (12 de juniojul./ 25 de junio de 1917greg.).[7]​ En la misma sesión y como muestra de fuerza del Consejo, de conciliación con los bolcheviques y para encauzar el descontento de parte de la población, el Consejo aprobó convocar su propia manifestación, pacífica y desarmada, para el 18 de juniojul./ 1 de julio de 1917greg..[8]​ La manifestación se organizó en favor de la paz sin indemnizaciones ni anexiones, la autodeterminación de los pueblos y la unidad del movimiento revolucionario.[8]

Los bolcheviques utilizaron los días previos a la manifestación en una amplia campaña, sin igual entre las demás formaciones políticas, para introducir sus lemas de la manifestación anulada en la nueva convocada por el Consejo, obteniendo un gran respaldo en fábricas y cuarteles.[9]

Manifestación del 1 de julio

La manifestación resultó un éxito de movilización, con más de 400 000 participantes, pero demostró la fuerza de los lemas bolcheviques, que inundaron la marcha, más que la del Consejo y su política moderada hacia el Gobierno.[10]​ La manifestación, convocada para reforzar la postura favorable a la colaboración con los partidos burgueses en el Gobierno, se convirtió en prueba de la intensidad del deseo de traspasar el poder a los consejos y derrocar a los ministros liberales.[10]

A pesar de la fuerza aparente de la postura de bolcheviques y anarco-comunistas, el 20 de juniojul./ 3 de julio de 1917greg. Lenin se mostró contrario a intentar tomar el poder prematuramente sin contar antes con una mayoría en los consejos.[11]​ Sin esta, sostuvo Lenin, la toma del poder sería precipitada y efímera.[11]​ El objetivo del partido no debía en ese momento tomar el poder derrocando al Gobierno, sino hacerse con el control de los consejos, en los que recaería pronto el poder por el creciente desprestigio del Gobierno, que aumentaba desde el comienzo de la Ofensiva Kérenski.[11]

Desarrollo

Planes de insurrección

Manifestantes en Nevski Prospekt durante las Jornadas de Julio.
Desbandada de los manifestantes tiroteados en Nevski Prospekt.

La situación entre los soldados de la guarnición, sin embargo, era de extrema tensión, mostrándose opuestos completamente a su traslado al frente.[12]​ Los primeros días de la acometida rusa contra los Imperios Centrales sólo la intensa actividad del Consejo de la capital y de los delegados bolcheviques habían evitado un motín y únicamente con gran dificultad el Consejo logró transferir al frente algunos hombres de la ciudad al frente.[12]

Algunas unidades se mostraron dispuestas a manifestarse por su cuenta contra el Gobierno. Por su parte, la Organización Militar Bolchevique, al enterarse de estos planes, se los comunicó al comité central del partido el 2 de juliojul./ 15 de julio de 1917greg., que prohibió cualquier participación del partido en su organización.[13]​ Esta orden fue acatada en teoría pero desobedecida en la práctica, alentando los agitadores de la Organización a los soldados en su propósito.[13]

El 16 de julio

Al día siguiente, delegados de la principal unidad dispuesta a alzarse, el I Regimiento de Ametralladoras, envió delegados a las demás unidades militares de la capital y a las fábricas para recabar el apoyo de soldados y trabajadores para su marcha armada con el objetivo de derrocar al Gobierno y traspasar el poder a los consejos.[14]​ La acogida a sus propuestas fue desigual.[14]​ Algunas unidades mostraron su apoyo, mientras que otras se limitaron a expresar su intención de permanecer neutrales o se negaron a participar en la empresa.[15]

El regimiento logró, sin embargo, el respaldo de numerosas fábricas, entre ellas de 30 000 trabajadores de la fábrica Putilov y también de 10 000 marinos de la base naval de Kronstadt, que se unieron a la protesta la misma tarde del 3 de juliojul./ 16 de julio de 1917greg..[15]

Por la tarde, las organizaciones bolcheviques, ante el aumento del movimiento, presionaron al comité central para respaldarlo antes de encontrarse con un levantamiento armado que no controlase.[16]​ A las 19:00 los alzados ya controlaban la estación Finlandia y los puentes del norte de la capital y camiones armados recorrían Nevski Prospekt.[16]

La postura de la dirección del partido bolchevique era aún incierta cuando grupos de soldados de varias unidades amotinadas y miles de trabajadores acudieron a su sede en la mansión Kshesinskaia, cercana a la Fortaleza de San Pedro y San Pablo, forzando definitivamente el apoyo de la organización al alzamiento.[17]​ Los bolcheviques decidieron entonces dirigir a la muchedumbre al Palacio Táuride, sede del sóviet de Petrogrado para presentar sus exigencias de acabar con el Gobierno provisional y asumir el poder.[17]

Alrededor de las 23:00 los manifestantes que se dirigían por Nevski Prospekt hacia la sede del Consejo se enzarzaron en tiroteos con fuerzas de derecha, llegando al palacio alrededor de la medianoche, donde se les unieron los 30 000 trabajadores de la fábrica Putilov dos horas más tarde.[18]​ A esa hora el palacio estaba rodeado por unos sesenta o setenta mil manifestantes y desprovisto de protección, ya que unos regimientos de la guarnición se negaron a enviar tropas si no lo hacían los demás.[19]

Los intentos de algunos dirigentes del Consejo de dispersar la manifestación fracasaron y la multitud presentó sus exigencias al Consejo, aplaudiendo a los oradores bolcheviques que, sin embargo, no utilizaron la fuerza para obligar al mismo a aceptar las demandas de los manifestantes.[19]​ Los soldados más radicales y los anarco-comunistas habían cedido el control del movimiento a los bolcheviques, que no se decidieron a dar un golpe de mano contra el renuente Consejo.[19]​ Alrededor del amanecer del 4 de juliojul./ 17 de julio de 1917greg., cansados y hambrientos, los manifestantes comenzaron a regresar a sus hogares, con la intención de regresar más tarde hasta lograr sus objetivos.[19]

El 17 de julio

La mañana del día siguiente, la ciudad continuó paralizada por las protestas: los comercios cerraron tras abrir brevemente, el transporte público urbano cesó y los trabajadores se unieron a las protestas o no acudieron a sus puestos de trabajo.[20]​ Unidades armadas recorrían el centro de la ciudad desde primeras horas de la mañana.[20]​ La Organización Militar Bolchevique había pasado la noche planeando las protestas, sin descartar un derrocamiento del Gobierno por la fuerza.[20]

Víctor Chernov, dirigente socialrevolucionario, hubo de ser rescatado de manos de los manifestantes por León Trotski. El Consejo había enviado a Chernov confiando en su popularidad para disolver la protesta.
El palacio Táuride, sede del sóviet de Petrogrado, que fue rodeado por los manifestantes en un intento de forzar su aceptación del poder y la eliminación del Gobierno Provisional Ruso.

Soldados y trabajadores se concentraron en la mansión Ksheshinkaia para recibir instrucciones sobre las marchas para ese día mientras agitadores bolcheviques competían con enviados del Consejo para ganarse el respaldo de las fábricas para la continuación de la protesta.[21]​ A pesar del gran respaldo (cerca de medio millón de manifestantes), el apoyo a la misma comenzaba a decaer: las unidades de la guarnición que se habían negado a apoyarla al comienzo seguían oponiéndose a participar y algunas de las que se habían manifestado el día anterior dudaban sobre si seguir apoyándola.[21]​ El respaldo militar al Consejo era, sin embargo, nulo, y al Gobierno completamente inexistente.[21]

Los ministros del Gobierno, sin apoyo alguno en las fábricas o en la guarnición, se refugiaron en el Estado Mayor del Ejército.[22]​ Los intentos del día anterior de la comandancia del distrito militar de la capital de usar las unidades no amotinadas contra los manifestantes habían fracasado.[22]​ El Gobierno apenas contaba con unos destacamentos de cosacos y algunos heridos para proteger el Palacio de Invierno y el edificio del Estado Mayor.[22]

Pasado el mediodía los manifestantes volvieron a marchar hacia la sede del Consejo, reproduciéndose una vez más los tiroteos en el centro de la ciudad entre manifestantes y francotiradores.[23]​ Nuevamente más de sesenta mil manifestantes rodearon el palacio.[23]​ En un intento de acabar con la protesta, la mayoría del Consejo envío al dirigente socialrevolucionario Víctor Chernov a convencer a los manifestantes, que le recibieron con hostilidad, deteniéndolo.[24][1]​ La rápida intervención de León Trotski, sin embargo, logró su liberación.[24][1]

Ante los enfrentamientos, la amenaza creciente de golpe de Estado, la radicalización de los manifestantes y la falta de apoyo de la guarnición, el Consejo aprobó el traslado de tropas del frente para aplastar la protesta.[24]

Mientras, durante la tarde, el ministro de Justicia, Pereverzev, sin acordarlo con el Consejo asediado en el palacio, decidió publicar la investigación que el Gobierno estaba llevando a cabo sobre la posibilidad de que Lenin estuviese trabajando para los alemanes.[25]​ La misma estaba aún incompleta y los indicios a favor de esta tesis se basaban en testigos muy dudosos, pero el ministro decidió enviar los datos a la prensa para tratar de debilitar a los bolcheviques y ganarse el apoyo de los regimientos de la capital que no se habían unido a la revuelta abiertamente.[25]​ Su acción surtió efecto, poniéndose varias unidades en camino hacia el palacio Táuride.[26]

Las deliberaciones continuaban en la sede del Consejo, que hacia las 9:00 p.m. quedó ocupado por la multitud, sin que esto detuviese el debate.[27]​ Pasada la media noche y con la mayoría de los delegados opuestos al derrocamiento y a la toma del poder, comenzaron a llegar tropas leales al Consejo, para alivio de la mayoría de los delegados.[28]

El 18 de julio

Lenin, dirigente del partido bolchevique. No trató de detener la revuelta a pesar de no considerar la situación adecuada para una toma del poder por los consejos ante la debilidad bolchevique en los mismos. Tras el fracaso de la intentona propuso sustituir el objetivo de traspasar el poder a los consejos por una toma directa del poder por el partido, sin lograr el respaldo de este y pasó a la clandestinidad, buscado por el Gobierno.

La indignación creciente de parte de la población por la información sobre Lenin, la inminente llegada de tropas del frente, el apoyo tardío de parte de la guarnición y la desmoralización cada vez mayor de una parte notable de los manifestantes reforzó repentinamente la posición del Consejo y del Gobierno en la madrugada del 18 de julio.[29]

Ante la creciente oposición a las manifestaciones, el partido bolchevique, demasiado involucrado en las mismas para retirarse sin daño y habiéndolas tolerado (el propio Lenin, de vuelta en la capital en la mañana del 4 de juliojul./ 17 de juliogreg. no había tratado de detenerlas) y fomentado por sus cuadros menores, había de optar por tratar de tomar el poder a pesar de la oposición del Consejo y la posible hostilidad de las provincias y de las tropas del frente, o intentar disolverlas cuanto antes.[30]

Hacia mediodía las tropas leales al Consejo y al Gobierno controlaban la mayor parte de la ciudad, salvo los suburbios obreros; la capital se tornó peligrosa para los sospechosos de bolchevismo y la intensidad de la sensación de contrarrevolución alarmó incluso a los socialistas moderados.[31]

Por la tarde, comenzaron las conversaciones entre las fuerzas leales y las rebeldes para la rendición de estas, que no se logró.[32]​ Un acuerdo preliminar entre representantes del Consejo y de los bolcheviques que limitaba las represalias y garantizaba el desarme de los insurrectos fue descartado por la noche.[33]​ La mayoría de los marinos de la flota, no obstante, lograron regresar a Kronstadt sin problemas, quedando apenas unos cientos para defender la mansión Kshesinskaia y la Fortaleza de San Pedro y San Pablo.[33]

19 de julio

A pesar de los rumores sobre la renuencia de la dirección bolchevique a resistir a las tropas leales al Consejo y al Gobierno, el mando del distrito militar decidió poner en marcha una gran operación militar para tomar por la fuerza los edificios aún en poder de aquellos, que comenzó a las 3:00 a.m, quedando la fortaleza y la sede el partido pronto aislados.[32]

Poco después de las 7:00 a.m., los bolcheviques recibieron un ultimátum exigiendo su rendición y aprovecharon el tiempo de reflexión para trasladarse de la mansión a la fortaleza.[34]​ La mansión fue ocupada por las fuerzas gubernamentales poco después, sin encontrar resistencia.[34]​ Hacia el mediodía, las conversaciones entre sitiados y sitiadores acabaron con la rendición de los primeros, postura favorecida por el Consejo y respaldada por el comité central bolchevique.[35]

Consecuencias

Aleksandr Kérenski en las exequias de los muertos durante las Jornadas de Julio. Las medidas del Gobierno contra los bolcheviques fueron ineficaces.

Las medidas represivas del Gobierno encabezado por Aleksandr Kérenski fueron limitadas e ineficaces y no lograron restablecer el orden de forma completa.[36]​ Los planes para enviar al frente a las tropas más involucradas en el levantamiento se llevaron a cabo de forma parcial y no se llegó a desarmar a la población que había recibido armamento para ayudar a sofocar la revuelta.[37]​ Ante la amenaza de golpe de Lavr Kornilov a comienzos de septiembre, el propio sóviet de Petrogrado se vio obligado a aumentar el armamento en manos de los civiles.[37]​ Las medidas más vanas fueron las que intentaron disolver el partido bolchevique y sus organizaciones dependientes, que apenas sufrieron desgaste a pesar del arresto de algunos de sus dirigentes.[37]​ La pérdida de apoyo entre obreros y campesinos a los bolcheviques fue asimismo efímera, aunque intensa.[36][38]

El partido decidió el propio 6 de juliojul./ 19 de juliogreg. no pasar a la clandestinidad y continuar con sus actividades legalmente, aunque ocultando a Lenin[39]​ y Grigori Zinoviev, buscados por el Gobierno.[40]​ Otros dirigentes considerados por el Gobierno culpables de la revuelta, tachada de traición, fueron arrestados[39]​ en los días siguientes a su aplastamiento (entre ellos el bolchevique Lev Kamenev o León Trotski y Anatoli Lunacharski del Comité Interdistrito).[41]​ Cerca de doscientas personas fueron acusadas formalmente por el Gobierno de haber instigado la rebelión, siendo algunas liberadas durante el golpe de Kornilov y otras durante la Revolución de Octubre, no llegando ninguna a ser juzgada.[42]​ Al comienzo la derrota pareció total, con la huida de parte de los dirigentes, el arresto de otros, la hostilidad del resto de corrientes socialistas y el estancamiento en el reclutamiento de miembros del partido.[39]

A comienzos de septiembre, sin embargo, cuando tuvo lugar el fallido golpe de Kornilov, el partido de Lenin se había recuperado completamente del fracaso del intento de toma del poder de julio.[43]​ El 31 de agostojul./ 13 de septiembre de 1917greg. los bolcheviques lograban la mayoría en el sóviet de Petrogrado y poco después Lenin abogaba por la inmediata toma del poder, mientras la Organización Militar Bolchevique, temerosa de repetir el fracaso de julio, abogaba por la preparación concienzuda del golpe.[43]

Notas y referencias

Bibliografía