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'''Domicio Ulpiano''' (en [[latín]], '''''Domitius Ulpianus''''') ([[Tiro (ciudad)|Tiro]]? [[170]]? - [[Roma]], [[228]]) fue el último gran [[jurista]] [[derecho romano|romano]], de origen [[Fenicia|fenicio]], ''magister libellorum'' y prefecto del pretorio del [[emperador romano|emperador]] [[Alejandro Severo]].
'''Domicio Ulpiano''' (en [[latín]], '''''Domitius Ulpianus''''') ([[Tiro (ciudad)|Tiro]]? [[170]]? - [[Roma]], [[228]]) fue un [[jurista]] [[derecho romano|romano]] de origen [[Fenicia|fenicio]], ''magister libellorum'' y prefecto del pretorio del [[emperador romano|emperador]] [[Alejandro Severo]].


==Antecedentes históricos==
==Antecedentes históricos==

Revisión del 23:20 9 feb 2010

Domicio Ulpiano (en latín, Domitius Ulpianus) (Tiro? 170? - Roma, 228) fue un jurista romano de origen fenicio, magister libellorum y prefecto del pretorio del emperador Alejandro Severo.

Antecedentes históricos

La época del nacimiento de Ulpiano es desconocida, aunque suele situarse en torno al año 170, en Fenicia. El periodo de su actividad literaria la desarrolló entre 211 y 222, particularmente durante el gobierno del emperador Caracalla (211-217).

Su carrera pública fue paralela a la de su rival Paulo. Fue asesor de su maestro Papiniano, cuando este desempeñó la prefectura del pretorio y, además, él mismo ejerció como praefectus praetorio de Alejandro Severo.

Tras el homicidio de Papiniano, en 212 y la persecución contra los simpatizantes de Geta, decidió retirarse a la vida privada, época en la cual redactó la mayor parte de sus obras jurídicas, dedicándose especialmente a componer comentarios dogmáticos complejos y monografías de divulgación.

Durante el gobierno de Heliogábalo fue exiliado de Roma, de acuerdo a Scriptores Historiae Augustae, sólo por ser un buen hombre (bunus vir). En el año 222, al ser elegido Alejandro Severo como emperador, pudo regresar y fue llamado a participar en el gobierno, como asesor y luego como prefecto del pretorio.

Su programa, que buscaba reducir los privilegios concedidos por Heliógabalo a la Guardia Pretoriana, con el fin de aumentar el control sobre el elemento militar, provocó la enemistad con ésta y un intento de homicidio. Finalmente, fue asesinado en el palacio en el curso de una revuelta entre los soldados y la multitud, probablemente en 228.

Obras

Entre sus obras destacan los comentarios ad Sabinum (sobre ius civile) en 51 libros, ad Edictum (sobre el edicto del pretor) en 81 libros (más 2 libros ad edictum aedilium curulium como apéndice).

Asimismo escribió diversos textos sobre las atribuciones de magistrados y funcionarios imperiales, entre otros, 19 libros de officio proconsulis, 3 libros de oficcio consulis y varios textos en un único libro (libri singulares) sobre el oficio del cuaestor, del praefectus urbi y del praefectus vigilum. Además, redactó 2 libros de Responsa (comentarios sobre casos reales), 10 de Disputationes, 7 de Regulae (sobre reglas) y unas Institutiones en 2 libros.

De sus obras se conservan sólo algunos pasajes incluidos en el Digesto y en ciertas colecciones privadas y oficiales, entre otros: los Fragmenta iuris Romani Vaticana conservado en un códice del siglo IV de la Biblioteca del Vaticano, descubierto en 1820 por el Cardenal Aneglo Mai; un papiro de la Biblioteca de Viena descubierto por Endlicher en 1835, con fragmentos del primer libro de las Institutiones; y un pergamino de la Biblioteca de Estrasburgo, con pasajes de la Disputationes.

Importancia

Aunque no poseyó el talento y la originalidad de Papiniano, en su labor se dedicó a lograr la más completa y minuciosa recopilación del derecho vigente en su época (al igual que Paulo). De sus escritos se ha dicho que, si bien eran monótonos por seguir sus fuentes al pie de la letra (Ulpiano escasamente expresaba sus propias opiniones), tenían un estilo claro y sencillo, lo que le permitió convertirse en los siglos posteriores en el más popular de los juristas.

Fue incluido, junto a Gayo, Paulo, Modestino y Papiniano, en la ley de citas de 426, que regulaba la recitatio de las obras de los juristas ante los tribunales (es decir, qué juristas podían ser invocados y los criterios para la decisión del juez ante opiniones diversas de éstos).

Su actividad expositiva del derecho le permitió obtener el mayor premio para un jurista romano: ser el más utilizado en la compilación de Justiniano (una tercera parte proviene de sus obras), convirtiéndolo en uno de los principales informantes del derecho romano.

Bibliografía

  • Paricio, Javier (1999). Los juristas y el poder político en la antigua Roma. Granada: Editorial Comares, S.t. ISBN 8481518654. 

Véase también